lunes, 25 de mayo de 2015

Preparativos para la Boda, ¿y para el Matrimonio?

Todas las mujeres (o si no es que la gran mayoría) vimos la película de "Sex and the City" hace algún tiempo ya, y para quienes no tuvieron la oportunidad de ver semejante filme 100% dirigido al público femenino, el tema central del mismo se enfoca en la protagonista y su relación con "Mr. Big", en el que ellos, una pareja viviendo en unión libre a sus 40's, y que nunca lo habían considerado antes, de pronto deciden casarse. Es muy divertido ver cómo Carrie inicialmente solo había planeado que su boda sería algo bastante íntimo, pero una vez que los preparativos comienzan, la lista pasa de 70 a 200 invitados. El vestido sencillo que ella ya había comprado para la ocasión, es totalmente descartado por el exuberante Vivienne Westwood, el cual acarrea a más y más invitados. Lo que parecía ser una perfecta boda sencilla, se convierte en todo un show donde la reputación social le gana a la base fundamental del acontecimiento, que era unir su vida con el hombre que amaba...  y lograr ante la sociedad que ella dejara de ser vista como solterona, pareció mas importante que las promesas que contraerían al casarse... ¿No somos todas un poco como Carrie respecto a las bodas? ¿Deshechamos la idea de una enorme boda hasta que somos nosotras las que cargamos el anillo en la mano izquierda y entonces nos convertimos en lo que una vez odiamos?... Y haciendo esto, ¿Nos preparamos más para la fiesta que para el verdadero festín de emociones, conflictos y malos entendidos que llegan una vez que la luna de miel termina?

Los anillos de compromiso se entregan en su gran mayoría 12 meses antes del enlace, es decir que le dedicamos MINIMO un año a estar 100% enfocados en el tema de los preparativos. Hay que separar el salón, la iglesia, las flores, la música, el vestido, la bebida, todo, absolutamente todo esto nos consume horas y horas de planeación que sin duda son muy emocionantes, ¡es un acontecimiento único en tu vida!, pero ¿realmente cuánto tiempo le dedicamos a planear nuestro matrimonio? Y ojo que esto no es comprar el refrigerador ni la recamara, eso es amueblar la casa. ¿Qué pasaría si le dedicáramos al menos una tercera parte de lo que le dedicamos a los preparativos de la boda, al matrimonio que estamos por formar?, a planearlo, a ponernos de acuerdo, a ser lo mas conscientes posibles de lo que esta unión implica. 
Por ello, sugiero por lo menos y dentro de toda esa muy bonita preparación, le dediquemos un tiempo a por lo menos, poner sobre la mesa las 3F:

1. Finanzas
Robert Kiyosaki dijo que si bien el dinero no compraba la felicidad, la falta de él era la causa de muchos problemas, y sobre todo LOS MARITALES. Es vital tener un plan financiero para sacar adelante los gastos que se generan una vez que ya viven juntos (que créanme, pagar la boda fue solo el inicio). Dentro del hogar se gasta en cosas que antes no te pasaban por la mente (cepillo para lavar el baño y existe un trapo para cada área de limpieza) y salir cada fin de semana ya no es tan rentable hasta cierto punto por nuevas prioridades. Mi mejor estrategia es hacer un plan realista de ingresos y egresos, y evitar gastar dinero que NO tenemos (pagar con tarjetas de crédito), poner un presupuesto para pagar los servicios y la despensa y separar algo para esas cenas fuera. En la medida en que seamos más organizados en esta parte, nos ahorrará muchas discusiones.

2. Familia
-La que ya tenías
-La que ahora tienes

Trillado pero cierto, en nuestra cultura mexicana, te casas con él/ella, te casas con toda su familia (incluyendo al hermano indeseable y a la abuela que te odia). Intentar separarlos o que sea diferente con ellos a como ha sido toda su vida, va a ser un generador de problemas en la relación que apenas emprende el camino como uno solo. A tu suegra NO la vas a cambiar, y el amor que tu pareja siente a su madre, TAMPOCO va a cambiar. Como la trata ahorita, la va a tratar siempre, pero aquí hay un punto que me gusta recalcar y va con el segundo apartado: "La familia que ahora tienes", tu esposa/esposo es ahora TU familia, TU prioridad, y si esto es entendido por ambas partes, se van a ahorrar sentimientos de frustración y discusiones acaloradas. 

