martes, 11 de agosto de 2015

Celotipia: El cansado (pero popular) mundo de los CELOS

 Bienvenidos a la República de Celotipia (también conocida solamente como Celotipia), el lugar en el mundo de las relaciones donde muchos vivimos o hemos vivido. Esa desagradable área de nuestra historia que viene acompañada mas que nada de muchas peleas y el horroroso sentimiento de frustración. Celotipia tiene dos zonas: la Zona Sur, en donde viven las personas que constantemente celan a sus parejas (esas que preguntan hasta quién respiró tu aire), y la Zona Norte, donde viven los celados (aquellos a los que siempre les están haciendo escenas y se aguantan hasta los golpes de sus parejas). Conozco Celotipia muy bien, porque de hecho, residí ahí por muchos muchos años.

Llegue a la Zona Sur de Celotipia a los 17 años en mi primera relación formal. Recuerdo que en reiteradas ocasiones le hice pasar a mi inocente novio momentos demasiado incómodos gracias a mis grandes y molestas inseguridades. Siempre que alguien me cuenta que es celosa(o) o tiene a su pareja en este estado, en broma digo que nadie es mas celosa que lo que yo era antes de mis 20, donde, por ejemplificar el grado, menciono que la peor fecha del año para mi era cuando él cumplía años, ¡por que la gente lo iba a abrazar!... y como un anécdota extra, diré que sufrí enormemente cuando bailó el vals de quince años con su hermana menor, ¡vaya que yo no toleraba que absolutamente nadie se le acercara! (incluyendo su propia familia)... Hoy me río, pero en aquel entonces era un sufrimiento interminable para ambos, ya que no solo él tenía que cargar con mis berrinches, sino que YO también tenía que cargar conmigo y con la pesadez constante de sentirme molesta. Esa relación terminó, y a partir de ahí me propuse a no volver a ser tan asfixiante, pero para mi sorpresa, el karma me alcanzó en mi siguiente relación donde me mudé al Norte de Celotipia, y ahí me convertí en la persona que no se podía sentar en el mismo auto que transportara a un hombre vivo.

Hoy en día, habiendo vivido en las dos zonas de la República de Celotipia, y con el lujo de ahora estar en una zona neutral y tranquila donde definitivamente tiré mi boleto de regreso; viéndolo desde afuera y escuchando a quienes actualmente son residentes, me asaltan algunas dudas del tan cansado pero tan popular fenómeno de LOS CELOS: ¿En algún momento los celos son sanos? ¿Existe de verdad un grado 'bueno' o 'normal'? ¿Éstos significan que la pareja nos importa mucho? ¿Quién sufre mas en una relación de celosos? 

A mi muy personal experiencia, desmenuzo cada uno de los mitos o dudas de Celotipia:

1. ¿Los celos son sanos?
En su definición literal, los celos son esos sentimientos que experimenta una persona cuando sospecha que su ser amado siente cariño hacia otro, o cuando éste prefiere a algún tercero sobre de él. Entonces, si los celos son ese sentimiento de estrés ¿qué hay de sano en ellos? Es verdad, son inevitables en algunas ocasiones, pero llamarlos sanos no creo que sea lo mejor ya que, quienes los hemos padecido, sabemos que NO se siente nada bien ese retortijón en la boca del estómago o esas 700 llamadas perdidas de nuestra encolerizada pareja. En lo personal no les conozco ningún beneficio salvo esa "bonita" sensación en el enamoramiento de que nuestra pareja teme perdernos... pero cuidado, la línea entre lo lindo y lo catastrófico en Celotipia es muy delgada.

2. ¿Quién sufre mas?
Aunque el celado sufre mucha asfixia en una relación donde imperan los celos, es el CELOSO quien se lleva la peor parte. ¿Por qué?... porque repito lo del punto anterior: El celoso sufre sentimientos y frustraciones internas rodeadas de miedos e inseguridades acerca de perder al ser amado. Con lo anterior, imagina el peor escenario, tiene pesadillas con el día en que encontrará que sus sospechas han sido ciertas, y cada que el celular suena, un shock eléctrico atraviesa su cabeza. El celado sin embargo y aunque carga con las llamadas constantes de la pareja y la mayoría de sus absurdas reclamaciones, muchas veces es cuestión de tiempo para que solo se canse de ellas y simplemente las deseche de su vida. Molesto, doloroso, pero es el CELOSO quien pelea contra su propia mente TODOS LOS DIAS. 

