martes, 24 de febrero de 2015

Los Fantasmas del Pasado: ¿Podemos Empezar de Cero una Relación?

Me dispuse a acomodar mis viejos libros una noche entre semana mientras afuera lloviznaba, y dentro de mi intención de dejar los que mas leo a la vista, encontré uno muy viejo que recuerdo adquirí hace varios años en una tienda de libros usados en el centro: "Felices para Siempre", con su respectiva imagen de una pareja en su boda diciendo muy probablemente sus votos. Sonreí levemente pues el matrimonio sigue siendo para mi, un pacto sagrado, pero al ojearlo noté como un par de fotos caían al piso. Las levanté y me di cuenta que éstas eran de hace 5 años, las miré con especial enfoque por un momento, me había deshecho de todas ellas, pero como nos sucede aveces en este tipo de casos, alguna que otra cosa deja cierto rastro. Me deshice de las fotografías sin rencor ni melancolía, pero no pude evitar preguntarme mientras me sentaba en uno de los escalones que llevan al segundo piso de mi casa: ¿Realmente superamos el pasado o será siempre un fantasma que formará parte de nosotros? ¿Cuándo se considera que hemos superado una situación o un corazón roto? ... y después de todo esto... ¿Podemos empezar de cero una relación?


Octavio me dijo una vez que la gente en realidad estaba acostumbrada a nunca olvidar a un ex, que la gente siempre va a comparar a una nueva pareja con la anterior, yo diferí, le dije aquella mañana de martes que no era que estuviéramos mal acostumbrados, sino que era porque el adulto esta acostumbrado a referir, referimos de todo y en todos los aspectos en nuestra vida. Por ejemplo después de haber tenido un accidente automovilístico, hay quienes duran algún tiempo sin manejar ya que la mala experiencia les impide un tiempo volver a sentir la confianza, quizás lo mismo sucedía con nuestros ex amores al llenar nuestro disco duro de buenas y malas experiencias, pero siempre podíamos empezar de cero… “la gente NUNCA empieza de cero Laura, el 95% de las personas jamás vuelve a empezar de cero”… ¿es esto verdad? ¿realmente jamás empezamos de cero una nueva relación después de uno o varios rompimientos? ¿compararemos nuestra nueva relación por siempre con las anteriores o solo será por algunos meses? ¿el pasado será un fantasma por siempre?... Dadas mis nuevas dudas, la pregunta también sería ¿en realidad pasamos nuestra vida buscando clavos para sacar clavos? ¿Estaremos buscando siempre un sustituto del anterior?

Hace algunas semanas y como es costumbre, tome mi vuelo 677 a Guadalajara un viernes por la noche, a mi lado, una pareja joven con un bebé en brazos me hicieron platica durante la hora y media de traslado. En unos minutos yo sabía todo de su relación y ellos de la mía, sabían que iba a ver a mi novio que vive en otra ciudad, y que yo ya había estado casada antes. Al hablar de la superación de un rompimiento, el amable hombre me dijo “por lo visto tu ya lo superaste”. Esta frase la respondí con una sonrisa pero me trae de nuevo al tema… ¿se considera “superada” una contienda de duelo de separación hasta que tenemos pareja de nuevo? Tal vez nuestra vida amorosa, al menos desde una perspectiva social, SÍ esta definida y la consideramos PRUEBA SUPERADA hasta que nos enrolamos de nuevo en otros brazos, y es como si descansáramos ya que usamos frases como “Ah no, pero ella ya está muy bien, ya tiene novio/ ya se casó” y respiramos en paz.

Si regresara a la universidad, mi maestro de Psicología Social repetiría de nuevo que toda la vida seremos seres sociales, y salvo los ermitaños, de alguna forma estamos condenados a vivir en busca de la convivencia con otros, y por ende quizás del amor… y desde este punto de vista, vendría a ser natural que siempre estemos en búsqueda del siguiente futuro señor Franco, porque por mas independientes que seamos, la mayoría de nosotros no podremos luchar contra nuestro instinto natural de procrear y para esto, obviamente necesitamos de una pareja.

