martes, 23 de febrero de 2016

Malas Relaciones, Males Necesarios

Rocío y Graciela entraron a mi oficina una tarde, no estaban los jefes así que el ambiente era mucho más tranquilo comparado con el usual tráfico de personal en los pasillos. Yo no estaba del todo "libre" de pendientes laborales, así que las dejé pasearse y distraerse en mi pequeña oficina. Rocío, con su toque curioso y espontáneo muy característico de su edad (es la mas joven de todo el edificio), se dirigió a mi librero y tomó lo que parecía un pequeño libro rosa. Lo abrió y ojeó rápidamente, y antes de que pudiera darme cuenta, exclamó con asombro: "¡Laura! ¿qué es todo esto?" mientras señalaba una de las páginas que incluía recortes de correos electrónicos impresos, imágenes, dibujos y algunos textos subrayados. Rocío no tenía en sus manos un libro cualquiera de mi biblioteca personal, sino mi último diario escrito entre el año 2008 y el 2012. Era de hecho el único que había sobrevivido a esa quema de obras literarias mías hacia ya algún tiempo. Mi mejor amiga Sandy me lo había regalado años atrás, y yo en aquel entonces decidí que sería el lugar donde plasmaría absolutamente toda mi relación con el que ahora es mi ex pareja. ¿Porqué lo guardé?... porqué además de que el diseño de ese diario es hermoso (el mejor que he visto), era realmente el único diario que me quedaba de 5 que había escrito desde que tenía 12 años. "Laura, ¿esto es cierto?", exclamó Rocío mientras Graciela se acercaba para ver qué había despertado el asombro de nuestra practicante. Tenían en sus manos una carta donde yo le contaba a una amiga de aquellos años, cómo era que me había fracturado el dedo índice de la mano izquierda aquella vez que recién casada, tuve una fuerte discusión con mi ex. La verdad es que ya habían pasado muchos años, por lo que ese hecho pertenecía a ese rincón de recuerdos que... la verdad ya no recordaba. Por algunos minutos le traté de platicar a mis amigas de la oficina cómo era que aquello había ocurrido, pero me costó traer a mi mente los detalles, ¡eran duros de recordar! No entré mucho en el tema y simplemente dije que era algo que ya había pasado y que no era necesario traer de vuelta. Luego al estar sola de nuevo y mientras cerraba la puerta de mi oficina pensé: "Esa relación en la que estuve 5 años de mi vida donde la mayoría de los sucesos eran dignos de poner en un programa estilo talk show... ¿valió la pena vivirla?" ¡pude haber hecho tantas otras cosas en esos 5 años!... pude haber viajado con mis amigas, irme de intercambio a estudiar a otro país, disfrutar mi graduación de la universidad... y la duda apareció: ¿existen las relaciones que se catalogan como PÉRDIDAS DE TIEMPO?

Unas semanas mas tarde, mi nueva/vieja amiga Martha me envió una imagen que decía: "Ninguna relación es una pérdida de tiempo porque si no te dio lo que buscabas, te enseñó lo que necesitabas". Y entonces me pregunto, junto a mi segunda taza de café de la noche, y luego de mi sesión de responder correos de mujeres en medio de una crisis de tristeza ahora que ese hombre que no las valoraba, las ha dejado...  ¿Ninguna relación es en verdad una pérdida de tiempo? ¿qué podemos decir de aquellas que nos trajeron dolor y sufrimiento?... ¿realmente sirven para algo en nuestro andar?

