martes, 28 de octubre de 2014

El Viaje a Nueva York: Tus Sueños son Tus Sueños

Estoy a punto de comprarlo, jamás hago algo así, algo tan caro, pero es nuestro sueño conocer Nueva York antes de ser padres”… finales de Octubre 2013, un viernes por la mañana en la oficina estaba más que entusiasmada por ese enorme cargo que haría a mi tarjeta de crédito, nada barato, pero valdría la pena al ver su expresión cuando en navidad abriera el sobre y viera los boletos de avión. La fecha estaba segura, el 16 de Abril 2014 conoceríamos Manhattan.

Aún con el enorme entusiasmo de ver mi sueño tan a punto de hacerse realidad y tan solo una semana después de haberle dado el sí a la agencia de viajes, encuentro la pieza que faltaba en el rompecabezas que por meses intenté descifrar del repentino cambio en el comportamiento de mi entonces pareja: había alguien más… y todo a mi alrededor se rompe a pedazos.

Nadie te dice cómo es cuando te das cuenta de ése tipo de cosas, lo ves en las películas e incluso fantaseas que si alguna vez te sucediera, lo atropellarías con tu auto y lo arrastrarías por kilómetros, pero no es así cuando te pasa, cuando te cae ese balde de agua fría y simplemente pierdes el piso, dejas de respirar, no puedes pensar en nada más, ni en comer, ni en dormir. Pasan algunos días, empiezas a tomar decisiones con todo tu ser terriblemente destrozado y en medio de tu dolor anímico, caes en cuenta de que tu situación financiera inevitablemente va a cambiar... justo entonces recordé: “¡Acabo de comprar un viaje a Nueva York para dos y lo debo todo!”. Entré en pánico, me agarré la cabeza y me quería arrancar el cabello, no sabía qué iba a ser de mi vida, no tenía idea de cómo iba a superar la situación que recién me atacaba y mucho menos cómo iba a pagar ese viaje ahora que tendría tantos gastos (cuando entras en separación y divorcio todo se desestabiliza, especialmente tu economía, porque el doble ingreso pasa a convertirse en solo tú ingreso, y la mayoría de los gastos son los mismos, igual debes pagar la casa, el carro, la gasolina, los servicios, la comida del perro, todo). A la vuelta de unas semanas me hice a la inevitable idea de que perdería ese vuelo y lo que había gastado en él, no era reembolsable y no pensaba ir, apenas y podría liquidar la deuda como para darme el lujo de gastar más allá; cabizbaja acepté que mi sueño debía cancelarse.

Se llegó el mes de Febrero y la mayoría de mis amistades conocían la situación del famoso viaje frustrado a Nueva York, a lo que una de ellas me dijo: “Ese era tu sueño, deberías cumplirlo de todos modos”. Al principio sostuve que no, dado los problemas económicos que ahí ya habían comenzado a hacer de las suyas (el abogado empezó a pasarme sus facturas), pero una mañana, así como suceden las grandes revelaciones en nuestra mente, desperté: ¡A la fregada, voy a tomar ese avión así tenga que hacerlo sola! (el boleto no era transferible, uno de los dos sí se perdería). Y así, de pronto y como por arte de magia, el miedo comenzaba a dispersarse, sabía que caminaría por las calles de la gran manzana solamente acompañada de mi maleta y mis ilusiones de disfrutar lo que tanto había anhelado, ¡y no me molestaba!, mi actitud empezaba a cambiar y empecé a sentir una ganas enormes de vivir. Unas semanas antes de que se llegara la fecha, mi viaje da un pequeño giro, mi hermano compra un vuelo para acompañarme.