Entonces, con todo lo anterior, el pasado puede ser un fantasma que se aparezca en las noches de frío y lluvia, y las consecuencias de su atroz aparición es que, si estamos intentando de nuevo volver al amor, nos haga retroceder y sentirnos incluso culpables por abrirle la puerta, y el hecho de que éste fantasma exista y ronde nuestra nueva relación, se entendería como que no estamos empezando de cero realmente y que quizás buscamos que el nuevo amor nos ayude a espantarlo, y de paso socialmente callar al mundo de que aun no lo hemos superado. Pero hay algo muy importante que deberíamos poner atención cada que el fantasma vuelva:

1. ¿Por qué ahora es un fantasma?
2. ¿Qué nos falta aprenderle y por qué aun ronda nuestro armario?


Tal vez Octavio tiene razón al decir que lo ideal (que solo hace el 5% según su teoría) es que aprendiéramos a empezar de 0, a olvidar por completo a nuestros ex (o fantasmas) y hacer casi como si nada hubiera sucedido, pero hay muchas cosas que aprendemos con los rompimientos por los que vale la pena hacerles frente y no ignorar que pasaron... Y aunque eso nos haga imposible empezar de 0, a veces arrancar desde 5 no es tan malo si sabemos manejarlo.



...y si el pasado es un fantasma que se aparece cada que limpias tu clóset, volverlo a meter ahí y esconderlo como si no existiera no va a hacer que se vaya... Tal vez sea mejor verlo de frente, aceptar que existe, aprenderle lo necesario y finalmente abrirle la ventana para que se salga. Luego respiras profundo, te pones tu mejor vestido para esa cita en la noche y sigues... después de todo, ¿no se trata de eso el salir adelante?

martes, 17 de febrero de 2015

Intimidad en la Primera Cita, ¿Sigue Siendo un Error?

"Nadie valora lo que es gratis" me dijo Octavio una tarde de martes hace varios meses cuando empezábamos a hablar de la posibilidad de abrir precisamente este Blog de Cada Martes; y aunque él se refería a cobrar lo que vale un trabajo de escritor, en aquel entonces no pude evitar aterrizarlo a una común y trillada situación de las mujeres solteras entre sus 20 y 30... En un mundo y una edad más abierta donde ya nos convertimos en mujeres independientes y trabajadoras, y donde ya no andamos "de manita sudada" ¿Es un error tener un cierto tipo de intimidad cuando el sujeto con el que salimos por primera (o segunda) vez nos gusta? ¿Nos quemamos? ¿Nadie valora lo que es gratis? 


Como mujeres, desde adolescentes siempre nos inculcaron que debíamos darnos a respetar, a no dejar que el jovencito que nos invitó al cine nos quisiera manosear en plena película, porque si no, nos señalarían como "fáciles y accesibles", y aunque comparto la idea de que esto es importante hacerlo cuando somos muy jovencitas para evitar (entre otras cosas) el "accidente" de que quedemos embarazadas, cuando esto ya no es un miedo y ciertamente cuando lo que el mundo opina de nosotros nos deja de importar cada vez mas, aún a nuestros casi 30 ¿Seremos llamadas fáciles y accesibles si, ahora si, dejamos que el jovencito (ya no tan jovencito) nos manosee?... claro, con nuestro consentimiento.

Lorena me llamó una mañana de sábado para decirme que había tenido una fantástica cita la noche anterior con Andrés, un joven sencillo, atractivo e incluso caballeroso. Era su primera cita después de que un amigo en común los había presentado en la ya conocida red social Facebook. "No sé si la regué, la verdad me gustó mucho y fui yo la que me lancé sobre él tan pronto llegamos a mi departamento". Lorena vive sola después de que su última compañera de departamento se regresó a su tierra natal, y Andrés vive aun con sus padres. "No pude evitarlo, me gustaba mucho y pues, todo se dio a la perfección, pero ahora me preocupa si me llamará o si él cree que soy una mujer fácil".

