martes, 16 de febrero de 2016

No me alcanza el dinero : Consejos financieros para cambiar tu vida


Cuando tenía 16 años y estudiaba la preparatoria, mi hobbie favorito consistía en ir cada 15 días al estadio a ver jugar a mi equipo favorito de fútbol. En aquel entonces podías adquirir las entradas un miércoles antes del partido, así que por todos los medios lograba organizar el dinero de mis camiones para completar los $70 pesos que costaba el boleto. Mis padres nunca fueron muy espléndidos conmigo, no conocí un billete de $200 en mis manos hasta que tuve mis primeros trabajos, así que debía hacer maravillas con los escasos $50 que me daba mi madre para completar única y exclusivamente los transportes públicos de la semana y algo de comer cuando debía quedarme a clases vespertinas (y vaya que debía estar agradecida que a esa edad aun me diera dinero). Si la entrada al estadio costaba $70 que había que juntar cada 15 días y a mi me daban $50 a la semana, eso quería decir que tenía que distribuir mis gastos de la siguiente forma:

Semana 1 = +$50
Semana 2 = +$50
Boleto de entrada = -$70
Restante para transportes de 2 semanas = $30 

Si hago memoria, el autobús en aquel entonces costaba $2.50 y yo solo tomaba el de regreso a casa (por la mañana me llevaban hasta la preparatoria), es decir que en los 10 viajes que necesitaba casi justo me alcanzaban los $30 pesos que tenía para moverme... y debía aguantar el hambre hasta llegar a casa.

Con este pequeño y vago ejemplo de un suceso aparentemente sin relevancia en mi vida, de alguna forma ponía en práctica mis mas grandes cualidades de administración financiera. Yo tenía una meta para la cual debía ahorrar y el dinero que tenía para "gastos" era solo lo que me quedara de cumplir con mi meta y mis gastos fijos que era el transporte. Sabía que si me gastaba mi triste efectivo en frituras o comida chatarra, descompletaría mi boleto de entrada al fútbol, o me tendría que regresar a pie hasta mi casa algunos días. 

Y ahí, en esa explicación y con la imagen visual de yo contando monedas en la taquilla del estadio, reside uno de los secretos más grandes de administración financiera: la disciplina por los beneficios a largo plazo. 

Soy una pésima deportista, bailo como un tronco y me queda claro que jamás me elegirían para ser cantante de una banda de ambientación para bodas... pero conozco mis cualidades, y ser una mujer estrictamente apegada al conocimiento y dominio de mis finanzas, forma parte definitiva en mi lista de habilidades. Adoro hacer cuentas, abrir un Excel y registrar cada 3 días todos los movimientos de mis cuentas bancarias. Ni un solo peso sale de mi bolsa sin que conozca exactamente para qué lo destiné. 

Dada mi conocida forma de hacer cuentas y manejar mi economía (ojo que esta no tiene nada que ver con ser mucha o poca), en algunas ocasiones allegados míos me han preguntado cómo se logra esto, por lo que me dispongo a compartir los siguientes consejos, no de una economista ni experta en finanzas, sino de alguien como tú que debe ingeniárselas para pagar la gasolina del auto, la hipoteca y aun así tener ese deseo de comprar esos zapatos increíbles:


  • Disciplina de beneficios a largo plazo... en lugar de los de corto plazo

Este principio aplica para todo, desde aquellos años que dedicaste a estudiar mientras hubieras querido estar de fiesta toda la semana. Cambiamos la recompensa de corto plazo (¡la fiesta!) por la de largo plazo (un titulo universitario). Al hablar de dinero muchos de los errores que cometemos es que apenas lo tenemos en nuestras manos, ¡y se nos quema!... Rápido nos vamos de antro y hasta pagamos la botella, nos convertimos en el ser mas popular del bar.... pero llega el día siguiente y estás justo donde empezaste antes de que tuvieras ese ingreso (¡o peor!). No estoy en contra de destinar fondos para el ocio y la diversión, son necesarios, pero lo mejor es siempre que recibamos nuestra quincena, o cualquier pago que nos den, ordenar cómo lo moveremos siempre priorizando ahorro/inversión y gastos fijos. El beneficio es a largo plazo (no tener deudas, completar para el auto o una ampliación de la casa), en lugar del de corto plazo (pasarla bien una noche).


