Ser infiel hoy en día es una práctica bastante común en casi todos lados. Populares estadísticas hablan de que un 83% de los hombres han "caído" alguna vez, esto quiere decir que 8 de cada 10 hombres ha tenido una aventura por lo menos de una sola noche, mientras que para nosotras las mujeres, el porcentaje es de 42%, pero, ¿será esto verdad? ¿seremos las mujeres muchísimo mas santas que ellos?... ¿o hay algo que no estemos considerando?
Hace algunos años fui a una reunión de trabajo de mi ex esposo y recuerdo claramente que, como típico evento, a las mujeres nos ubicaron en un extremo del lugar, y a los hombres del otro. Yo no conocía a nadie, así que intenté hacer algo de nuevas amistades. Mientras la plática fluía lentamente y a unos metros del círculo masculino (el lugar era algo pequeño), pude percibir que la acústica del lugar era extrañamente incómoda, se oía todo lo que todos platicábamos y apenas podía escuchar a la joven de mi izquierda cuando los murmullos del otro lado comenzaron a ser claros, pero creo que ellos no lo notaron, ya que no pasó mucho tiempo cuando pude oír con claridad como uno de los sujetos platicaba con lujo de detalle la aventura sexual que tenía en la oficina con una compañera de trabajo, esto mientras todos prácticamente brindaban con sus botellas de heladas cervezas. Me moría de la vergüenza porque precisamente la mujer que se sentaba a mi derecha era la esposa del orgulloso sujeto, y si yo estaba escuchando cómo le dice de cariño a "la otra", ¡entonces ella también!... Intenté hacerle una seña a mi ex para decirle que podíamos oírlo todo, pero me ignoró.
Muchos meses después y ya mientras me encontraba de nueva cuenta en el terreno de las citas, tuve la suerte de conocer muy de cerca a más de tres casos en los que agradables sujetos habían sido víctimas de la infidelidad de sus mujeres, y de cómo estos hechos habían afectado notablemente a su autoestima. Pasado el tiempo y una vez que CADA MARTES comenzó, el número de víctimas masculinas en mi repertorio de anécdotas era cada vez mayor y de todo tipo, desde el noviazgo, hasta ya con años de matrimonio y en algunos con peor descaro que incluso algunos hombres que cometen dicho acto. Entonces no pude evitar preguntarme si las estadísticas de infidelidad de un 40% femenino contra un 80% masculino, no les hacía falta una urgente actualización.
¿Donde reside la diferencia? Como el orgulloso hombre de la fiesta, la diferencia está en una cosa que desencadena en otra y luego en la otra:
1. La infidelidad masculina en muchas culturas, sigue siendo socialmente aceptada. En un grupo de amigos (mayormente inmaduros) va a ser visto hasta con cierto "respeto" y preguntas de "¿cómo le haces?" si alguien tiene mas de una conquista, y lo que es más interesante, se intentarán cuidar las espaldas unos a otros por la misma razón.
2. Alarde. Dado que es "bueno" y muy de admirarse llevarse a más de una, se va a hablar de ello con los amigos y claro, con los desconocidos también, incluso se hablará de más de lo que de verdad es, ya que hay muchos que le ponen algo de su cosecha.
3. Se descubre el hecho. En función de que hay sujetos que alardean al respecto con propios y extraños, no va a faltar a quien se le abra la boca de más, total que un secreto que conoce un montón de gente, es muy difícil mantenerlo secreto por mucho tiempo.
¿Cuál es el caso femenino?... Las mujeres también caemos en las redes de los engaños y aunque siempre se diga que las razones de nosotras son faltas afectivas, lo que puntualizo es que nuestro porcentaje del 40% se debe a que, por razones de que no aplica el punto 1 (es mucho mas socialmente inaceptado) la mayoría se lleva su secreto a la tumba ya que ni a su mejor amiga se lo cuentan, porque entre nosotras es muy probable que nadie te aplauda el hecho, e incluso algunas amigas dejen de hablarte, cuestión de principios morales.
La verdad es que la infidelidad no respeta género, los hay para todos lados ya que he conocido fantásticos sujetos que han sido traicionados y muchas increíbles mujeres por igual engañadas, quien quiera hacer algo de este tipo, lo va a hacer de todas maneras y sobre los obstáculos que le pongas.
Por esta razón invito a no crucificar a quienes lo hacen ni a decir que es algo propio de los hombres... pero muy importante y como siempre me ha dicho mi hermano, citando a uno de los cuatro acuerdos: No te tomes NADA personal, ya que en la medida en que alguien te quiere hacer daño, realmente se lo hace así mismo... ¿por qué?... al final la única persona que va a estar con uno toda la vida, es efectivamente uno mismo, absolutamente todos los demás son pasajeros en tu vida, TODOS. Si yo por ejemplo, decido ser infiel a mi pareja, él tarde que temprano se irá, y más adelante encontrará a otra pareja, pero el problema de ser infiel y mentir, lo seguiré trayendo yo, con él, o con el siguiente pasajero, así que a andarse con cuidado.
Seamos conscientes de nuestros actos y como lo he dicho antes, eres libre de tus decisiones, más nunca de las consecuencias de tus decisiones... así formes parte del 80% masculino, o de ese misterioso y alterado 40% femenino.
¡Excelente inicio de año!
Laura Franco
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