Le pregunté a Octavio ese mismo día qué pensaba él de ese tipo de situaciones, si en verdad para ellos, una mujer que intima desde la primera cita pasa a ser descartada, a lo que su respuesta fue "Para la mayoría de los hombres quizás sí, es decir, en nuestra cultura machista sí, pero hay hombres que eso no les importa". 

Yo no pude evitar cuestionarme, si muchas mujeres hoy en día estamos tan en contacto y a gusto con nuestra sexualidad, y si sentimos la atracción de generar un beso y una caricia, ¿Por qué deberíamos detenernos? ¿Solo para que el tipo no piense que somos fáciles? A nuestra edad ¿qué es precisamente “darse a respetar”?… Si tener un encuentro intimo que TU si quieres que suceda con un tipo que te encanta y es obvio que a él también le gustas ¿Hay que contenerse por el qué dirán?

Esta mañana llegue con ésa duda a la oficina y le pregunté a Carlos, un compañero de mi confianza, qué pensaba al respecto: "Una mujer que tiende a estar tan accesible tan pronto, en ocasiones saca de onda, es decir, ¿en qué otros aspectos de su vida será así de impulsiva?".

Es verdad, tal vez en nuestra cultura aun esté mal visto el que como mujeres seamos tan abiertas en el tema y eso sin duda puede alejar a mas de un candidato a novio porque simplemente, pasamos a ser demasiado intensas, sin obviamente que eso nos haga un mal partido, igual podría ser mucho mas intensa en otros aspectos alguien que sea mas reservada en la intimidad, no lo sabemos. 
 
Al final del día, lo que yo descubrí y defendí en mis meses de soltería era que, darme a respetar, era que yo decidía con quién tendría intimidad, solo si yo quería y nadie me iba a someter a hacer algo que yo no quisiera, pero eso sí, había que cuidar el ser sutil y discreta. 

Dados los testimonios recabados, tal vez no se trate tanto de si quieres tener relaciones en la primera cita o quieres esperar meses para ello, sino el con quién te estas involucrado y en este caso, las ideologías de esa persona, pero al final, puede que ni una cosa ni otra, garantice éxito o fracaso en la relación. Lorena siguió saliendo con Andrés por 2 meses más, pero terminaron por alejarse luego de que, al tratarse con calma, se dieron cuenta de que no eran tan compatibles, o sea que la preocupación de Lorena de si haberse involucrado con él en la primera cita, en verdad no tuvo mucha relevancia. 

¿Qué debemos hacer las mujeres con estas ideas? Darse a respetar es NO hacer nada que nosotras NO queramos ni que vaya en contra de lo que creemos. Si somos de la idea de que no nos sentimos a gusto tan rápido en la intimidad con el sujeto que acabamos de conocer, no hay nada de malo en esperar, como tampoco lo es si nos sentimos con la seguridad de hacerlo, y si para él eso nos convierte en una "chica fácil", pues entonces cada quien con sus ideas y simplemente no era para una, ya que al final del día, la persona que tiene que ser feliz y sentirse a gusto con ella misma, SOY YO.

Como mujer cuídate, no dañes a nadie, actúa con responsabilidad... y disfruta.

Laura Franco

martes, 10 de febrero de 2015

Mi Pareja Me Engañó ¿Debería Perdonarlo?