3. ¿Porqué celamos?
Porque amamos a nuestra pareja, porque tememos perderlo, porque tiene muchos amigos, porque tiene una compañera de trabajo muy guapa, porque viaja, etc. todas esas "sub-razones" están detrás de la verdadera y cruda realidad: "Soy totalmente reemplazable"... Aunque nos cueste admitirlo (yo me tardé como 5 o 6 años en hacerlo), la frase que , en mi muy particular caso escondía y justificaba por años mi estadía en la Zona Sur de Celotipia era: "No soy suficiente y es cuestión de tiempo para ser traicionada y reemplazada". Por eso nos han dicho por años los expertos que los celos son inseguridades, pero inseguridades de nosotros mismos (no de nuestra pareja). Nosotros mismos no estamos seguros de nuestro valor (por lo tanto creemos que es un valor muy bajo) y tememos que nuestra pareja se de cuenta de ello y entonces se vaya con quien valga más que nosotros (que a nuestro subconsciente puede ser cualquiera). 

4. Escenarios imaginarios
Un amigo muy cercano tuvo una larga jornada en la oficina y saliendo fue directamente a cortarse el cabello (que ya era bastante necesario). Como llegó bastante cansado y mas tarde de lo habitual, inmediatamente pasó a la regadera para quitarse de encima todos los restos de cabello que a los hombres les pica en el cuello luego de pasar por las tijeras del estilista. Sin decir una palabra (recordemos que estaba exhausto), se acostó en la cama donde su esposa ya lo esperaba. Ella guardó silencio unos momentos hasta que mejor optó por despertarlo y cuestionarle de con quién había estado y porque había llegado tan tarde y directo a bañarse sin decir una palabra. La verdad era que el sí había estado trabajando hasta tarde, se cortó el cabello, el cuello le picaba y llegó a bañarse, pero la esposa SUPUSO que había estado con otra mujer. La palabra clave en los celos es que son SUPOSICIONES, fantasías, imaginación, falsas realidades derivadas de nuestra inseguridad y que si las dejamos volar, pueden llegar bastante lejos (vaya que somos capaces de inventar toda una escena en donde incluso vemos a nuestros respectivos riendo con la/el amante mientras beben vino y dicen "jaja, se creyó lo de la junta, ¡ingenua!"). Son escenarios imaginarios desembocados (y magnificados) por nada mas y nada menos que por nuestro propio miedo de ser reemplazado.  

5. Cuando no confían en ti 
Bien nos dice Walter Riso que es una falta de respeto muy sutil y escondida el que no confíen en nosotros. Si escuchamos frases como: "De seguro estabas con otra", lejos de sentirnos halagados, hay que poner las cosas en claro. Nuestra respuesta es obviamente "No", y si reiteran con un "Claro que sí", están dudando de tu palabra = eres un mentiroso = una falta de respeto a nuestra persona. 

También es común que alguna vez escuchemos esas frases de: "Confío en ti, pero no en los demás a tu alrededor", esto es una mentira, lo que realmente quieren (queremos) decir es: "No confío en tu capacidad de manejar situaciones que puedan poner en riesgo nuestra relación", o lo que es lo mismo a "Te provocarán y caerás" = No confío en ti

Otra muy popular y del estilo chantajista es: "No me celas, no me quieres", la cual es una completa mentira. El querer a alguien y celarlo constantemente no son acciones que van de la mano. No hay que confundir el mostrar la preocupación por el bienestar de la pareja (que eso sí significa cariño y afecto), con el cuestionarle, recriminarle y prohibirle actividades normales.

6. La verdadera clave del éxito en la confianza 
Me tomó muchos años entenderlo a este nivel pero espero darme a entender en este punto, de nuevo, mi muy personal visión: lo importante NO es confiar en tu pareja. Algo diferente a lo que nos han enseñado por años, en donde la confianza es la piedra angular en cualquier relación (lo cual es obvio cierto)... sin embargo ¿no necesitamos confiar primero en nosotros para poder confiar en el otro? ¿confiar en nuestras propias capacidades? ¿en nuestra fuerza para salir adelante? ¿en nuestro poder personal? 