David estaba perdidamente enamorado de Gabriela antes de que yo hiciera reaparición en su vida. Ella era una mujer muy a su estilo. Vivía sola desde hacía mucho tiempo, era independiente, relajada, social, con muchos amigos y tenía un peculiar gusto por todo lo que fuera de la onda "hippie". No fueron novios mucho tiempo, pero esos meses le bastaron a David para perderse totalmente por ella y convertirse en su mas ferviente admirador. Ella, aunque no le desagradaba David, digamos que no parecía estar tan "interesada" como él. Cuando a David le ofrecieron un trabajo fuera de la ciudad en la que ambos vivían, la relación tambaleó, y él comenzó a tener dudas y celos del comportamiento de su novia ahora que él ya no estaría presente. El noviazgo sufría de desconfianza, David le hacía constantes escenas de celos a distancia y Gabriela, fiel a su estilo liberal, no estaba dispuesta a entrar en el rol de novia que se queda en casa. Cuando David vuelve a la ciudad para recuperar lo que quedaba de la relación, Gabriela estaba indecisa de continuar, así que terminó con él, pero a David le costaba mucho aceptar que lo habían dejado, así que cometió el común error de un corazón roto: Empezó a mendigar amor. Ella ya incluso tenía a otra persona, pero David, imposibilitado a aceptar que la había perdido, se aferró a ese espejismo de amor que tenía y con tal de recuperarla, acabó con lo que le quedaba de dignidad, pasando tristemente a convertirse en una especie de amante ocasional esperanzado al día en que ella le dijera que volverían a ser pareja oficialmente. Pasados los meses y los muy evidentes pisoteos de su ahora ex novia, un buen día David solo dijo: "¡¿pero qué estoy haciendo?!"... Puso fin a la relación de forma definitiva. Hoy, luego de que ya han pasado años de aquel incidente, y ahora que David puede ver su situación desde lejos, con seguridad afirma: "¡Yo no me quería en lo absoluto!... Estaba obsesionado con ella y lo que era mejor para mi no era importante, lo mas importante era tenerla a ella. Fue entonces que me di cuenta cuánto tiempo no me he valorado a mi mismo"

La enseñanza dentro del marco de cero dignidad en la que él se encontraba enfrascado, fue al final de cuentas como lo dijo Martha con su frase, porque aunque la relación con Gabriela no le dio a David lo que él buscaba (un amor para toda la vida con ella), definitivamente le mostró lo que necesitaba aprender de sí mismo y de la forma que llevaba sus relaciones. Le mostró que debía quererse a si mismo primero y jamás permitir menos en su vida que el amor que él mismo estuviera dispuesto a dar. Estoy segura que la historia de David nos recuerda mucho a nosotros mismos. 


En mi muy personal anécdota y como la mayoría que lee estos artículos lo sabe, me encontraba en una relación que, aunque tuvo muchísimos buenos momentos, las cosas terminaron como la mayoría de las mujeres teme que su matrimonio termine: con violencia, un engaño y que finalmente nos cambien por otra (sin pelos en la lengua, así fue). Me costó muchos meses entender que lo que me estaba pasando, especialmente la última parte, era algo que debía agradecer, ¿¡quién en su sano juicio agradece eso?! Pero veámoslo de este modo, yo, increíblemente, no tenía problema alguno en que mi pareja fuera violento conmigo, ¿porqué?, claro, la baja autoestima, aceptando todo con tal de que no me dejara. Cuando el engaño hace su aparición en la relación luego de varios años de estar juntos, ya saben, el mundo se viene encima, no sabe una que hacer, y finalmente todo termina. En ese entonces no iba yo a escribirle una carta de agradecimiento y un cheque de $10,000 pesos a la ahora nueva novia de mi ex esposo por su oportuna intervención en mi vida, ¡yo los odiaba! habían destruido mi vida, pero, ¡Error!, ellos NO habían destruido mi vida, yo había sido partícipe de esa catástrofe, ¿cómo?, yo desde el inicio deje claro (y promoví) que las faltas de respeto estaban PERMITIDAS porque eso era lo que yo merecía (permitiendo y provocando empujones, amenazas, celos, golpes). No me malinterpreten, a pesar de todo, yo creo que mi ex es una persona llena de cualidades: su gran sentido del humor, su espíritu emprendedor y esa hambre de llegar más alto es algo que siempre admiraré. Lo que quiero puntualizar en este tema es que no somos VICTIMAS de los diabólicos agresores que nos tocan como novios o esposos, sino que el aprendizaje clave de todas esas relaciones que consideramos como "pérdidas de tiempo" (por el daño que pudieron habernos causado) son en realidad duras lecciones escondidas pero necesarias por todos los errores que tenemos dentro y cometemos a la hora de relacionarnos con otros tales como: no amarnos lo suficiente, no respetar a otros ni a nosotros mismos, permitir que nos maltraten, maltratar a otro, aceptar menos que lo merecemos, mendigar amor, etc.

La verdad detrás de una mala relación y más aun, lo que debemos aprender cuando esta termina, NO son todos los errores que el otro cometió ni la verdad de que hemos estado junto a un psicópata o una manipuladora, sino todos los errores psicológicos internos que nosotros tenemos y que nos llevan a meternos o quedarnos en relaciones así. Viéndolo de este modo, las malas relaciones son males necesarios que nos hacen ver cosas de nosotros mismos que honestamente, no nos gusta admitir, como que tenemos baja autoestima, que nos consideramos no deseados, que somos miedosos, inseguros y cobardes... ¡que cosas!