El viaje fue maravilloso como toda la ciudad lo es, pero no olvidaré nunca la primera vez que vi Central Park. Tomamos el subterraneo de Queens hacia Manhattan y nos bajamos en la estación del museo de historia, solo que la entrada era por la parte de afuera, así que debíamos subir unas escaleras que daban directo al parque. Las recuerdo claramente, era un tunel obscuro, frío, con imágenes de animales a los costados y solo había una luz proveniente del exterior, tenía muchos escalones hacia arriba, pero conforme me acercaba el aire se sentía más y más fresco y limpio. Empecé a subir despacio y entonces miré hacia arriba, un grupo de árboles y enormes edificios me daban la bienvenida, no podía dejar de asombrarme con su inmensidad mientras a paso aun mas lento subía el último escalón. Había mucha gente pero juro que yo no podía escuchar a nada ni a nadie, solo a mi y a los árboles y los edificios que con su impetuosa altura e imponente precencia me hicieron sentir en casa, me hicieron sentir que yo era parte de ellos y que yo era como ellos: grandes, fuertes, invencibles y con la capacidad de tocar el cielo… ¡Lo había logrado!, había llegado a Nueva York a pesar de todo, a pesar de mi dolor, ahí estaba yo y de la mano del hombre del que debía estar: mi hermano.


A partir de ese día y a partir de ese viaje nada fue igual. A raíz de ese golpe de dolor en el que sientes que te lanzan desde lo más alto del Empire State, me di cuenta que tenía alas y que no sabía usarlas, las usaba cerradas para mantenerme presa en mi propio cuerpo y terminé abriéndolas aprendiendo a volar aún mas alto que el mismo edificio en el que me hallaba… Pero ¿Cuántas veces no somos ignorantes de nuestro propio poder y la fuerza de nuestros sueños? ¿Nos subestimamos demasiado? Yo estuve a punto de renunciar a mi sueño porque, por un tiempo creí que no valía la pena, pero tal vez todos necesitamos que nos lancen del Empire State de vez en cuando.

Los sueños, por muy lejos de lo que yo pensaba cuando casi me arranco el cabello, son nuestros, hay ocasiones en que decidimos compartirlos con alguien más: al casarnos, al ser padres, al comprar una casa o incluso al adoptar una mascota, pero nunca debemos olvidar que primero nos pertenecen a nosotros, que son los que día a día nos empujan a seguir adelante, a no caernos, a no rendirnos, si en algun momento de nuestra vida ése sueño intenta ser destruido, es momento de defenderlo, de abrazarlo, de recordar que nos pertence y que debemos siempre ir tras él con o sin ayuda de nadie. La fidelidad a nosotros mismos es el inicio para lograr lo que sea que tu quieras lograr. Mucha gente te va a traicionar y otros tantos que creías contabas con ellos van a decirte que NO puedes y muchas veces vas a encontrarte solo, pero no necesitas que la gente crea en ti en un inicio, para cumplir tu sueño vas a tener que tener el coraje de pararte frente a todo y todos y creer en ti mismo, si haces eso, el resto del mundo tarde o temprano o te sigue, o se calla... o se quita de tu camino.


… Yo pude haber dejado que esa caida me destrozara la cara en el pavimento y rompiera todos mis huesos, pero si ya me estaba cayendo, mejor aprendí a volar.

El tunel del subterraneo hacia Central Park al principio es obscuro, pero quedarte ahí parado no va a hacer que salgas mas rápido, debes seguir caminando... y al final, te juro que la vista vale la pena.


Laura Franco

lunes, 20 de octubre de 2014

Los Finales Alternativos

Recuerdo con exactitud la primera vez que vi la película de “The Break-Up” (en México: “Viviendo con mi Ex”), y si son seguidores del amor y los romances que duran por toda la eternidad, el final pudo haberles parecido frío e incluso un poco triste. Se trataba de una pareja de novios que vivían juntos y al final se separan, se encuentran en la calle algunos meses después y solamente se saludan y se despiden a lo lejos. Uno hubiera pensado que, tratándose de una película, ellos iban a reconciliarse al final, pero ¡NO!, en el mundo real las cosas no suceden de esa forma, las historias de amor (por mas perfectas que fueron algun día) suelen terminar (no todas claro, pero enfocándonos en las que sí)y si tienes suerte, puedes saludar a tu ex en la calle con una sincera sonrisa (o una falsa con intenciones de golpearlo con tu bolsa, no importa) ¿Por qué un final “real” nos da esa sensación de tristeza? Porque el hecho de saber que Brooke no se quedó con Gary (personajes de la película) nos da la sensación de que el amor NO SIEMPRE TRIUNFA, y estamos totalmente acostumbrados a creer que el amor siempre saldrá adelante, pero vamos mas allá, ¿Estamos 100% programados a creer que los finales felices incluyen un beso, una boda, un “felices para siempre” y algunos hijos?… ¿y si no?