3. Futuro
Somos dos personas uniendo nuestras vidas, y cada uno tiene un proyecto de vida en el plano de lo INDIVIDUAL, es importante que estemos conscientes de ello y veamos si estos son compatibles. En esto incluyo el, por ejemplo, si la mujer planea trabajar toda su vida, alguno quiere poner un negocio en el futuro o si ella prefiere dedicarse al hogar. El verdadero problema en esta F es la falta de honestidad, y que con tal de no perder a la pareja en esa hermosa etapa de enamoramiento y preparativos, podemos caer en 'ceder' a planes que realmente no queremos y esto solo para que no nos dejen plantados en el altar, ¿qué consecuencias tiene esto?, quien cede, tarde que temprano se frustra por haber 'abandonado' sus sueños, y si no cede y la pareja NO estaba de acuerdo con ése estilo de vida, es él quien se frustra.

Los preparativos de una boda son sin lugar a dudas, una experiencia tremendamente hermosa, llena de ilusiones donde creemos que todo lo lograremos, donde estamos seguros que esos matrimonios que nos dicen que no sabemos lo que hacemos ya que estar casados es MUY diferente a ser novios, están amargados porque a ellos no les fue bien, porque ellos no tenían el AMOR VERDADERO que tenemos nosotros, porque a nosotros SI nos va a ir siempre bien y NUNCA vamos a tener adversidades, porque nuestro AMOR es mas fuerte que cualquier problema... es perfectamente NORMAL sentirse invencible en el enamoramiento, ¡y hasta diría que es sano!... Necesitamos ese empuje para dar arranque al matrimonio, pero sugiero que hagamos esto con un pie en el cielo y el otro en la tierra. El estar casado con alguien es mucho más que una boda y los recuerditos que das en ella y el fotógrafo que contratas y el grupo musical más costoso... es un camino lleno de pruebas cada día, a superar una por una y mientras más avanzas éstas son más y más difíciles, por eso es importante considerar las 3F. 

No perdamos de vista el objetivo de que casarse es UNIR un proyecto con alguien más y estar lo mas seguros posibles de que esa persona va a hacer EQUIPO con nosotros, que el enamoramiento no nos ciegue, para que cuando llegue la hora de que todos los 250 invitados se fueron y la luna de miel se terminó y lo único que tenemos ahora es el recibo de la luz y una montaña de ropa sucia, tengamos la tranquilidad y certeza de que elegimos bien a quien nos va a ayudar a separar la ropa obscura de la blanca.

El final de la película de 'Sex and the City' es que Carrie se casa con Mr. Big en el registro civil con su primer vestido, el sencillo, el 'barato'... y de alguna forma nos enseña que lo importante no es cuanta gente invitas a tu evento ni qué tan grande es éste, sino a quién tienes a tu lado y qué tan grande es tu amor por esa persona.

Laura Franco 

martes, 19 de mayo de 2015

El Fracaso y Las Crisis, ¡Lo mejor que puede pasarnos!

La semana pasada, al hablar de 'fracasos' matrimoniales, una parte de la población lectora se quedó en el inicio del título del tema porque simple y sencillamente la palabra 'fracaso' los detuvo y complicó la atención del resto del texto. Es bastante natural que nos hayan enseñado a temerle al 'fracaso' o a incluso a negar de su existencia bajo las frases (bastante aceptables para cada quien) de que, por ejemplo, volviendo a los matrimonios "un divorcio no es un fracaso, simplemente no funcionó"... pero si definimos el concepto tal cual, nos topamos con que un FRACASO, es en efecto un resultado adverso en una cosa que se esperaba (o se planeaba) sucediera bien. Dado esto, un divorcio SI es un resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediera bien... es decir, conceptualmente SI es un fracaso... ¿pero nos asusta llamarle así a las cosas cuando salen mal?  ¿por qué? ¿llamarle fracaso a algo nos hace sentir que somos perdedores?