La común frase que nos dicen cuando una relación termina y nos ven llorando sentados en la acera de la calle es: "Todo pasa por algo"... y tal vez no la creas hoy, pero sin duda mañana entenderás porqué estás pasando esto y la respuesta no es que de ahora en adelante debes odiar a todos, sino en verdad, amarte más a ti mismo... Después de todo, la respuesta siempre es el amor, y siempre primero desde adentro de cada uno de nosotros.


 

martes, 16 de febrero de 2016

No me alcanza el dinero : Consejos financieros para cambiar tu vida


Cuando tenía 16 años y estudiaba la preparatoria, mi hobbie favorito consistía en ir cada 15 días al estadio a ver jugar a mi equipo favorito de fútbol. En aquel entonces podías adquirir las entradas un miércoles antes del partido, así que por todos los medios lograba organizar el dinero de mis camiones para completar los $70 pesos que costaba el boleto. Mis padres nunca fueron muy espléndidos conmigo, no conocí un billete de $200 en mis manos hasta que tuve mis primeros trabajos, así que debía hacer maravillas con los escasos $50 que me daba mi madre para completar única y exclusivamente los transportes públicos de la semana y algo de comer cuando debía quedarme a clases vespertinas (y vaya que debía estar agradecida que a esa edad aun me diera dinero). Si la entrada al estadio costaba $70 que había que juntar cada 15 días y a mi me daban $50 a la semana, eso quería decir que tenía que distribuir mis gastos de la siguiente forma:

Semana 1 = +$50
Semana 2 = +$50
Boleto de entrada = -$70
Restante para transportes de 2 semanas = $30 

Si hago memoria, el autobús en aquel entonces costaba $2.50 y yo solo tomaba el de regreso a casa (por la mañana me llevaban hasta la preparatoria), es decir que en los 10 viajes que necesitaba casi justo me alcanzaban los $30 pesos que tenía para moverme... y debía aguantar el hambre hasta llegar a casa.

Con este pequeño y vago ejemplo de un suceso aparentemente sin relevancia en mi vida, de alguna forma ponía en práctica mis mas grandes cualidades de administración financiera. Yo tenía una meta para la cual debía ahorrar y el dinero que tenía para "gastos" era solo lo que me quedara de cumplir con mi meta y mis gastos fijos que era el transporte. Sabía que si me gastaba mi triste efectivo en frituras o comida chatarra, descompletaría mi boleto de entrada al fútbol, o me tendría que regresar a pie hasta mi casa algunos días. 

Y ahí, en esa explicación y con la imagen visual de yo contando monedas en la taquilla del estadio, reside uno de los secretos más grandes de administración financiera: la disciplina por los beneficios a largo plazo. 

Soy una pésima deportista, bailo como un tronco y me queda claro que jamás me elegirían para ser cantante de una banda de ambientación para bodas... pero conozco mis cualidades, y ser una mujer estrictamente apegada al conocimiento y dominio de mis finanzas, forma parte definitiva en mi lista de habilidades. Adoro hacer cuentas, abrir un Excel y registrar cada 3 días todos los movimientos de mis cuentas bancarias. Ni un solo peso sale de mi bolsa sin que conozca exactamente para qué lo destiné. 

Dada mi conocida forma de hacer cuentas y manejar mi economía (ojo que esta no tiene nada que ver con ser mucha o poca), en algunas ocasiones allegados míos me han preguntado cómo se logra esto, por lo que me dispongo a compartir los siguientes consejos, no de una economista ni experta en finanzas, sino de alguien como tú que debe ingeniárselas para pagar la gasolina del auto, la hipoteca y aun así tener ese deseo de comprar esos zapatos increíbles:


  • Disciplina de beneficios a largo plazo... en lugar de los de corto plazo

Este principio aplica para todo, desde aquellos años que dedicaste a estudiar mientras hubieras querido estar de fiesta toda la semana. Cambiamos la recompensa de corto plazo (¡la fiesta!) por la de largo plazo (un titulo universitario). Al hablar de dinero muchos de los errores que cometemos es que apenas lo tenemos en nuestras manos, ¡y se nos quema!... Rápido nos vamos de antro y hasta pagamos la botella, nos convertimos en el ser mas popular del bar.... pero llega el día siguiente y estás justo donde empezaste antes de que tuvieras ese ingreso (¡o peor!). No estoy en contra de destinar fondos para el ocio y la diversión, son necesarios, pero lo mejor es siempre que recibamos nuestra quincena, o cualquier pago que nos den, ordenar cómo lo moveremos siempre priorizando ahorro/inversión y gastos fijos. El beneficio es a largo plazo (no tener deudas, completar para el auto o una ampliación de la casa), en lugar del de corto plazo (pasarla bien una noche).