Crecimos con la fantástica gama de películas de Disney, donde Ariel deja a su familia de sirenos para, a lo lejos y en un barco, celebrar su boda con el “amor de su vida”. Tambien tenemos las telenovelas mexicanas de las “Marias” (Mercedes, del Barrio, Marimar, entre otras), que se ensañaron en meternos por ojos, boca y oídos que el final perfecto es el que incluye un vestido blanco, una iglesia, un beso o un monton de niños rubios corriendo hacia la protagonista gritando “mamá”, ella lo levanta, da un beso al apuesto galán y aparece el trillado: “Fin”.

Si, el amor vende, casi nadie querría una telenovela que termine en desamor, pero… ¿Qué influencia ha tenido este montón de ideologías en nuestro desarrollo? ¿Estamos programados para buscar precisamente ESE final feliz? ¿Si no lo conseguimos somos unos tristes fracasados? ¿De ahí se alimenta la sensación de derrota al no tener pareja/boda/hijos? ¿Bajo esa premisa no estamos alimentando la idea de quizás aguantar una mala vida porque hay que seguir el esquema pre-programado de “felicidad” en donde la imagen perfecta es precisamente esa (y hay que hacer todo para no perderlo)?

Es una idea muy injusta habiendo tantos, como yo los llamo, FINALES ALTERNATIVOS y que no son para nada tristes, pero estamos programados para creer que sí y somos expertos en tenerles lástima:

  • Pobrecito, después de su divorcio, ése hombre se la ha pasado con varias mujeres sin encontrar su lugar, se hizo un mujeriego
  • Qué triste pareja, no han logrado embarazarse, van a estar solos toda su vida y nadie los va a cuidar de viejos
  • Esa mujer tiene muchas parejas, que lástima, está sola y seguramente sigue sin encontrar al indicado
  • Vive solo(a), que feo debe ser no tener a nadie que te espere todas las noches
  • Y mi favorita…. Cuando te tocan el hombro y te dicen: “¡YA LLEGARÁ!” (dependo de que llegue un sujeto maravilloso para ser feliz y si no llega estoy condenada)

Yo estuve casada y llegué a utilizar algunas de estas frases en donde te ves a ti mismo como el modelo a seguir porque tu sí “encontraste el amor” y puedes llegar a ver a los que no con lástima, y ¡sorpresa!, muchas veces toda esa gente a la que le tienes “pena” es mucho más feliz que tu, pero estamos programados para juzgarlos porque no estan en la linea del “final feliz estilo tradicional”, porque estan solos, porque estan separados, porque ya no se volvieron a casar, porque son madres solteras sin pareja, porque no tienen hijos, porque ROMPEN ESQUEMAS, cuando la realidad es que existen diferentes finales alternativos perfectamente válidos para cada quien y el hecho de que alguien no siga la línea de parejas=esposos=hijos, no significa que no sean felices tal como están… ¿y saben por qué? Porque la felicidad no viene de ahí, pero crecimos creyendo que si.  

Hay que sacarse esa idea mediocre de la cabeza porque es ésa misma idea la que nos hace incluso, que si estamos en esa situación, NOS TENGAMOS LÁSTIMA A NOSOTROS MISMOS, acabamos frustrados y en ocasiones nos hace lanzarnos hacia el primer barco en dirección al final perfecto, y ése afán de ir tras ése bote nos puede hacer elegir muy muy mal.

¿Yo era mejor que mis amigas solteras solo por que estaba casada? ¡Claro que no!... Si, viví  momentos felices, pero la realidad era que detrás de la puerta de mi casa habían muchas mentiras, traiciones y malos tratos que obviamente mis amigas solteras no sabían (teníamos que mantener la sonrisa perfecta porque éramos la pareja perfecta).

Así que, empecemos a limpiar el disco duro:
  • Deja de tenerte lástima si hoy en día no estás viviendo ese final pre-establecido, si es momento de estar solo, entonces disfrútalo y sácale provecho, ¡no tienes límites!
  • Deja de tenerle lástima y/o juzgar a la gente que no esta siguiendo el patrón de beso=boda=hijos, el que uno sí haya seguido ése rol no da derecho a señalar a quienes no.