En mi vida he tenido 2 decepciones amorosas, las dos muy dolorosas al nivel de madurez que tuve en cada una de ellas y las dos me hicieron perder en conjunto 20 kilos (12 la primera vez y 8 la segunda). En ambos casos sentí que el mundo se me caía a pedazos y el cielo se desmoronaba en mi cabeza nube por nube, y la idea de que conocería a alguien y me enamoraría de nuevo, era prácticamente imposible. Sin embargo, hoy que ambas situaciones han pasado a la historia, puedo decir con certeza que fue en esos dos descalabros, las veces que más he aprendido a madurar en toda mi vida. Cuando yo era novia de Gabriel, mi primer novio, era inmadura, celosa, posesiva, agresiva, descuidada en mi aspecto y bastante chantajista (odiaba que Gabriel cumpliera años porque la gente ¡lo iba a abrazar!)... una vez que Gabriel se fue por obvias razones y luego de haber perdido los primeros 12 kilos, al estar sentada sola en el parque, con nada más en mis manos que mi diario, me percaté de que yo había cometido la mayoría de los errores que habían ayudado a terminar mi relación. Más tarde que tuve un nuevo amor, yo ya conocía el efecto de los errores que me habían llevado al FRACASO de mi primera relación (porque tuve un resultado que no deseaba, que en aquel entonces era caerme con Gabriel), por lo cual tuve mucho cuidado de no cometerlos de nuevo. Me casé con Alan y bueno, aunque ya no cometía los mismos errores que con Gabriel, la vida es maravillosamente variable y tenemos muchos errores más por cometer, y así fue. La cosa terminó y ahora no solo tenía el aprendizaje del FRACASO de Gabriel, ¡ahora tenía también el de Alan!

Si tuviera el poder de regresar el tiempo y cambiar la historia, a veces me gusta imaginar qué hubiera pasado si, por así decirlo, Gabriel no me hubiera dejado... ¡cuántas cosas no habría aprendido!... o ¿hasta cuándo las hubiera aprendido? ¿de qué manera? ¿quién sería yo ahora?

En mi vida muy particular, mis FRACASOS mas significativos se han enfocado en las relaciones, pero en cada historia son distintos, ya que hay quienes los han tenido terriblemente pronunciados en el campo de la salud y el desarrollo profesional... y si yo les preguntara, cuál fue la etapa/suceso/razón que nos ha hecho crecer más a cada uno de nosotros, todos, absolutamente TODOS vamos a decir que fue cuando FRACASAMOS en algo y lo superamos... cuando algo NO salió como esperábamos, cuando las cosas se tornaron en nuestra contra y tuvimos que sacar fuerzas de lo mas profundo de nuestro ser para salir adelante. 

Dijo Kim Kiyosaki una vez: "Cuando llegas al punto donde tienes que cruzar una línea, llegas a un reto donde cruzas o retrocedes, cuando la cruzas, creces y aprendes. Eso es una crisis". E incluso ella ha hecho mención de que lo mejor que le ha pasado en la vida fue precisamente cuando se quedó sin dinero, sin trabajo y dormía en su auto junto con su esposo (Robert Kiyosaki) mientras intentaban echar a andar un negocio y sus ahorros se habían perdido. La mayoría conocemos su historia, ahora son personas millonarias. 

Eric Thomas es otro de ellos, quien en uno de sus seminarios puntualizó que el haber atravesado una crisis económica, de espíritu y visión, lo hizo sentir un gran dolor que ahora difícilmente algo lo hace 'caer': "Mi más grande logro es que cuando fui una persona sin hogar. Puedo sentir mucho dolor ahora, ya he estado solo". 

Esa es la otra cara de las crisis y el temido FRACASO, nos empuja a sacar lo mejor de cada uno de nosotros, a encontrar la fuerza que no creíamos tener y a convertirnos en esa persona que jamas creímos ser. Una vez que cruzamos esa línea, como dice Kim, aprendes, y te conviertes en alguien mucho más fuerte e incluso te consideras indestructible. Ya sabes lo que se siente el dolor, hasta la última fibra de tu cabello sabe lo que se siente perderlo todo, pero ¿qué sucede? ¡SALES ADELANTE!... Mejor que antes, mejor que nunca. Más sabio, más maduro. 