  • Haz un presupuesto

Andar por la vida sin rumbo normalmente nos lleva a tomar malas decisiones. En el camino de todos es importante tener una visión, un ¿a dónde vamos?... No saber cuánto ni para qué se debe destinar nuestro dinero, nos hará gastarlo en prácticamente todo menos algo productivo. Haz un presupuesto de gastos, prioriza los fijos (los servicios, la hipoteca, el transporte) y destina un monto que debe gastarse en ello. ¡Y apégate a él!


  • El engañoso efectivo

Si tener autocontrol financiero nos es difícil a todos, lo mejor será que nos pongamos a nosotros mismos ciertas "trampas" que nos eviten caer en tentaciones. Un remedio infalible para mi es que dejemos de usar efectivo. Ahora en casi todos lados aceptan tarjeta y pagar con ella, además de ser mucho más seguro, te hace que pagues solo lo que vas a gastar, y no que te gastes el restante en cosas que ni siquiera sabemos qué. Piénsalo de esta forma. Si vas a salir por una ensalada al restaurante y ésta cuesta $70 pesos, si pagáramos con efectivo, los $30 restantes garantizo nos lo gastaremos en cosas que NO necesitamos (como gustos o postres, perjudiciales también para nuestro físico y salud)  y por ende olvidaremos por completo cómo fue que ya no los tenemos. Por el contrario, si pasas tu tarjeta de débito por solo los $70 pesos, los $30 restantes siguen estando y sumando en tu cuenta bancaria. Si hicieras esto 3 veces por semana, habrías evitado una fuga de casi $100 pesos... que al año serían mas de $5,000. ¡Deja el efectivo!... acostúmbrate a que si lo vas a necesitar, tienes que buscar un cajero y sacar lo mínimo posible. Hacer esto de tener que ubicar ATM te puede dar pereza y ayuda que evites gastos que no son absoluta y estrictamente necesarios. 


  • Primero ahorra, luego gasta, ¡no al revés!

Muy de la mano con el primer punto. Nuestra errónea cultura nos hace que la mayoría de nosotros, al tener dinero en mano, lo primero que haga sea gastarlo y si le queda algo al final, es lo que ahorra... ¡ERROR!. Debemos empezar por cambiar nuestra forma de pensar y hacerlo al revés. El orden es:

1. Gastos Fijos
2. Ahorro
3. Otros Gastos

Primero lo que NECESITAS para sobrevivir (pagar la hipoteca, los servicios, la despensa), luego lo que te dará beneficios a LARGO PLAZO (ahorros e inversiones) y finalmente, lo que te queda es lo que puedes gastar en salidas sociales y gustos personales. El porcentaje a destinar a ahorros e inversión según algunos expertos es el 30%. Es decir, de todo lo que entre a tu cuenta bancaria, el 30% DEBERÍA irse directo a ese fondo. 

Con esto de dejando los gastos superfluos al final, nos "engañamos" la mente a que realmente no tenemos $10,000 pesos para gastar a la quincena, sino $2,000, que fue lo que quedó de quitar los gastos fijos (digamos $5mil) y el 30% de ahorro... Algo así como lo que a mí me pasaba con los $5 pesos que me sobraban a la quincena en la preparatoria luego de haber separado lo de los camiones y haber ahorrado para el boleto del fútbol. 


  • ¡Bancas por internet!... nuestros aliados 

Si aun no tienes un tóken para ingresar a hacer manejos de tus cuentas desde internet, formas parte de las culturas de manejo de fondos del siglo pasado. Recuerda que lo que no se puede medir, no se puede controlar, y por ende ni siquiera puedes medir a lo que no tienes conocimiento alguno. No diré mas, ¡ve al banco y haz este trámite si no lo tienes ya! (no es comercial de Banco de México).