  • Haz un presupuesto

Andar por la vida sin rumbo normalmente nos lleva a tomar malas decisiones. En el camino de todos es importante tener una visión, un ¿a dónde vamos?... No saber cuánto ni para qué se debe destinar nuestro dinero, nos hará gastarlo en prácticamente todo menos algo productivo. Haz un presupuesto de gastos, prioriza los fijos (los servicios, la hipoteca, el transporte) y destina un monto que debe gastarse en ello. ¡Y apégate a él!


  • El engañoso efectivo

Si tener autocontrol financiero nos es difícil a todos, lo mejor será que nos pongamos a nosotros mismos ciertas "trampas" que nos eviten caer en tentaciones. Un remedio infalible para mi es que dejemos de usar efectivo. Ahora en casi todos lados aceptan tarjeta y pagar con ella, además de ser mucho más seguro, te hace que pagues solo lo que vas a gastar, y no que te gastes el restante en cosas que ni siquiera sabemos qué. Piénsalo de esta forma. Si vas a salir por una ensalada al restaurante y ésta cuesta $70 pesos, si pagáramos con efectivo, los $30 restantes garantizo nos lo gastaremos en cosas que NO necesitamos (como gustos o postres, perjudiciales también para nuestro físico y salud)  y por ende olvidaremos por completo cómo fue que ya no los tenemos. Por el contrario, si pasas tu tarjeta de débito por solo los $70 pesos, los $30 restantes siguen estando y sumando en tu cuenta bancaria. Si hicieras esto 3 veces por semana, habrías evitado una fuga de casi $100 pesos... que al año serían mas de $5,000. ¡Deja el efectivo!... acostúmbrate a que si lo vas a necesitar, tienes que buscar un cajero y sacar lo mínimo posible. Hacer esto de tener que ubicar ATM te puede dar pereza y ayuda que evites gastos que no son absoluta y estrictamente necesarios. 


  • Primero ahorra, luego gasta, ¡no al revés!

Muy de la mano con el primer punto. Nuestra errónea cultura nos hace que la mayoría de nosotros, al tener dinero en mano, lo primero que haga sea gastarlo y si le queda algo al final, es lo que ahorra... ¡ERROR!. Debemos empezar por cambiar nuestra forma de pensar y hacerlo al revés. El orden es:

1. Gastos Fijos
2. Ahorro
3. Otros Gastos

Primero lo que NECESITAS para sobrevivir (pagar la hipoteca, los servicios, la despensa), luego lo que te dará beneficios a LARGO PLAZO (ahorros e inversiones) y finalmente, lo que te queda es lo que puedes gastar en salidas sociales y gustos personales. El porcentaje a destinar a ahorros e inversión según algunos expertos es el 30%. Es decir, de todo lo que entre a tu cuenta bancaria, el 30% DEBERÍA irse directo a ese fondo. 

Con esto de dejando los gastos superfluos al final, nos "engañamos" la mente a que realmente no tenemos $10,000 pesos para gastar a la quincena, sino $2,000, que fue lo que quedó de quitar los gastos fijos (digamos $5mil) y el 30% de ahorro... Algo así como lo que a mí me pasaba con los $5 pesos que me sobraban a la quincena en la preparatoria luego de haber separado lo de los camiones y haber ahorrado para el boleto del fútbol. 


  • ¡Bancas por internet!... nuestros aliados 

Si aun no tienes un tóken para ingresar a hacer manejos de tus cuentas desde internet, formas parte de las culturas de manejo de fondos del siglo pasado. Recuerda que lo que no se puede medir, no se puede controlar, y por ende ni siquiera puedes medir a lo que no tienes conocimiento alguno. No diré mas, ¡ve al banco y haz este trámite si no lo tienes ya! (no es comercial de Banco de México).

Tener un eficiente control de nuestras finanzas no tiene mucha ciencia ni es tan complicado como muchas veces creemos, es de hecho muy similar a hacer ejercicio, ir a estudiar, esmerarte en un proyecto, solo es cuestión de disciplina y apegarse a unas reglas que el único beneficiado seremos nosotros mismos. Con algo de práctica, esto se convertirá en un hábito y hasta te dará gusto sentarte y hacer números. Créanme, la sensación de que tienes en orden tu economía es muy gratificante, no tienes que tener mucho, solo hay que saber moverlo... y a los pocos meses te aseguro cambias de auto, amplías tu casa y ¡hasta de vacaciones te vas sin problemas!, sin preocuparte, sin estrés... Es increíble los beneficios que un hábito disciplinado puede traer a tu vida ¿no?.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...