Si tienes la fortuna de ahora vivir un hermoso cuento de hadas, ¡fantástico!, creeme que eres una persona muy afortunada, pero no olvides que esa no es la única forma de ser feliz, porque la felicidad no está cuando encuentras el amor en alguien mas, sino cuando encuentras el amor en ti mismo, ¡y ésa es la clave! partiendo de ahí, para adelante todo el camino es más claro... ¡y más fácil!

Sé que es una cultura de muchos años e intentar cambiarla va a llevar tiempo, pero empezemos por un: ¡Adiós a la lástima y hola a los finales alternativos!

Trasciende… lo ordinario ya lo hicieron otros.


Laura Franco

martes, 14 de octubre de 2014

Citas a los Casi 30… ¿Le Intereso Realmente?

¡El fantastico y confuso mundo de las citas cuando ya no eres tan joven!

Recuerdo cuando empecé a salir con el novio que tuve de los 16 a los 19 años, cada muestra de afecto o  atención significaba algo: ese roce en la mano al caminar, que en el cine él pagara las entradas, si te agarraba el cabello con ternura y claro, ese beso en el puente peatonal luego de bajarnos del camión. Todo era sencillamente predecible, el sujeto estaba a muy poco de convertirse en mi novio y juntos emprenderíamos el camino a la felicidad de ser inocuos y románticos.

Bienvenido a los jóvenes adultos y sus trastornados mundos de las citas donde ya somos mas abiertos, si quieremos tener una cita con alguien, lo decimos, si queremos besar a alguien, lo hacemos, y todo lo anterior sin que pronostique que ese agradable sujeto o esa linda señorita será tu pareja en algunos días. Podemos intentar no perder la costumbre de ser “chapados a la antigua”, pero es ciertamente dificil en el mundo actual en el que vivimos. En la lógica de los 17 años si tienes UNA cita con alguien defintivamente significa algo, y no se diga si tienes una segunda, tercera o cuarta, no llegabas a la quinta cuando ya sabias que ese lindo niño seria tu novio. Hoy puedes tener una, dos, cuatro, diez citas con alguien y aun no tener idea a dónde va. Entonces yo me pregunto: En nosotros los jovenes adultos ¿Cuántas citas y qué señales se consideran suficientemente pesadas como para saber si esa persona tiene un interes serio o no?

Lety, una de mis mejores amigas, es una mujer conservadora y con sueños de amor y romance frescos y en la mejor disposición de vivir una feliz relación y ¿porque no? en un futuro un perfecto matrimonio. Comenzó a salir con Alejandro, un agradable y atractivo sujeto de su misma edad. Ella por semanas nos platicaba que todo era perfecto, que él ya la habia presentado incluso con algunos miembros de su familia, iban a fiestas juntos, se veían tres o cuatro veces por semana e incluso ya publicaban fotografias de ellos juntos en Facebook, todo eso durante 4 meses (un aproximado de nada mas y nada menos que ¡50 citas!). Todas estábamos solo a la espera del momento en que fuera oficial, pero un buen día Alejandro comenzó a distanciarse, Lety no lo quiso presionar asi que dejó que se alejara un poco. Después de una semana y media de sospechosos rechazos y mensajes en "visto", ella lo enfrenta solo para obtener la brutal respuesta de “no estoy seguro de querer algo serio contigo”… una respuesta así golpea anímicamente a cualquiera.

¿Alejandro necesitó 50 citas para darse cuenta que Lety no era la elegida? o ¿es que él salía con ella para no estar solo y mientras encontraba a la “ganadora”? Por demás está decir que eso suena como un golpe bastante bajo, pero aunque digamos que Lety debió haber puesto las cartas sobre la mesa desde las primeras 10 citas, no es tan sencillo en nuestro mundo de jóvenes de casi 30 en donde lo que conocimos por años como “reglas de pre-relaciones” ya ni siquiera aplican. ¿Por qué Lety no le dijo nada a Alejandro antes?, fácil, para no presionarlo o espantarlo (cosa que las mujeres tememos a nuestra edad y siendo solteras: espantar al pobre sujeto).