Tener un eficiente control de nuestras finanzas no tiene mucha ciencia ni es tan complicado como muchas veces creemos, es de hecho muy similar a hacer ejercicio, ir a estudiar, esmerarte en un proyecto, solo es cuestión de disciplina y apegarse a unas reglas que el único beneficiado seremos nosotros mismos. Con algo de práctica, esto se convertirá en un hábito y hasta te dará gusto sentarte y hacer números. Créanme, la sensación de que tienes en orden tu economía es muy gratificante, no tienes que tener mucho, solo hay que saber moverlo... y a los pocos meses te aseguro cambias de auto, amplías tu casa y ¡hasta de vacaciones te vas sin problemas!, sin preocuparte, sin estrés... Es increíble los beneficios que un hábito disciplinado puede traer a tu vida ¿no?.

martes, 9 de febrero de 2016

El Secreto para el Matrimonio Exitoso

Hoy en día, a pesar del creciente porcentaje de divorcios que acechan a los jóvenes matrimonios llenos de ilusiones y regalos repetidos, todos buscamos llegar a las arrugas con la pareja que hemos elegido para pasar el resto de nuestros días. No iniciamos esta bonita etapa de nuestra vida pensando que algún día romperemos todas las fotos del costoso estudio que pagamos, ni que arrojaremos por la ventana el vestido de novia que nos hubiera costado lo mismo que un viaje a Nueva York. Todos, queremos tener EXITO en el matrimonio, pero luego de conocer las interesantes historias de algunos de mis humildes lectores, he llegado a concluir que casi todos desconocemos la clave del éxito en tan sagrado sacramento... ¿Cuál es el secreto del matrimonio exitoso? ¿Por qué algunos terminan y otros trascienden los años?

Todos conocemos esas historias de telenovela, esa pareja que desde los años de estudiantes cayeron perdidamente enamorados uno del otro, y que luego de varios años de feliz noviazgo, todo concluye en una hermosa boda de 300 invitados. El evento es maravilloso, la luna de miel es perfecta. Pero... no llegan a los 3 años y de pronto el cuento de hadas termina muchísimo antes de lo que ambos hubieran pensado. También en nuestra vida real siempre existe esa pareja que acaba de conocerse y que les bastan algunos meses para tomarse de la mano y saltar al siguiente paso. Se casan, y, aunque claro que no viven felices para siempre (la verdad es que nadie lo hace), logran permanecer juntos por muchos años... ¿Porqué suceden estos interesantes fenómenos de amor? ¿Tiene que ver el tiempo de noviazgo en el éxito del matrimonio? ¿Porqué sí y porqué no? 

El noviazgo, según las raíces de su definición, es esa etapa de relacionarse con la pareja en la que aprendemos a CONOCERLO, he ahí la común frase de: "para eso es el noviazgo, para que se conozcan"... Pero aceptémoslo, hay una exuberante cantidad de detalles que desconocemos de la otra persona hasta que compartimos el mismo techo con ellos. Esto va mas allá de sus rituales de bañarse y lavar la ropa, me refiero a la forma de enfrentar problemas, adversidades, a sus carencias económicas y debilidades fisiológicas. La manera en la que su familia lo influencía y cómo esto juega en tu día a día de decisiones de pareja. Es verdad, algunas cosas salen a flote desde el noviazgo, pero hay aspectos que pasamos y pasaremos por alto hasta que tengamos el honor de verlo diario. Entonces, dicho lo anterior, el tiempo de la relación no podría ser jamás un indicador de éxito, porque así llevemos un año o 7, los "vicios ocultos" seguirán ocultos hasta que tengamos que vivir con ellos (¡y los nuestros también!).


Estaba viendo la película "Big Fish" el pasado fin de semana, y aunque tiene bastante ficción, quien la ha visto no me dejará mentir que el filme está lleno de metáforas aplicables a nuestra vida real. Una escena en particular se quedó en mi cabeza y me ha inspirado a escribir este artículo. Se trata de esa escena que Edward Bloom ve a la mujer de la que se enamora y le pide se case con ella. Ella por su parte le responde que no la conoce, a lo que él responde: "Tengo el resto de mi vida para conocerte". Esta parte de la película y la actitud del protagonista va muy ligado a una escena anterior donde menciona que aunque no tiene experiencia cierto tipo de trabajo, ni dinero, ni un lugar donde vivir, su defensa era: "Soy el hombre con mas determinación que jamás hayas conocido". Entonces, en ese momento vi una respuesta que aunque parece ser muy obvia, a muchos se nos ha pasado de largo. El secreto para tener éxito en el matrimonio (y prácticamente en el resto de tus áreas de la vida) es la determinación que tengamos al COMPROMISO que estamos adquiriendo. 