Dejemos de tenerle miedo al FRACASO, a las CRISIS, que hasta con la simple palabra nos asustamos... ¡Nada nos prepara tanto para un crecimiento que enfrentarse a situaciones terriblemente adversas!... "Sí, fracasé en mi negocio, en mi trabajo, en mi relación, pero ¿sabes que?... Voy a volver por más... Que se preparen en ese trabajo del que me despidieron, en ese negocio que no prosperó, en esa relación que terminó muy mal, porque aunque tal vez ahorita no tenga las fuerzas necesarias, voy a ir a prepararme, a estar listo, para cuando sea hora de volver a la batalla, regresar más fuerte y más preparado que nunca".

martes, 12 de mayo de 2015

Las Nuevas Generaciones y Sus Fracasos Matrimoniales

En el CM anterior, al hablar de la importancia de la independencia femenina a nivel financiero, mencioné las estadísticas de divorcio en nuestro país, que si bien aun están lejos contra las de nuestros vecinos norteamericanos, hemos crecido de manera constante los últimos años, a lo que nuestros padres y abuelos, pertenecientes a otra generación en donde el matrimonio SI era para 'toda la vida', no dejan de hacerse la constante pregunta de: "¿Qué le sucede a los jóvenes de ahora con el matrimonio?"

Debo decir que, aunque yo misma formo parte de la estadística (divorcio número 245 en Nuevo León a inicios del 2014), de igual forma me interesa la causa de este fenómeno que, gracias a mi experiencia, me ha permitido escuchar y orientar a quienes planean entrar en el cansado proceso legal de disolver lo que hasta hace un par de años, era un sueño hecho realidad... ¿Qué nos sucede a los matrimonios jóvenes de ahora? ¿Qué estamos haciendo mal que nuestros padres y abuelos parecían hacer tremendamente bien? ¿Estamos destinados a fracasar? 

En mi teoría, y a pesar de que puede haber muchas causas, yo las divido en dos:
- Incremento de necesidades femeninas 
- Intolerancia al fin del enamoramiento 

La primera teoría va enfocada a la parte 'negativa' de la revolución femenina. Cuando tenía que dar las vueltas al juzgado de lo familiar donde muchos tramitan su divorcio, fue muy fácil para mi darme cuenta que el 80% de quienes solicitaban iniciar el cansado trámite, eran precisamente mujeres. En antiguas generaciones, la tarea de la mujer casada parecía estar enfocada en la crianza de los hijos y el cuidado del hogar, no tenían trabajos fuera de ser amas de casa y algunas no tenían estudios; ¿qué pasaba si las cosas no salían bien con el marido?, ellas no tenía muchas opciones, contaban a su cargo con 10 hijos y su único proveedor era precisamente su pareja, no había mucho lugar para ese orgullo imperante feminista de "a mi ningún hombre me va a ver la cara". Si el esposo resultaba ser un alcohólico o un mujeriego, como mi abuela decía "esa era tu cruz", y la mayoría simplemente se resignaba. La principal necesidad que debía cubrir el hombre de familia era precisamente proveer. ¿Qué sucedió después?, que un hombre nos provea ya no es suficiente para la mayoría de nosotras, ya que para empezar, muchas ya no necesitamos que nos mantengan, y buscamos no solo el apoyo económico, sino que dicho sujeto también sea un buen amigo, confidente, divertido, inteligente, fiel y claro, buen amante. ¿y si no lo cumple?,... se va. El que nosotras ahora seamos más autosuficientes que nuestras abuelas nos ha permitido ser más estrictas en la búsqueda de nuestro compañero de vida, y si el hombre resulta no ser lo que queremos, tramitamos el divorcio.

