martes, 28 de marzo de 2017

Los 3íos

Verano del 2014, un antiguo amigo que vivía cerca de casa de mis padres organizó su boda en la playa. Yo tenía algunos meses de haberme divorciado, por lo que estaba en mi época de libertad (o libertinaje mejor dicho). No tenía mucho dinero pero tampoco muchos límites. Vivía sola con mi perra Katy, y mis salidas eran algunas veces citas ocasionales sin sentido y otras, insaciables búsquedas del amor. En este viaje a la playa al que improvisadamente me colé, tenía un plan macabro que buscaba llevar a cabo a como diera lugar. Un chico que siempre me había gustado (que también era soltero) asistiría, por lo que era mi oportunidad para misteriosamente conquistar su corazón aprovechando que íbamos a tomar algunas copas... y que además yo llevaba un fabuloso traje de baño.

Mi plan misterioso fue mas bien desastroso ya que fui sutilmente rechazada con todo y la fina lencería que había decidido utilizar y que con tanto esmero elegí unos días antes. Con mi moral y autoestima destrozada y una tremenda resaca, regresé a la ciudad y al día siguiente, fui a trabajar dotada de suero. Aun sentía en mi espalda el rechazo playero que había vivido cuando de pronto, un amigo muy alegre y fiestero que tenía muchísimo sin ver hacia su insistente pregunta la cual repetía cada dos o tres semanas: "¿Ya lo pensaste?, Diana sigue puesta". No era nuevo en mi celular recibir ese mensaje de Benjamin en donde, con palabras diplomáticas, me proponía asistir a una 'fiesta privada' en su casa en un hermoso fraccionamiento de la ciudad. Solo estarían él y su esposa... Si, fue mi invitación a un trio.

Jamás había sido de mi interés participar en dicho acontecimiento, la verdad no me imaginaba en semejante escena además que me parecía incómodo, razón por la cual rechacé a aparecer en esa 'película' varias veces... pero ahora era diferente, yo había vuelto de la playa con más hambre de con la que me había ido, además como ya dije, realmente haber sido rechazada en mi lencería negra había afectado mi autoestima ¡tenía que recuperarla!. Así que, aún cruda dije "Pues qué más da"... y accedí a visitar a la moderna pareja.

Salí de la oficina y manejé hasta su casa, al llegar casi pude ver cómo el vigilante de la entrada me veía con ojos de prostituta, ¿era mi conciencia?... Llegué al lugar, una entrada fascinante, el jardín, la fuente... la vida los había tratado bien, Benjamin tenía un excelente puesto en una importante empresa de la ciudad, y su esposa era la típica ama de casa joven que pasa todo el día entre el gimnasio y el café con las amigas... Y yo... Bueno, estaba más nerviosa que cuando perdí mi virginidad en aquella habitación adolescente. 

Me ofrecieron una copa de vino pero yo todavía traía resaca playera de esa que te dura como tres días. No quise tomar nada pero quizás debí hacerlo para agarrar valor.

Intentamos platicar pero el ambiente era obvio, mi visita tenía un motivo y yo temía mencionarlo. Diana rompió el hielo "Bueno pues, a lo que venimos" dijo en tono de burla. Yo no quise verme tonta y sin experiencia (aunque era obvio que así era), así que con seguridad dije "Pues yo estoy bien con esto que vamos a hacer, solo ustedes que estén de acuerdo ya que son una pareja y  no quisiera tuvieran problemas", "No te preocupes" me interrumpió la atractiva mujer "Tu serias la tercera persona con la que hacemos esto". Me quede en shock... ¿Era esa una dinámica normal de pareja? ¿Cuando la rutina llega es hora de innovar con este tipo de prácticas? ¿Es peligroso para la relación?

Todos alguna vez lo hemos pensado y quien diga que no miente, ¿nos atreveríamos a invitar a una tercera persona a la cama con nuestra pareja?, a la mayoría nos asusta lo que pueda suceder después o incluso en el momento, nos da miedo no saber si podremos controlar el ver a nuestro amor intimando con alguien más, o también si eso se va a convertir en una futura infidelidad, ¿qué tal si ella es más bonita o mejor que yo? ¿Se enamorarán y se verán a escondidas? ¿De ahora en adelante jamás estaremos solos y siempre tendremos que invitar a alguien? ¿Mi relación está destinada al fracaso de ahora en adelante?