Cuando nos vamos a casar nos dan muchos consejos: que seamos tolerantes, respetuosos, detallistas, que hay que buscar enamorarse todos los días de esa persona, y aunque efectivamente todos son ciertos, quizás seria buena idea que alguien nos diera una cátedra de porqué deberíamos elegir casarnos con cierta persona. ¿Nos han preguntado por qué nos casaremos? ¿Qué solemos responder?... ¡que estamos enamorados!... Nos SENTIMOS enamorados e invencibles pero recordemos que todos los SENTIMIENTOS algún día terminan y lo que tendremos bañándose en la regadera y malgastando el agua caliente es una decisión, no ese montón de mariposas en el estómago. 

Las canciones, la mayoría de las películas románticas, series de televisión y Netflix, así como claro la basta cantidad de telenovelas que conocemos, nos han hecho creer una de las mentiras más grandes del mundo de las relaciones: El amor lo puede todo. Esto va a sonar algo frío y desagradable pero  estoy muy segura de ello: El amor (como sentimiento) NO lo puede todo. No será el sentimiento de amor el que va a salvarte de no caer en la tentación de ser infiel, de mentirle a tu pareja, o de seguir a pesar de que cada día lo soportes menos y sus defectos pasen a ser horribles latigazos en tu espalda. Será la determinación y disciplina al compromiso adquirido el que te hará apegarte a luchar por ello y a hacerlo bien. 

¿Hemos vivido casándonos por las razones equivocadas?... nos unimos en matrimonio por que sentimos que amamos o estamos enamorados de alguien pero olvidamos tantas veces que requerimos como pieza FUNDAMENTAL el realmente comprometernos al paso que vamos a dar, por eso debemos estar maduros para semejante asociación. No vamos a ver cómo nos va. Les voy a adelantar algunos años de camino y les diré cómo nos va a ir: MAL, MUY MAL, y algunos días será todavía peor. Los defectos se harán más fuertes y odiosos (por eso hay que poner atención qué estamos aceptando de nuestra pareja) y habrá días malísimos en los que aborreceremos a la persona que duerme a nuestro lado... ¡Pero también habrán días maravillosos!, llenos de luz, de esperanza, de romanticismo, de increíblemente perfecta intimidad en la cama... ¡Va a haber de todo!

Entonces, ¿Cuál es el secreto para que nuestro matrimonio o unión en pareja con alguien funcione?... que realmente nos comprometamos a ello. Que seamos fieles no tanto a la otra persona sino a nuestra propia palabra de ser firmes, permanecer, luchar y hacer las cosas bien. Estar enamorados nos sirve solo de arranque pero el camino es mucho más largo que la gasolina que nos da el sentirnos enamorados, habrá ocasiones en que necesitaremos bajarnos del auto y empujarlo nosotros mismos cuesta arriba. 

¡Estar casado es maravilloso!... pero todas las cosas que valen la pena en esta vida tienen un precio elevado que no todos están dispuestos a pagar. 

¡Casémonos! ¡digamos "sí, acepto estar a tu lado todos los días de mi vida"!... pero que no sea solo en la fiesta, sino en medio de una acalorada pelea y cuando ya tengamos las maletas en la puerta. 

martes, 2 de febrero de 2016

¡Auxilio!.. Mi pareja ya no me ama

Relaciones con 10 años de matrimonio, otras con 2 años de noviazgo, unas cuantas de 3 meses saliendo y casi a punto de ser novios formales, en todos los casos la cosa parecía ir de forma perfecta, casi sin errores, el futuro tenía forma y propósito, la vida estaba en orden. Hasta que de pronto... "Laura, necesito tu ayuda, de pronto comenzó a cambiar, yo mantuve la calma pero en una discusión terminó todo, me dejó, le lloré, pero me dijo que ya no me amaba... ¿cómo puede ser posible?... Estuvimos juntos tanto tiempo, me prometió tantas cosas." Es la historia de los correos que recibo todos los días, la triste realidad de una ilusionada persona que de la noche a la mañana debe lidiar con la peor frase que nuestra pareja puede decirnos en toda su vida: "YA NO TE AMO".