La segunda teoría es lo que yo llamo: "No me casé contigo, sino con quien creí que eras (o ibas a ser)". La mayoría llegamos al altar enamorados perdidamente de nuestra pareja, él o ella son seres perfectos, únicos y sus defectos no son ningún problema para nosotros, esto hasta que la etapa de enamoramiento termina, tal como lo dice Gary Chapman: "Pensar que la experiencia del enamoramiento es eterna no es más que ficción, no es la realidad... El promedio de duración de la obsesión romántica es de dos años... Con el tiempo todos bajaremos de las nubes y pondremos nuestros pies en la tierra otra vez. Tenemos los ojos abiertos y vemos las imperfecciones de la otra persona". Si esto ha existido siempre y va a pasarnos a todos, ¿Por qué es una causa de problemas y divorcios ahora? ¿Por qué hay muchas parejas que no pasan los terribles 2 años?... Por intolerancia a las diferencias "irreconciliables" que surgen una vez que el enamoramiento termina, los defectos salen y lo único que nos queda frente a nosotros es a la persona tal cual es, no a quien en nuestra ilusión creímos que era o iba a ser. Lo que antes eran 'defectitos', hoy son intolerables y enormes 'PEROS', y es cuando empezamos con las frases de: "Yo pensé que iba a cambiar", "Yo creí que se le iba a quitar", "Yo no sabía que ella siempre iba a ser así". Y la verdad, y si fueron honestos desde el principio, ¡sí lo sabían!, pero no se le dio la importancia.

Ahora, ante estos dos puntos, ¿qué es lo mas recomendable? La primera teoría no es negativa y de hecho no creo deba cambiar, es parte del progreso generacional buscar una satisfacción y no conformarnos con lo que nos hace infelices (obviamente sin caer en los extremos), pero la segunda teoría es importante hagamos lo posible por erradicar esa 'intolerancia a la verdadera pareja' y nos hagamos mas responsables por las decisiones que tomamos. ¡Nosotros elegimos a esa persona!, y no es perfecta, pero tampoco lo somos nosotros. 

Es muy agradable estar enamorados y rodearnos de esa fantasía y fuerza que nos dice que, de la mano de nuestra pareja, todo lo podemos lograr, pero hay que estar con un pie en el cielo y el otro en la tierra. En la medida de lo posible hay que buscar no perder el piso y estar conscientes de que esa persona que estamos eligiendo (o ya elegimos) como compañero de vida, tiene hábitos, defectos y detalles que ya vienen 'de fábrica', nosotros no los vamos a cambiar y no los vamos a convertir en nuestro ideal. Asume que sus defectos de hoy, siempre serán así (o que incluso se acentuarán) y pregúntate si podrías vivir con ello. Si la respuesta es si, adelante... Si no, entonces reconsidera tus decisiones. 

Las generaciones cambiaron y aunque es verdad que nosotros los jóvenes vengamos incluso pre-programados para correr por la puerta de emergencia cuando las cosas no son como esperábamos, hay cosas que aún debemos conservar de nuestros padres y abuelos, como la tolerancia y la madurez de ser firme a nuestra palabra, esto mezclado con nuestra nueva modalidad de pensar que nos hace exigir con justicia y asertividad, la relación que merecemos. Estoy segura aun y con todos los pronósticos en contra, podemos lograr que los "SI, ACEPTO", duren para toda la vida. 

Laura Franco

martes, 5 de mayo de 2015

La Independencia Financiera Femenina

Estaba en mis primeros días de la universidad hace suficientes años cuando un maestro preguntó la razón por la que habíamos entrado a estudiar la hermosa carrera de Psicología. La mayoría daba respuestas de "Quiero ayudar a la gente", "Me gusta escuchar a las personas", etc., pero también existía un selecto y no tan pequeño grupo de mujeres que entrábamos (me incluyo) en la categoría de ser estudiantes MMC (Mientras Me Caso). Con imperante orgullo levanté mi mano esa mañana de martes y jamás me interesó ser como algunas otras que su mayor sueño era ser profesionalmente exitosas. Pero yo no, yo quería ser ama de casa y vivir a cuestas del exuberante salario del que fuera mi futuro esposo (el futuro Señor Franco). 10 años después lo había conseguido, pero un año mas tarde, lo perdí. Noche de martes, sentada en la puerta de entrada de mi casa viendo la impetuosidad de mi deuda y yo, con papeles de divorcio, cuentas de honorarios de abogado y un sueldo de asistente.

A la mayoría de nosotras, y si tuvimos la fortuna de crecer en una "familia tradicional", nos enseñaron (aveces inconscientemente) a ser económicamente dependientes de alguien más (normalmente un hombre); primero obviamente nuestro padre, y mas tarde, nuestro esposo. Esto fue mucho más acentuado en generaciones anteriores, pero no hay que irse tan lejos ya que este hecho, aunque va en afortunado descenso, sigue vivo especialmente en las mujeres que actualmente pasan los 40 años. 

