martes, 30 de junio de 2015

Bodas Canceladas: Regresando Anillos... y Sueños

Los vuelos a Guadalajara para ver a David, aunque son bastante cortos, me parecen tremendamente eternos por el tiempo que he esperado para verlo, así que como suele ser mi costumbre, hago plática con mis compañeros de asiento. Esta vez conocí a Luis, un tapatío que visitaba Monterrey por una interesante propuesta de llevar la carne regia, a su tierra, en donde, a palabras de David, allá hay puros "pellejos". Al tocar el famoso tema de las relaciones, Luis me mencionó que era 'felizmente' soltero luego del desastroso final de la relación de toda su vida con una bella mujer que se encargó de romperle el corazón terminando con él de una manera que simplemente no vio venir. "¡Me canceló la boda! Ya teníamos avanzados los preparativos, y luego de 5 años de relación, simplemente dijo que no estaba segura ¿cómo podía no estarlo luego de 5 años?". Por mas difícil que parezca la situación, el caso no era ajeno a mis oídos ya que no era para nada la primera persona que me lo decía, siendo los hombres la gran mayoría y las mujeres predominan en ser quienes toman la decisión de regresar el anillo antes de dar el "acepto" frente a una gran congregación de ansiosos invitados que esperan ver cómo el amor sigue triunfante a pesar de nuestra egoísta actualidad. 

Mientras Luis me contaba cómo era que esa mujer le había roto el corazón, no pude evitar acordarme de Leonardo, un gran amigo mío desde hace mas de 10 años el cual hace un año retomamos amistad dadas nuestras tragedias de aquellos meses. A Leo también le regresaron el proyecto de boda, solo que con menos anticipación ya que la mayoría de los preparativos no pudieron ser cancelados, y se perdió una importante cantidad de dinero. "7 años de relación Laura, ¡7 años!... y ella solo dijo -no estoy segura de que esto es lo que quiero-"... "¿Te dio una razón en específico?"... "Solo eso, que el amor se había acabado". Esa y otras historias más que he escuchado en el tema me hicieron preguntarme: En una relación relativamente larga y viendo en puerta los preparativos de la boda, ¿Es posible cambiar de opinión? ¿Porqué echarse para atrás hasta entonces?... y aunque duela ¿Nos están haciendo un favor?

Bien dicen que en todas las historias existen 3 versiones: La de él, la tuya, y la verdadera, así que en miras de ser justa con cualquier acusación, busqué a Diego, un amigo que fue él quien canceló la boda que tenía en puerta con su novia de un año y medio. Ella estaba sumamente feliz de contraer nupcias, ¡era el sueño de su vida!... "Pero de pronto yo no estaba seguro, simplemente no era lo que quería, o no en ese momento, no estaba listo, pero conforme pasaban los preparativos era mas difícil cancelar, así que solo un día me agarré de valor y lo dije... No fue nada fácil, sabía que muchos me odiarían, pero lo hice también por ella" me confesó Diego esa tarde por correo.

Entonces, ¿porqué cancelar una boda luego de años de noviazgo? Según lo que pude recabar y analizar, llegué a estas 3 causas (que claro pueden ser más):

-Ya no era amor: Probablemente el mas común cuando duras mucho tiempo y luego terminas. Hubo enamoramiento, hubo compañerismo, hubo todo,... por un tiempo... luego un día solo se convirtió en costumbre y otros años más pasaron estancados ahí.
-Miedo al compromiso: El noviazgo es tremendamente cómodo comparado con las responsabilidades que lleva un matrimonio, y el egoísmo imperante en nuestra actualidad no ayuda para nada en esta parte... ¿Para qué casarse si así estamos bien cada quien en su casa?. Cuando la relación se forza a pasar al matrimonio y uno de los dos tiene este sentir, es una razón para 'echarse para atrás'.
-Deshonestidad desde el inicio: No precisamente con la otra persona sino consigo mismo, no se fue sincero con los propios sentimientos y quizás pensamos que el amor un día llegaría, solo para darnos cuenta que desde el principio no era lo que queríamos y ya no podemos fingirnos más.