"Si Alan hubiera hecho el intento por recuperar su relación, hasta tú le hubieras pensado, por eso estoy tan confundido con qué debo hacer con Nancy", me decía con desesperación Luis, un lunes cualquiera por la noche en el ya conocido y concurrido por mi, Starbucks de la ciudad. Luis es un gran amigo mío, quien tuvo la desafortunada suerte de descubrir la infidelidad de su esposa. Cuando el caso era reciente, yo le aconsejé con cautela lo que a mi me había funcionado, y coincidimos en que es una etapa muy dura el encontrarse con que uno tiene la decisión más difícil de toda su vida: Perdonarle o no a mi pareja su infidelidad

Luego de que uno se pone de pié después de haber caído en shock por encontrar las piezas faltantes del rompecabezas, llegada la hora de la confrontación, nuestra pareja nos dice que quiere seguir con nosotros, entonces nos llega la terrible duda de si deberíamos o no darle una oportunidad a esa persona que tanto amamos y tanto nos juró fidelidad y respeto y de pronto, ahí esta, sentado frente a nosotros, bajo nuestro mismo techo, ese que juntos construimos con esmero e ilusión; hoy vemos a los ojos a una persona que ya no reconocemos, preguntamos con coraje "¿quién eres tu?", y nos llega el miedo al futuro... escuchamos sus disculpas pero por alguna razón no podemos procesarlas, algo dentro nuestro no nos permite que toquen nuestro corazón, pero entonces, volteas a todos lados, tu prometiste estar en las buenas y en las malas, y te preguntas "¿serán estas las malas rachas que debemos superar juntos?" "¿qué va a pasar si no le doy otra oportunidad?" "¿qué va a pasarle a mis hijos?" "¿cómo voy a salir de esto?" "¿y si me lo vuelve a hacer?".

Nancy aparenta estar haciendo lo posible por recuperar la confianza de Luis, pero aunque algunas veces pareciera que avanzan en reconstruir su matrimonio, Luis tiene días muy malos en los que no logra sacarse de la cabeza el engaño, las palabras que escuchó y los mensajes a los que tuvo acceso. Es evidente que la confianza esta más que rota pero, ¿se vale darle una segunda oportunidad a la  pareja una vez que nos ha engañado? ¿qué tal si nosotros necesitamos de esa segunda oportunidad algún día? ¿quién nos exenta de cometer errores en el futuro?

Existe la frase de "infiel una vez, siempre lo será", incluso una compañera de trabajo dijo una vez que perdonarle a nuestra pareja una falta como esa, es como decirle que en la relación está PERMITIDO hacer este tipo de cosas y NO habrá consecuencias; vaya, algo así como haberle abierto la puerta a que siga haciéndolo porque ya vio que "no pasa nada"... Sin embargo no siempre es así.

¿Se puede dar una segunda oportunidad?... Si te encuentras en esta complicada situación y aun te es muy difícil decidirlo, yo aconsejaría te hicieras las siguientes preguntas y las respondieras fríamente:

1. ¿Es la primera vez que tu pareja lo hace?
2. ¿El o ella te lo confesaron o tu lo descubriste?
3. ¿Cuál fue su reacción inmediata cuando lo enfrentaste? ¿lo negó? ¿se puso a la defensiva?
4. ¿Sigue en contacto con su "amante"? (bajo cualquier excusa)
5. ¿Te consideras capaz de dejar atrás el hecho y empezar de -100 con tu pareja?

Si consideras que no te es posible vivir con eso, y por mas que aun la/lo ames con todo tu corazón, simplemente ya no puedes confiarle tu vida, también es válido decir que no, esto a pesar de que nuestra pareja se desviva por recompensarnos la falta y en realidad muestre un arrepentimiento, desgraciadamente para el o ella, esto es una consecuencia de su acto, y no debemos sentirnos culpables por no darles la segunda oportunidad, simplemente hay quienes pueden vivir con eso y hay quienes no. Valdrá mas terminar de la forma mas sana posible a seguir en la relación todo el tiempo infeliz por que no pudiste dar vuelta de hoja nunca.