Otra amiga del grupo nos lo dijo luego del desastroso final “es mejor ser directas aunque nos llamen intensas”, y si algo he defendido toda mi vida es ser Franca.

¿Cómo saber si la persona con la que sales de verdad está interesada en algo serio contigo? Con hechos y jamás con intenciones ni palabras. Si el sujeto quiere verte, él va a buscarte para verte. Si quiere estar contigo, él va a buscarte para estar contigo. El interés se nota, pero el desinterés GRITA a los cuatro vientos la verdad, otra cosa es que vemos la realidad como nos gustaria que fuera. Si alguien te trata como que no le importas, es porque efectivamente NO le importas.

Es verdad que hay casos como el de Lety en donde aun y con las señales perfectas, el desenlace no sea como queríamos, pero quizás la unica señal que Alejandro dio desde el inicio (y talvez a Lety se le escapó) fue lo prolongado que duraron saliendo sin él definirle a donde iba, demostrando que tal vez ni siquiera estaba seguro de querer estar con ella... (vaya que si un tipo no te pide que seas su novia, es porque NO QUIERE). Cuando quieres estar con alguien lo sabes, lo sientes, tal vez no estas seguro de que será tu pareja toda la vida, pero sabes que quieres estar con el/ella y que lo quieres solo para ti, y sabes que el no hacer algo pronto te haría perderlo o que te lo ganaran, y si no te interesa que te lo/la ganen, pues quizas NO TE GUSTA TANTO.

Basándonos en los textos de Greg Behrendt, al flamante sujeto no le interesas tanto: 

•Si no te llama
•Si no te envía mensajes (o se tarda mas de 4 horas en responder)
•Si esta buscando a otras mujeres para salir
•Si en tus citas con él NO salen (verse para intimar no es tener una cita)
•Si no te pide que seas su novia (después de un aceptable tiempo saliendo)
Y todo lo anterior:
•Aunque te bese
•Aunque te acuestes con él
•Aunque se acurruque contigo luego de acostarte con él
•Aunque se ponga celoso si hablas de otros tipos

Si quisiera estar contigo, entonces estaría contigoPero no lo está.


Si ya no nos sirven las reglas que aprendimos de las revistas que leíamos en la adolescencia de “¿Le gusto realmente al chico de la escuela?" entonces apliquemos el sentido común, ése no falla.


¡Gracias por leerme Polonia, Alemania, España, Panamá, Estados Unidos, Uruguay, Canadá, Francia, Holanda y claro MÉXICO!... Muchas muchas gracias.

martes, 7 de octubre de 2014

Separación Con Hijos, ¿Las Reglas Son Diferentes?


Cuando atravesamos una crisis nos sentimos las personas mas desafortunadas del mundo, nadie jamás vive ni vivirá lo que nosotros y estamos seguros que nuestro dolor es incomparable, pero la verdad es que uno siempre puede estar peor, tu situación puede ser mucho más complicada si se le compara contra la de otras personas. A mí me lo dijo desde el juez el día de la audiencia, hasta el señor que vendía cigarros afuera del juzgado: “¡qué bueno que no tuvieron hijos!”, lo escuché hasta el cansancio y siempre respondí con una sonrisa, pero creo que jamás voy a estar tan consciente de lo que eso hubiera implicado si los hubiera tendio y eso me obligara a mantener un contacto de por vida con mi ex; corrí con esa suerte a pesar de todo, pero, ¿qué sucede con todos esos casos en los que sí los hay? (que son mayoría) ¿influye a la hora de tomar la decisión de separarse? ¿es mucho mas probable que se resignen los esposos a una vida infeliz con tal de ver a sus hijos tranquilos? ¿cuántas parejas continuaron juntas por ésta precisa razón? … y ¿es en realidad tan benéfico para los hijos el que sus padres decidan quedarse juntos a pesar de una fuerte diferencia?