Tal vez lo veíamos venir, lo sospechábamos con esa forma de ser tan evasiva, esa frialdad, ese cambio inesperado de humor hacia nosotros y claro, la abstinencia en la cama. O tal vez nos ha tomado por sorpresa, ¡ayer todo era tan perfecto!, no imaginábamos que una tarde cualquiera nuestra historia de amor perfecto terminaría con semejante frase. Cuando la pareja nos atormenta la existencia con esa terrible aseveración de que ha dejado de amarnos, nadie de nosotros sabe como reaccionar, por mas que lo hubiéramos sospechado desde hace tiempo, el día que finalmente nos dejan caer la noticia es igual de duro y pesado, porque a nuestros adentros soñamos con que esas terribles sospechas no sean comprobadas, que todo sea una mentira y que él o ella solo esté pasando por un mal momento y que una mañana despierte diciendo: "oh amor, he estado tan perdido estos meses, perdóname, te amo"... tristemente, para un gran porcentaje de nosotros los mortales eso no sucede. 

Que nuestra pareja nos diga que ha dejado de amarnos nos lleva por la conocida serie de etapas de duelo: Entramos en shock (no lo podemos creer), pasamos a la negación (esto no es verdad, está confundido), y sean bienvenidos el resto de los sentimientos: enojo (¿¡cómo ha podido?!), rabia, tristeza, y finalmente, la aceptación. Pero dentro de todas las etapas que debemos recorrer en medio del proceso al que nos empezamos a enfrentar, hay una sección en la que nos preguntamos: ¿Por qué?... ¿Porqué alguien deja de amarnos? y personalmente es una pregunta que me he hecho yo misma y algunos amables lectores que me escriben... ¿Porqué se acaba el amor?

Lo he escrito antes en otros de mis artículos que pueden visitar en esta misma página; para contestar una pregunta tan importante, primero deberíamos definir algo tan complicado como el amor, y para empezar, es imprescindible quitarle todo el estereotipo de mercadotecnia referente al amor que por años y generaciones nos han inculcado... el bendito enamoramiento

Recordemos que una cosa es muy diferente a la otra y quien crea que el amor son los días felices, las cosquillas en el estómago y esa emoción de salir juntos al cine, está sumamente perdido. El enamoramiento es un estado emocional, con su respectivo mar de sensaciones causadas por nuestro cerebro, sistema endocrino, cambios químicos y derivando en respuestas fisiológicas (las mariposas en el estomago por ejemplo). Es muy lindo estar enamorado, sin duda esa sensación de que nuestra vida tiene sentido y que por fin logramos llegar a ése punto de nuestra existencia es emocionalmente muy rico. Enamorarse nos da esa chispa, lo tenemos todo, no nos falta nada, nuestra pareja es perfecta, no tiene errores, es maravilloso... y si tiene errores ¡no importa!. No hay necesidad de crecer porque ya él o ella son perfectos. Pero como todos los estados emocionales (como cuando estás viviendo un duelo), esto tiene fecha de caducidad. El enamoramiento termina y de nuevo volvemos a la realidad donde no es tan maravilloso, ni tan perfecto y le falta mucho por mejorar. 

¿Y el amor entonces qué es?... El amor es una decisión, un verbo, un grupo de acciones conscientes de tolerar, respetar, tener paciencia y luchar por el bienestar de la otra persona y de la misma pareja. Preocuparse por ella, por él, por los dos. En el amor NO somos seres perfectos ni completos ni hemos llegado a la cumbre de nuestra existencia, vemos con claridad al otro y juntos caminamos hacia un crecimiento día a día con trabajo duro y como quien dice, manteniendo la plantita con agua.

Aclarado el punto en donde ya aprendimos a discernir entre dos "palabras" que normalmente se confunden, volvemos a la pregunta inicial y que a todos nos acongoje alguna vez: ¿porqué alguien deja de amarnos? o ¿porqué nosotros dejamos de amar a alguien?. 

Le hice esta pregunta a David un jueves por la noche mientras tomábamos un café, y su respuesta fue la que casi todos damos: "Pueden ser muchas las razones: la rutina, la falta de comunicación, que alguien más llame tu atención, una desilusión grande, ¡hay un montón!"... y aunque David estaba en lo cierto, yo quise ver mas allá, ¿Qué hay detrás de todas esas razones?.