Cualquiera que sea la razón y si es tu caso o el de un amigo cercano hoy en día, te platico que yo en su momento, siendo una mujer casada a la que le dijeron un día "Es que creo que yo no estaba listo para casarme cuando lo hicimos", y que mientras escuchaba semejante confesión me tocó tragar saliva que me supo a arena de mar... y luego de escuchar las historias de  Luis y Leo, por alguna razón me hace no tenerle ningún rencor a alguien como Diego que aun luego de haber dejado avanzar los preparativos y tal vez quererlo ahorcar por la enorme decepción que muy seguramente sintió su entonces novia, podemos decir que al menos brincó antes de que fuera más tarde, porque no imagino la cantidad de valor que se requiere para decir la verdad ante tanta presión social, y si, es verdad, pudieron haberlo hecho antes de dejar que la ilusión creciera, pero no sabemos lo que cada quien carga como para juzgar los momentos de sus decisiones. 

No digo que no duela, ¡claro que duele!... y es perfectamente normal que lleguemos a odiar y maldecir a esas personas que nos rompen nuestros sueños blancos, pero siempre pudo haber sido peor ¿no?... Como le dije a Leo en su momento: "Pudo haber sido peor, pudiste haberte casado y luego tener que pasar un divorcio porque ella no te amaba, y yo pude haber tenido hijos... y ¡al menos aun somos jóvenes!... vamos a volver a ilusionarnos, vamos estar bien"... y no me equivoqué.

martes, 23 de junio de 2015

Cuando un EX Vuelve (Las llamadas 'del mas allá')


Eran pasadas las 6 de la tarde y estaba terminando con los últimos pendientes de la oficina un martes cualquiera, cuando recibí una llamada. No tenia mucho que había cambiado de celular, así que existían varios contactos aun sin guardar en mi repertorio y ya hoy en día nadie se aprende los números de nadie (para eso tenemos la memoria de los smartphones). Al tomar la llamada y esperando escuchar una voz clara, una canción comienza a sonar. Inmediatamente supuse que era David con un acto romántico, pero de nuevo vi el número y era una llamada local, imposible que fuera David. Acto seguido pensé en Sandra y Mauricio, seguramente intentando reanimarme dado mi reciente 'problemita' de salud, pero tampoco podía ser, ellos no conocían la canción... y entonces me di cuenta, estaba recibiendo una llamada 'del más allá'.

Recuerdo que a mi amiga Mariana la buscó su ex-novio Juan un millón de veces después de que ya habían terminado. Juan, luego de los nada despreciables 4 años de noviazgo, cometió un acto de infidelidad. Le tomó algo de tiempo a Mariana darse cuenta, y algo más de tiempo también para tomar la decisión de alejarse de él por completo, pero no pasó mucho tiempo para que Juan volviera a buscarla una, dos, tres, diez, veinte veces de nuevo. "¿No entiendo qué es lo que quiere?, él tomó la decisión de irse con otra mujer, yo lo acepté, y de pronto llama porque quiere verme, hablar conmigo, que lo escuche"... ¿Hay algún proceso inconcluso detrás de un 'muerto vivente'? ¿Por qué casi siempre hacen (o hacemos) una honrosa re-aparición que suele llevar la frase de "Quiero hablar"?

Puse el tema a discusión en la hora de la comida, "¿Alguno de ustedes ha vuelto a buscar a un ex? ¿Porqué?"... "Yo sí" dijo Humberto con algo de vergüenza, "Le avisé que iba a casarme"... Le preguntamos la razón y el dijo que no sabía, que solo sentía que su ex novia debía saberlo, sin ningún otro motivo. Irma interrumpió "La única razón por la que se busca a un ex, es para tener relaciones con ellos, o porque ellos quieren tener relaciones contigo, ¡están calientes y aburridos!". Irma fue mucho mas directa, y quizás realista... ¿es verdad que es solo un arranque de calentura? ¿o hay algo más? ¿existe algún ciclo que no se cierra?

Con la información recabada y mi experiencia... y aún desconcierto de haber recibido esa llamada la tarde anterior, regresé a mi oficina con la conclusión de que este tipo de fenómenos ocurre por una, dos o las tres razones siguientes:

1. Sexo: Tal como lo dijo Irma, el intimar con un (o una) ex es una de las cosas más comunes en las relaciones por la familiaridad que esta implícita (ya existe ese vínculo de confianza), e incluso con nadie puede ser más fácil que con ellos.