Si hacemos un ejercicio mental y vemos a las mujeres que rodean nuestra vida, todos tenemos a una tía, abuela, prima, hermana o incluso nuestra madre que dependen 100% de alguien más. Si esto fuera de su esposo o pareja, ¿qué sucederá si el señor decide irse o la misma vida nos lo arrebata? Algunas responderán que sus hijos se harán cargos de ellas pero, ¿qué pasa si no hay hijos? ¿o si mis hijos se van lejos y se olvidan de mi o sus respectivas parejas no les permiten cargar conmigo?... ¡El Gobierno puede ayudarme!... ahora, dependeré del gobierno y los programas del adulto mayor con las ayudas que quiera darme. La respuesta parece ser buscar DE QUIEN DEPENDER... un reverendo atentado contra la capacidad de muchas mujeres.

Pero lo vemos tan lejos ¿cierto?... vemos cómo esto le sucede a la vecina, a la tía lejana, a esa prima que ya no vemos la cual tenía su vida aparentemente solucionada y un día, el señor se fue y ella se quedó ahora sin su sustento y se encuentra buscando de dónde obtener dinero para sacar al menos la mitad de lo le daba antes su pareja, y entonces decimos: "Ah, pobrecita. Dios la ayude". O lo que es mucho peor, la excusa número 2 (la 1 son los hijos) de porqué una mujer sigue en una mala relación: "Y luego ¿yo qué voy a hacer?".

Si seguimos pensando que esto es un fenómeno ajeno a nosotros, vale que recalquemos lo siguiente:

- En 1980, 4 de cada 100 matrimonios terminaba en divorcio, hoy el numero esta ya casi en los 20s, es decir 1 de cada 5.* 
- La edad promedio de una mujer de divorciarse es a los 37 años*
- Las zonas donde hay más divorcios es es Nuevo León y en el D.F.*  
- Una mujer divorciada o separada, baja su nivel de vida económico un 70% comparado contra lo que tenía cuando su pareja aun estaba con ella**
- Existe un importante porcentaje de mujeres que permanecerá soltera aún pasando los 50 años (y que tendrán que hacerse cargo de ellas mismas toda su vida)**
- El ingreso por jubilación de una mujer es menor al de un hombre porque ella pasa en promedio 14 años fuera de la fuerza laboral (digamos el tiempo que cuida a los hijos hasta la adolescencia), lo que hace que su aportación a fondos de retiro, disminuya considerablemente** 
- Las mujeres viven en promedio de 10 años más que los hombres (hay que saber de qué se va a vivir este tiempo extra)**
- 3 de cada 4 ancianos en pobreza son mujeres, y el 80% de ellas no padecían estas condiciones cuando sus esposos vivían**

Aun conociendo estas estadísticas que aparentan un enfoque a las mujeres que pasan los 40, hoy en día siguen existiendo quienes se casan por dinero con el "buen partido", haciendo uso mayormente de su atractivo físico (tenemos muchos casos de conductoras de televisión las cuales yo espero al menos estén haciendo ahorros o invirtiendo en negocios lo que le obtienen por su belleza). 

Es cierto, hay una edad en la que podemos conseguir casi todo porque somos jóvenes y nuestros muslos están firmes, pero creer que esto será eterno es irreal. Llegará el día en que habrá mujeres mucho más jóvenes, bellas y con muslos más firmes que los nuestros, y que nuestro mejor plan estratégico sea que nuestro esposo no se vaya a enamorar de ninguna de ellas para que no nos deje en la calle, ¡es una mediocridad!

No importa la edad que tengas, si ahorita estas casada y dependes económicamente 100% de tu pareja, empieza por buscar hacer un ahorro PARA TI, y puedes incluso emprender un negocio pequeño aunque hoy no necesitas ese ingreso, pero la idea es empezar a tener siempre nuestro propio respaldo por si algo sale de nuestros planes... así que si seguimos pensando que esto no nos pasará a nosotras, mejor pensemos de nuevo y vamos a preparamos para no tener que depender jamas de nadie que no sea de nosotras mismas. 


Laura Franco

* INEGI
** "Mujer Millonaria", Kim Kiyosaki


Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...