Hay una cruda realidad que dice que, aunque no queramos, la mayoría de la gente nos va a decepcionar/traicionar alguna vez en la vida (tu madre, tu hermano, tu mejor amigo, tu pareja, el amor de tu vida), ¡y no está mal!... Todos somos personas terriblemente imperfectas con nuestras propias decisiones a tomar todos los días, y además de ello cargar sobre la espalda el peso de jamas fallarle a NADIE, ¡a mi me resulta muy difícil!  

Entendamos este punto como la pieza clave para salir de Celotipia (y nunca mas volver). Los celos sí son inseguridad (quien lo niegue es que está ahí), pero como dije, la inseguridad en nosotros mismos ante el miedo de ser reemplazados. Una vez que aceptamos que el resto del mundo es libre de sus decisiones, actos, errores, aciertos y que no podemos pasarnos la vida esperando que alguien nos falle, ¡vaya peso que nos quitamos! Entendámoslo de una vez: No somos dueños de nadie. No podemos estar al pendiente del 100% de la vida de nuestra pareja y cuidando sus pasos, ¿no es suficiente cuidar los propios? y aunque lo intentáramos, créanme, no vamos a evitar que él o ella tome una mala decisión. Pero si comprendemos que la clave es que CONFIEMOS EN NOSOTROS MISMOS, realmente lo demás deja de pesarnos, porque sabemos, a nuestros adentros, que nosotros somos totalmente capaces de ser amados, valorados y apreciados por otro humano; y si por alguna razón éste nos falla (que aceptemos que esta es una posibilidad en la vida), sabemos también que contamos con las capacidades de salir adelante y que, aunque nos dolería, nos repondríamos, porque hicimos lo correcto y dimos lo que debíamos dar, y si el otro decide tomar otro camino, es su problema y su vida, no la nuestra. Si confías lo suficiente en ti, confiar en los demás deja de ser tan importante. 

¿Quién nos enseñó que una relación debía llevar implícito el sufrimiento, los dramas y el dolor habiendo tanto por disfrutar? No nos estanquemos en situaciones que los mas dañados somos nosotros. Aprendamos a salir de los círculos viciosos de las relaciones destructivas. Recuerda que el que confía, JAMAS SE EQUIVOCA.

martes, 4 de agosto de 2015

Finales Alternativos II: No era lo planeado, ¡pero resultó mejor!

Uno de mis más fuertes conceptos creados en Cada Martes desde el año pasado fue el denominado 'Finales Alternativos', que para quienes no lo recuerdan, hace mención a aceptar que nuestros desenlaces pueden ir muy lejos de lo una vez planeamos con ilusión y/o nos enseñaron que era lo aceptable desde niños... ¡pero también son bastante buenos!

El tema volvió a mi cuando hace un par de semanas me reencontré con una de mis mejores amigas que tenía bastante tiempo sin ver. Le comenté que David estaba por llegar a la ciudad en unos días, y su pregunta inmediata fue: "¿Pero te vas a casar?". Le respondí simplemente que no lo sabía, que tal vez lo haría, pero que no era honestamente mi preocupación hoy en día. En broma su esposo dijo: "¡El mismo error no lo cometes dos veces!", y aunque sí me causó algo de gracia su espontáneo comentario, la verdadera razón por la que decidí no considerar hoy el entrar de nuevo en un esbelto vestido blanco, era únicamente porque no formaba parte de mis prioridades. De alguna manera hacer que David se estableciera a la ciudad, y más importante aún, yo lograr hacerle un espacio en alguno de mis dos armarios llenos de ropa (que no me pongo pero tengo por si alguna vez se ofrece), me parecía mas importante que ver si dar res o pollo en un banquete para 200 invitados. 