2. Competencia: Bien nos decía Samantha Jones en Sex and The City que siempre existía una batalla con un EX llamada "¿Quién morirá miserable?" la cual consta de ese sentimiento infantil pero triunfal de ver que a uno le fue mejor que a otro. Así que una llamada 'del mas allá' bajo esta categoría, es simplemente una excusa para, en palabras coloquiales, echarse en cara a quién le fue mejor.

3. Nostalgia y Confianza: El haber compartido con alguien uno o 20 años de nuestra vida, nos dio sin lugar a dudas, un lazo muy fuerte con el o ella. Compartimos muchas cosas y es probable que nadie en el mundo nos conozca como ellos (o eso creemos), formaron parte de una sección crucial de nuestra historia y si algo malo (o bueno) nos pasa, aveces sentimos que a la primera persona que le queremos avisar, es a ella o el (como Humberto que le llamó para avisarle que contraería nupcias). Hay una familiaridad ahí que nos hace sentir, por un segundo, comprendidos (muchas veces creencia errónea).

Sin embargo, las 3 razones nos llevan al mismo punto, es un ciclo sin cerrar y que simplemente no lleva a ningún lado. 

En Facebook estuvo rondando una historia breve que hace analogía con el excremento frío y como un ex, es uno de ellos al hacernos creer, después de un tiempo, que se ha convertido en chocolate o alguna otra cosa, pero que al probarlo nos daremos cuenta que sigue siendo ese deshecho, solo que el tiempo se ha encargado de fosilizarlo y confundirnos de su apariencia.

Los ex son (somos) y serán (seremos) EX, forman parte de nuestro pasado y al abrirles la puerta no encontraremos algo diferente a lo que ya conocemos, aunque por ese instante que tomamos el teléfono lo olvidemos.

No se trata trata de ser groseros ni descorteces, simplemente si no hay nada nuevo que decir y si ya sabemos que esa vuelta a la vida no va a traernos nada bueno (por el contrario, problemas), simplemente dejémoslo enterrado y echémosle mas tierra... y cuidemos tampoco no ser nosotros un zombie de alguien mas.

Existe una razón por la cual hay gente que debe (y debemos) pertenecer en el pasado, y es mejor dejarlos ahí. 

lunes, 8 de junio de 2015

Relaciones a Distancia... ¿Funcionan Realmente?

Este ultimo año lo llamo el "yo nunca... bueno sí", ya que me ha pasado y he hecho exactamente todo lo que dije que NUNCA haría:

-Vivir sola
-Viajar sola
-Ser 'workaholic'
-Buscar asensos en la compañía (una Gerencia a mediano plazo)
-... y tener una relación a distancia

Todos conocemos el dicho (con sus diferentes palabras) de "amor de lejos,... felices los cuatro o amor de pen...sarse", y aunque mi relación mas distanciada hasta hace un tiempo había sido con un Nicolaita (municipio colindante a 20 kilómetros de Monterrey), por primera vez lo vi posible en Junio del año pasado, cuando salía con el michoacano, un agradable amigo viviendo la soltería en sus 30's y con las mejores intenciones de entablar algo serio conmigo. No duramos mucho ya que los 800 kilómetros de distancia no ayudaron y en cierta forma, faltaba 'algo' que no sabía qué era y lo descubrí un tiempo después.

En aquellos meses y mientras hacíamos fila para una tirolesa un domingo familiar en un parque de diversiones, tuve una plática con uno de los hombres más importantes de mi vida: mi hermano. "Mira a Dennise, a ella le funcionó y hasta se fue a Mexico a vivir con él, y parece estar muy bien"... le dije buscando sostener la posibilidad de una relación a distancia, a lo que Poncho respondió "Si, pero recuerda la excepción y la regla... Dennise y su situación forman parte de las excepciones, la regla es que esas relaciones (a distancia) no funcionan, o no fácilmente". Dado el correcto raciocinio de mi joven hermano, acepté que tenía razón y que quizás la situación con el michoacano no avanzaría mucho; y no me equivoqué... faltaba ese 'algo'. 