A falta de mi experiencia en el área, tuve la fortuna de conocer el caso de Luis, un hombre joven con una relación de 8 años y dos hijos pequeños. Recién se descubrió la infidelidad de parte de su mujer y ha comenzado el terrible proceso donde te sientas en la sala obscura de tu casa y con las manos en la cabeza te preguntas: “¿qué voy a hacer?”. Hay tantas cosas en juego a la hora de una separación que el solo sumarle la idea de que existen un par de personitas que definitivamente serán marcados por este suceso, es aterrador, cualquier paso tendrá consecuencias, y como si no fuera suficiente el hecho de tener el corazón roto por la traición, debes ser bastante frio para tomar una decisión que marcará la vida de todos.

No estaba segura de cuál debía ser mi postura cuando Luis me platicó su historia, quería decirle la respuesta pero no estaba segura de tenerla, a lo que solo seguí mi instinto de decir: “En la vida, JAMAS hay que resignarse a vivir infeliz”. Los niños, nuestros hijos, son perfectos receptores de todo lo que nosotros hacemos, son nuestro espejo de lo que les hemos enseñado con o sin ésa intención y son mas listos y perceptivos de lo que creemos. Ellos, sin decir mucho, están aprendiendo de nuestra forma de solucionar problemas, observan cómo mamá o papá enfrentaron una situación y qué desenlace le dieron a la misma. Aprenden de nuestra persistencia para salir adelante o de nuestra resignación ante una crisis. Almacenan cómo vamos enfrentando los retos y la forma en que éstos nos afectan.

Incluso nosotros mismos somos un reflejo de nuestros padres, de cómo ellos nos criaron a lo largo de nuestra vida, de los valores que nos inculcaron, de la fuerza que nos transmitieron para salir adelante, y entonces si sabemos eso, ¿no sería mucho más inteligente enseñarle a nuestros hijos el valor del autoestima y la importancia de buscar siempre la autorealización en los diferentes aspectos de nuestra vida? Resignarse a una relación en donde NO somos respetados y por ende infelices, ¿no nos condena a transmitirle eso a nuestros hijos? ¿que cuando no somos felices NO NOS QUEDA DE OTRA?... y lo que es peor, si ésa relación con la pareja es terriblemente enfermiza en un ambiente hostil de indiferencia o peleas constantes. Tuve un amigo muy cercano que vivió este mismo proceso y su niño pequeño se escondía en los closets de las recamaras cuando las discusiones comenzaban. El rendimiento en su escuela y la manera de relacionarse con los demás obviamente empezó a verse afectada. Mi amigo no soportó el grado al que se había llegado y optó por el divorcio; afortunadamente la pareja tuvo la madurez de hablar con el niño y con el tiempo él fue bastante consciente de que era muy importante ver a sus padres felices, aunque no fuera juntos.

Nos da miedo todo lo que a partir de ahí va a desencadenarse, y en cuanto a los hombres es el tema de que creen que no van a ver crecer a sus hijos por ya no estar ahí todos los días, pero ¿cuántos padres hay que aunque vivan con sus hijos ni siquiera les prestan atención? No es cantidad de tiempo, sino calidad del mismo lo que va a hacer la diferencia.

¿Padres divorciados, hijos que van a optar por esta salida en el futuro?... Es en cierta medida probable ya que de alguna forma y como lo dije antes, aprendemos a solucionar los problemas como nos enseñaron a hacerlo y existe la probabilidad de que el nivel de tolerancia ante los estragos de una crisis matrimonial sea mas bajo en quienes ya conocen un poco el tema, pero no siempre es asi, que esto no nos asuste, mis padres han sino una pareja unida por años y nada de eso me excentó de ser yo "el negrito en el arroz" y romper un paradigma de una palabra que jamás oí en mis círculos familiares: “divorcio”… Estoy segura que se puede transmitir la idea correcta a nuestros hijos a pesar de un ser un tema por demás estigmatizado. No se trata de que les enseñemos a no divorciarse o separase nunca, sino que les transmitamos con el ejemplo de que en la vida, hay que buscar siempre ser felices, valorados y respetados.

Mi admiración a todos esas personas que han enfrentado un procesos de separación y con hijos de por medio, les garantizo que se requiere de un nivel mas elevado de madurez que no todos tienen y siéntanse orgullosos de contar con eso.

Uno no puede separarse por cualquier cosa, pero tampoco debe sostener una relación a pesar de todo y mucho menos a pesar de NOSOTROS MISMOS.


Laura Franco

Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...