En lo personal, yo considero estos definitivos NO en la pregunta de perdonarle o no la infidelidad:

1. Si no es la primera vez 
2. Si sigue en contacto con el tercero en discordia (utilizando cualquier excusa)
3. Si su conducta no cambió a raíz de que te diste cuenta del hecho (ej. sigue llegando tarde)
4. Si se justifica por ello ("la culpa la tuviste tu por no ponerme atención")
5. Si su conducta empeoró (si se porta agresivo, a la defensiva, evasivo)
6. Si el o ella mismo te ha dicho que prefiere separarse

Habrá quien opine que una falta de este tipo es infidelidad y no hay nada que discutir, sin importar si fue solo una vez en una noche de antro en donde perdió el conocimiento de tanto alcohol y terminó con una prostituta, o si fue con su compañero de oficina con el que ya lleva una relación de 6 meses... y es verdad, infidelidad es infidelidad, y la mayoría de nosotros jamás vamos a estar de acuerdo en que nos lo hagan, más sin embargo la realidad es que cada caso es diferente y tampoco deberíamos juzgar a quienes decidan perdonar, al fin y al cabo, ¿qué sabemos nosotros en realidad de la relación más que los mismos implicados?, solo ellos conocen su verdadera historia. 

Cualquiera que sea tu decisión, siempre busca elegir lo que te de mas tranquilidad, sea seguir o no. Elige por amor, jamas por miedo. Si te vas a quedar, que sea por el amor que le tienes a la pareja y a tu familia y las ganas que tengas de luchar por ella, no por que tengas miedo a estar solo. Si te vas a ir, que sea por el amor que te tienes a ti mismo (a) y no por miedo a que te vuelvan a lastimar. 

¿Se puede recuperar una relación después de una infidelidad? Claro que si se puede, pero se requieren de muchos factores para que funcione y definitivamente de ambos esfuerzos... Si te das cuenta de que solo TU estas buscando hacer que la relación funcione, no tienes nada que hacer ahí.

Laura Franco 


martes, 3 de febrero de 2015

Mujeres Materialistas e Interesadas… La Verdad Está al Final del Camino

Si nosotras las mujeres pudieramos definir al hombre ideal para tener una cita, ¿qué querríamos que tuviera?... La mayoría y en algún momento de nuestra vida podríamos enlistar:

-        - Un físico increíble con un porte elegante
-        - Un buen trabajo (con su respectivo buen sueldo)
-        - Una holgada cuenta bancaria
-        - Un auto de modelo reciente

Hace varios meses defendí a toda costa mi idea del elitismo y la teoría de que estabamos divididos en clases sociales y que por la misma razón, no daba un buen pronóstico el mezclarse con gente de clase más baja que la nuestra… en aquel entonces vi como me miró casi con asco el michoacano que salía conmigo. 

 Existe un video rondando en internet de cómo una mujer rechaza salir con un sujeto de un físico digamos “promedio”, pero al ver que se está subiendo a un auto deportivo, ella cambia de opinión… ¿lo hemos hecho todas alguna vez en la vida? ¿por qué?

Está en nuestra naturaleza femenina buscar protección por parte de nuestra pareja, sentir un respaldo y esa sensación de seguridad, pero por alguna razón, el mismo mundo rodeado de consumismo y pantallas sociales en el que nos movemos, nos hace enfocar nuestras necesidades de protección, a la zona exclusivamente económica y prestigio social. Como dijo W. Smith alguna vez “Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos”.

Conozco la historia de una mujer que se casó con un hombre dueño de importantes restaurantes de la ciudad y con fama de llevar una vida "socialmente alegre". La vida económica que le dio ése hombre a ella la hizo tener todo lo que siempre había soñado sin la necesidad de mover un solo dedo. Para su desgracia y a la vuelta de no muchos meses, el sujeto tuvo una aventura con una trabajadora de uno de sus restaurantes, decidiendo así divorciarse de su entonces esposa, y así como entró a su vida, salió sin un solo centavo, y él, hizo su esposa a la nueva conquista. No quiero decir que ella no amaba a ese hombre, sin embargo muchas veces solemos darle más importancia a las cosas superficiales y podríamos cometer el error de dejar fuera el importante esquema de valores de nuestra pareja, que a final de cuentas, va a ser lo que podría definir el éxito o fracaso de una relación (y no la clase social a la que pertenezcamos como lo dije hace meses).