Unos meses más tarde y como suceden las cosas que no esperas, me encontraba en el estacionamiento de un centro comercial a punto de entrar a una tienda y aun en el auto recibí una notificación de Facebook diciendo que David había aceptado mi solicitud de amistad. No era un tipo que acabara de conocer, de hecho era alguien que conocía bastante bien y a la vez no sabía absolutamente nada. Era prácticamente como ése primo lejano que ves cada que alguien se casa, muere... o ni así. La última vez que coincidimos teníamos 17 años cuando vino a Monterrey a un concierto. Trajo consigo a una amiga con la que salía y yo me encontraba en pleno romance con Gabriel. Ni siquiera cruzamos palabra aquella vez. En esta ocasión, luego de varios años sin hablar y ya que el desamor nos había cobrado varias facturas, decidimos retomar nuestra amistad que más tarde ya no era tan amistad. La verdad no pensé que fuera a llegar a mas desde el inicio, 900 kilómetros nos separaban, pero conforme el tiempo transcurría el sentimiento fue creciendo y solo así, me encontré atrapada en una relación a distancia viajando cada 3 semanas a Guadalajara. A inicios de este año, mientras estaba por abordar de nuevo el famoso vuelo 677, y aunque estaba convencida de que me encontraba haciendo lo que me hacía feliz, no pude evitar preguntarme: ¿Realmente las relaciones a distancia pueden funcionar? ¿Qué se necesita? 


Luego de varios meses y comprobar con mis propios ojos que las cosas tomaban forma al paso del tiempo, pensé: "¿Cómo en el mundo, David y yo pudimos (hasta ahora) hacer funcionar una relación que parecía no tener mucho futuro?.. Inversiones en viajes (a pesar de no estar en nuestra cúspide financiera) sumada a una breve pero nada descartable diferencia cultural"... 3 ingredientes:

¡CCP!

-Confianza
-Compromiso
-Proyecto

Confianza
"¿Cómo puedes tener un novio que vive tan lejos? ¿Cómo lo vas a vigilar? ¡Te engañará!", me dijo mi compañero de trabajo Felipe una mañana, una mañana en la que obviamente Felipe era un ignorante de mi pasado en donde dormir con alguien no te garantiza fidelidad.

En ninguna relación se recomiendan los celos y en todas la confianza es pieza angular, pero en una relación a distancia el nivel de complejidad sube un poco, ¿por qué?, tan sencillo porque no puedes acompañarlo a prácticamente ningún lado, y dado que no puedes ir con el o ella a esas fiestas de cumpleaños que se prolongan hasta el amanecer, no te queda de otra mas que confiar en que hará lo correcto.

Compromiso
Tener una relación a distancia es aguantarse:
- Ir solo a los eventos sociales (especialmente las bodas)
- Las ganas de un abrazo de tu pareja cuando tuviste un mal dia de trabajo o luego de una pelea
- El gasto físico y económico que implica ir a visitarlo
- Las necesidades de tener intimidad

Aunque obviamente todas las relaciones implican un grado de compromiso, en el caso especifico con las foráneas debe ser imperativa la madurez en lo que ya he mencionado como: 'beneficios a largo plazo por los de corto plazo'. Sería muy fácil justificarse en la distancia para caer en los brazos de alguien más. En una relación a distancia, la frase de "el interés tiene pies" es exageradamente evidente.

Proyecto  
Si en una relación 'local' tienes que esperar unos reglamentarios meses para preguntar: "¿y esto a donde va?", en una a distancia no puede pasar mucho tiempo, ya que con los COMPROMISOS que implica, no la puedes llevar como una aventura (simplemente no es rentable) y nadie le dedica tanto esfuerzo a algo que no tiene interés serio. En esta inversión existe forzosamente un "¿Para qué?"... "¿Cuál es el plan? ¿A dónde vamos? ¿Cuánto tiempo estaremos así?" ... y "¿Quién se mueve y deja su vida como la conoce para hacer vida contigo?"

En resumen, las relaciones a distancia son posibles, solo requieren de ambas partes mucha madurez y algo de esfuerzo extra para echarlas a andar... y aunque aveces la espera sea larga y en varias ocasiones te arrepientas de haber iniciado una aventura con alguien a quien no puedes pedirle te acompañe al cine o a cenar cada que tu quieras, son éstas cosas las que te hacen crecer un poquito más al aprender a cambiar la cantidad por la calidad de tiempo con la gente que amas. Valoras mucho más el tener a esa persona cerca (porque sabes el esfuerzo que te cuesta), te haces más sensible a los momentos que realmente valen la pena, ya que, como decía Garth Brooks: "No eres rico realmente hasta que tienes algo que el dinero no puede comprar" como la sensación de un abrazo en el aeropuerto que has estado esperando.

Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...