No me malinterpreten, ¡una boda es fantástica!. La propuesta, el anillo, el contar la historia mil veces, la pedida de mano, separar el salón, elegir el vestido de princesa, todo, absolutamente todo ese evento es un sueño magnifico y sin duda creo que si lo disfrutas mucho (y no te estresas demasiado), valen la pena los mas de 100 mil pesos que vas a invertir en ella. ¡Es un evento magnifico!... pero el domingo para mi era mas importante remodelar el baño principal para que David no se sintiera intruso en mi antigua decoración fucsia desde el tapete hasta la esponja mas pequeña.

Pero volvamos a mi amiga y a su siguiente pregunta en aquella noche: "¿Pero vas a tener hijos?... y eso ¿será antes o después de casarte? ¿o cómo?". La adoro con todo mi corazón y entiendo la fuente de sus preguntas, ella quiere que sea feliz, pero ¿nuestra idea de felicidad es tradicionalista?, es decir, ¿solemos considerar que la gente no es REALMENTE feliz sino hasta que logra las metas sociales preestablecidas?, ¡Y que en ningún momento son malas!... Pero si por alguna razón no llegamos a ellas en el tiempo que nos lo imaginamos o simplemente algo inesperado nos ocurre ¡podemos incluso llegar a frustrarnos!... ¡Nos convertimos en seres extraños!, en esa mujer rara que no se casó, que no tiene pareja y va sola a las bodas, la que no quiso (o no pudo) tener hijos, en ese hombre que se quiso dedicar a viajar en lugar de sentar cabeza, y por ello nos tenemos que tragar las caras de "pobrecita" en las reuniones en casa de la abuela, todas y cada una con las insaciables preguntas de (todas reales, las he escuchado):

-¿Y vas a ir tu sola a la boda? ¿Sin pareja?
-¿Y porqué no tienes hijos?
-¿Cuando te vamos a conocer a una novia?
-¿Y la boda cuando va a ser? ¿o se van a quedar así?
-¿Por qué vives solo?

Pero lo sé, ¡todos las hacemos! y la idea de este artículo no es juzgar a quienes hacen (hacemos o hicimos) las preguntas forzosas sociales, ni siquiera a que dejemos de hacerlas (en una sociedad como la nuestra es duro remar contra lo tradicional), mi objetivo es que, quienes estamos en nuestro Final Alternativo, aprendamos a abrazarlo, a amar nuestra nueva realidad no planeada. ¿No logramos tener pareja? ¡salgamos a divertirnos!... Nadie nos detiene. ¿No conseguimos ese asenso en la compañía? ¡no tenemos que quedarnos tan tarde como ese compañero que sí lo logró! y nos da tiempo para ir a correr en las noches. ¿No podemos tener hijos? ¡aprovechemos nuestro tiempo fortaleciendo el lazo con nuestra pareja! Digamos NO a esa frustración generada de no ir con la corriente y abracemos que somos esos seres EXTRAORDINARIOS que hacen las cosas en otro orden o forma y ¡aun así somos felices!... Que esa cara de "pobrecito" que nos puedan poner se convierta no en un motivo de desánimo sino de risa porque quizás sí, si somos diferentes, pero no por eso es más desafortunados que cualquier otra persona... y si así fuera, fuimos bendecidos con una fantástica historia que contar al final del libro ¿no?

Alguien dijo alguna vez que la felicidad del hombre esta influenciada por su capacidad adaptativa. Mientras más nos negamos a una nueva realidad, más frustración sentiremos. Si podemos cambiarla, hagamos algo, y si no, ¡vamos a divertirnos con ella!

Mi suegra le escribió a David una carta antes de tomar su avión a Monterrey y la leímos apenas anoche: "La felicidad no es hacer lo que queremos sino querer lo que hacemos", y sostiene perfectamente la idea que me gusta pensar de los Finales Alternativos. No se trata de que forcemos al universo a que se hagan las cosas como nosotros queremos, ni que a nuestro lado se quede la persona que nosotros estamos aferrados, ni que nos quedemos en una ciudad toda la vida o vivamos en esa casa soñada o en ese empleo que por alguna razón perdimos. La felicidad de los Finales Alternativos consiste en ACEPTAR QUE EXISTEN, que todos aunque veníamos con un plan "perfecto", el que la jugada nos la cambien también puede ser bastante divertido. 

¿Hoy estas donde pensaste que estarías a esta edad?... Tal vez no ¡pero la hemos pasado increible!

Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...