Caminamos a la habitación, el pasillo era largo y las reglas claras "Todos debemos disfrutar y si alguien no lo está haciendo, puede detener todo en el momento que así lo desee", era la única condición, no estaban prohibidos los besos siempre que el otro quisiera. ¡Era una locura! ¿En verdad estaba pasando? La escena comenzó, pero sinceramente sentía que estaba en un programa de cámara escondida y alguien saldría diciendo "¡Caíste!"... era irreal. Durante todo el tiempo me la pasaba volteando a ver a Diana y pensaba que ella detendría todo en cualquier momento al llegarle un ataque de celos, pero jamás sucedió, ella parecía bastante cómoda y yo, bueno, no quiero ofenderlos pero realmente era demasiado lo que transitaba por mi mente que me costaba mucho trabajo concentrarme. Benjamin era por supuesto el menos incómodo... pero, en medio de todo este loco y extrovertido momento me pregunté ¿Hay algo malo con la relación de Benjamin y Diana? ¿Están acaso locos?... Estoy segura que se lo preguntan al leer la anécdota.

Una vez tuvimos en la familia un problema por una prima que dijo fuertes ofensas a su madre la que había estado cometiendo muchos errores de intromisión (era muy metiche y se involucraba demasiado en la vida de sus hijos y mi prima había explotado)... Todos juzgaron a la joven de grosera pero yo le dije a mi madre "Vaya que al menos ella sí se atrevió a decir lo que todos pensamos"... claro, quizás no lo dijo de la mejor manera, pero al final solo se abrió.

Hubo una época que estaba enamorada de un compañero de la oficina hace muchos años. Él no parecía corresponderme y yo tampoco hacia público mi sentimiento hacia él, pero era inevitable soñar por las noches que lo besaba de manera apasionada. "Cualquiera que despierto se comporte como lo hiciera en sueños sería tomado por loco" dijo Sigmund Freud alguna vez, y tal como decía mi maestro de Psicoanálisis en la Universidad "Los sueños son realizaciones visuales de deseos reprimidos", tratamos entonces de decir que sí, yo ansiaba besar a ese compañero y sí, era tanto mi deseo que lo soñaba, pero al final tenía que reprimirlo porque no era correspondida, ademas que era del trabajo... No trato de darles una clase de psicoanálisis básico, solo busco enfatizar que al final todos tenemos deseos, sueños y fantasías, desde los inocentes besos hasta las pasiones desatadas... somos seres sexuales decía Freud.

Entonces, bajo el hecho de que simple y sencillamente somos humanos con ocasionales pero normales pensamientos 'sucios', ¿está mal que alguna pareja quiera innovar en su relación y tener una estrella invitada?... bueno, tendríamos que partir de la pregunta de qué es bueno y qué es malo, conceptos totalmente relativos y fuertemente influenciados por la sociedad y el tiempo en el que vivimos (hace años las parejas homosexuales se escondían y hoy, veo alegremente unos frente a mi aquí en el Starbucks), pero como dijo Diana "Tú serías la tercera", era una práctica común en su relación y tal como vi con mis propios ojos, no parecían sentirse incómodos. Al final, su regla era de hecho perfecta: "Todos debemos disfrutar y si alguien no lo está haciendo, puede detener todo en el momento que así lo desee". Quizás esa era también su filosofía de relación y si ambos estaban de acuerdo en tener la participación de un tercero (del genero que fuera porque alternaban), ¿quién podría decir que están mal si los dos están de acuerdo?... Llamarles disfuncionales es injusto porque, aparentemente funcionan como pareja y, ¿acaso todos nosotros no somos un poco disfuncionales en algún aspecto de nuestras relaciones?... el problema quizás es que ellos, como mi prima la grosera, hicieron público o realidad lo que unos solo lo guardamos en nuestra imaginación o en nuestros sueños para no ser tomados por locos, imprudentes o enfermos.

Samantha Jones en Sex and The City decía que los tríos solo funcionaban si tú eras la estrella invitada, ya que eras quien menos perdía, como yo al salir del lugar tal cual como entre, con las miradas sospechosas del guardia y como si nada hubiera sucedido a seguir con mi vida. Es cuestión de lo que estemos dispuestos a hacer y con lo que podamos vivir, si tu pareja está de acuerdo (y no solo por darte gusto), entonces no considero exista mayor problema, pero reitero, ambos debieran estar convencidos de hacer algo fuera de lo 'convencional', así como ser capaces de afrontar las posibles consecuencias de sus decisiones ya que no es cualquier cosa y siempre existe la posibilidad de que si no lo manejan con comunicación y entera confianza, se les puede salir terriblemente de las manos.

¿Están mal como pareja realizar este tipo de prácticas?... No si es lo que queremos, Si si nos están obligando (jamás perderse el respeto). No si no es nuestra única fuente de 'recreación' y Si si solo así podemos tener intimidad (debe existir ese momento de pareja en donde no se trata de placer sino de conectarse).

... Y bueno para cerrar esta irreal experiencia, les comentaré que no volví a repetirla ni tampoco volví a verlos (aunque supe que siguen tranquilamente juntos), esto pasó a convertirse en otro interesante capítulo de mi Cada Martes, una experiencia menos por vivir en mi check list de vida.

¡A vivir!... con consciencia claro

Laura

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