Pero desafortunadamente para nosotras, y como le sucedió a esa mujer, muchas veces nos tenemos que dar cuenta de este tipo de errores de la manera mas incómoda. Por mi parte y a nivel socioeconómico, yo lo tenía todo en mi anterior matrimonio: una casa nueva, un atractivo esposo con un buen empleo del cual yo presumia (como si fuera mio), tres autos, y viajes al extranjero varias veces al año… y al final del día, nada de eso me salvó de un engaño, ¿porqué?, porque admito haber pasado por alto su esquema de valores. Y de pronto, me quedé con medio millon de pesos en deudas, un cansado proceso legal y un corazón roto. Algunos meses despues ya que se me habia terminado el dinero de nuestros ahorros y mi alacena tenía solo unas cuantas latas de atún, me senté en la entrada de mi casa y me di cuenta de dos cosas: La primera, que la felicidad no provenía de las cosas materiales ya que esto no te salvará de una traición o de una desilusión en cualquier aspecto de la vida (incluyendo enfermedades terminales o la misma muerte) y la segunda, que al final del día, lo que más quería no era que llegara un hombre con un increíble auto y se bajara de él vistiendo su mejor traje Emporio Armani, y prometiera salvarme de mi complicada situación económica, eso ya lo sabía hacer, había aprendido a salir adelante sola, sino lo que quería era que a mi puerta tocara un corazón sincero y me dijera: “no vengo a salvarte en mi caballo blanco para llevarte a un castillo a lo alto de la montaña, no soy mas que un simple hombre que quiere estar a tu lado, trabajar a tu lado, amarte, quererte, valorarte y respetarte”.

Entonces, ¿somos interesadas? Si, alguna vez lo somos, nos gusta la protección económica que nos pueda dar un “buen partido” y a todos nos gusta presumir socialmente de ello, pero yo lo unico que aconsejaría no es precisamente que deshechemos a los sujetos que han tenido la fortuna económica de tener un buen sueldo y un increible auto, muchos trabajaron años por obtenerlo; ni tampoco que vayamos a lo alto de las colonias más populares a buscar el sujeto más humilde y darle nuestro corazón; simplemente que no perdamos de vista lo que de verdad importa en una pareja, tanto para hombres como para mujeres, y eso es sus valores, sus ganas de salir adelante y hacer vida a nuestro lado… al final, el físico se acaba, el dinero no nos lo vamos a llevar a ningun lado cuando nos vayamos, y en nuestra lápida no van a poner el sueldo que percibíamos… Pero esto lo aprendemos con el tiempo y los tropiezos de la vida.

Encontrar a un hombre que económicamente nos resuelva la vida no es realmente tan dificil, vaya que cualquiera puede arreglarse y buscarse un marido rico, pero ¿es ese el objetivo de vida? ¿no somos nosotras lo suficientemente capaces de trabajar, tener un buen sueldo y darnos nosotras esos lujos si los queremos? ¿el buscar pareja por interés económico no nos rebaja a nosotras mismas como inútiles?... Que un hombre nos quiera por nuestro juvenil físico y que nos mantenga lo podemos encontrar en una reunión de hombres ricos de la tercera edad y que vayan por su tercer matrimonio con una veinteañera, pero toparse en el camino a un hombre que nos ame tal cual somos y quiera hacer vida con nosotras, que nos admire, nos cuide, y que para él seamos todo y la única, eso sí es sentirse la mujer mas rica del mundo.

Laura Franco

Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...