El metodo que más me resulta para este tipo de dudas en algún tema, es voltear a ver mi libro personal de experiencias en el amor, y como solo he tenido dos parejas sumamente formales antes de mi actual David, me remonto al pasado y pienso "¿porqué mi primer novio dejó de amarme?". Te recuerdo por si no me has leído ya, que él me dejó un buen día y casi de la nada. De ser yo su todo, pase a ser su... ¿nada? Por meses me cuestioné eso y muchos años después pude ver la posible razón: Gabriel jamás me amó, estaba ENAMORADO de mi, y dado que ésta maravillosa etapa llegó a su fin, de pronto mis defectos eran insoportables y mis rabietas intolerables (cuando antes eran lindas y tiernas escenas de amor), no hubo una intención de crecer y mejorarlas, y así terminó todo. ¡Qué gran descubrimiento!... ¿ahora la frase "te amo" pesa más que cuando la decíamos de jóvenes verdad?... Con esto nos podemos dar cuenta de algo mucho muy valioso en nuestra vida (algo así como una revelación): Muchos podrán enamorarse de nosotros, pero la gente que nos llega a amar en nuestro largo camino de citas y noviazgos, ES REALMENTE ESCASA.  

El amor es algo mucho más fuerte de lo que inocentemente pensamos por años.

Pero, ¿qué podemos decir entonces de esos casos en los que la relación sí había pasado del enamoramiento y ya nos querían con todo y nuestros demonios conscientes?. Volvamos a la definición, el amor es una decisión. Con ello entonces me parece lógico decir que esto no se acabe al estilo de que un buen día despertamos y decimos: "¡Oh por Dios! ¡ya no lo amo!"... el amor recordemos NO es como el enamoramiento, no es un sentimiento fulminante, es un trabajo diario, y si en algún momento nos damos cuenta que éste ya no está (o que el amor de nuestra vida nos lo dice),  es porque por alguna razón decidió dejar de poner en nosotros esos sueños, planes del futuro... dejó de ver nuestras cualidades y de buscar nuestro bienestar. Ejemplificaré:

Una pareja de esposos que después de 15 años de matrimonio, la mujer comienza a ligarse al compañero de oficina. ¿Ella dejó de amar a su esposo un lunes y el martes ya estaba perdidamente enamorada de otro?. Nos queda claro que la pareja ya había sobrevivido a la transición del enamoramiento al amor, pero con el tiempo llegaron el resto de los "enemigos" de toda relación longeva: la costumbre, la rutina, el sobrepeso, las arrugas... Con semejantes defectos, puede resultar mucho más fácil y tentador para cualquiera voltear a ver al vecino de cubículo en la oficina, ese que no conoces sin bañar y que jamás le has visto hacer un berrinche. Entonces la esposa compara a su marido con el sujeto de la oficina, ¿Qué es más atractivo?, ¿Quién ganará este concurso en el corazón de la increíble mujer?, ¿Será acaso el esposo que deja el jabón lleno de pelos?... ¿o el atractivo compañero de trabajo que siempre huele al perfume Hugo Boss?. ¡Qué comparación tan injusta!... Bueno, a lo que quiero llegar es que aquí tenemos quizás la razón más fuerte de porque el amor  (digamos, el verdadero) se acaba: Uno DECIDE dejar de ver lo maravilloso que su pareja imperfecta es. Eso que le enamoró hace años, eso que lo conquistó... se distrae, compara, se pierde.

Hay otro grupo de razones que dan un fin más fulminante al sentimiento y la decisión de amar a alguien, como la decepción, el engaño, la traición... pero estos regularmente no nos causan tanta intriga como cuando solamente nos llegan con el balde de agua fría de "Hé dejado de amarte". Son bastante claros.

Así que, lectores, si por alguna razón nos encontramos en el duro camino de tratar de entender porqué alguien ha dejado de amarnos (descartando la mentira, el engaño, la traición), sería inteligente preguntarnos entonces si estamos seguros de si esa persona realmente nos amaba o solo le gustábamos, o solo estuvo enamorada de nosotros (el tiempo que esto haya sido)... y.. si sí lo estuvo, la otra razón es simplemente porque él o ella decidieron dejar de esforzarse y luchar por nosotros.

En ambos casos, ¿nos sirve de algo rogarles o pedirles que vuelvan?... Si nunca nos amaron, es probable que jamás lo hagan, y si para ellos no somos lo suficientemente valiosos como para luchar por la relación, pues ¿qué caso tiene que nosotros sí luchemos por ello?... ¡Es una batalla perdida! Nadie puede mantener a flote una relación por si solo, se requiere el esfuerzo de ambos.


Sé que es muy duro de entrada cuando nos dejan caer la frase de que el amor se ha terminado, pero hay que aceptar con dignidad los reveses de la vida. Con la cabeza en alto agradecemos la honestidad y seguimos nuestro camino... Siempre existe alguien más que sin duda merecerá nuestra entrega.


Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...