He oído que todos tenemos un fondo el cual, cuando estamos ahí, sentimos que no podemos caer más, es el punto más bajo de nosotros mismos, de nuestra dignidad y somos los seres más débiles de todos. En mi caso, era un lluvioso y gris domingo, aún hacia frío, inusual para ser marzo. Rondaban las 8 de la noche cuando tuve una llamada telefónica llena de insultos, agresiones verbales y amenazas por parte de mi ex pareja, una de esas fuertes conversaciones que tienes cuando vas a entrar de lleno con el tramite legal del divorcio. Recuerdo que llamé a Paty, mi vecina, le pedí corriera a mi casa ya que había sucedido algo. Apenas podía platicarle lo que me pasaba cuando mis lagrimas no me permitían ver y el nivel de ansiedad en mis pulmones comenzaba a impedirme respirar... estaba sufriendo una crisis nerviosa. No olvido el cosquilleo en mis manos, empezaron a dejar de responderme; mis piernas de pronto también fallaron al engurruñarse, me asustaba sentirme así, era la primera vez en mi vida que mi cuerpo no me respondía. Paty gritaba y pedía ayuda, yo me desvanecí. Afortunadamente tenemos una pareja de vecinos enfermeros quienes llegaron de inmediato al auxilio, fue uno de ellos quien indicó que no encontraban mi pulso y sugirieron llamar a una ambulancia. Transcurrieron varias horas cuando empecé a tener conciencia de lo que estaba pasando, una mujer que vomitaba en la camilla de junto me hizo volver en sí. En mi antebrazo estaba conectado un tubo que iba directamente al suero, acababan de inyectarme un tranquilizante y algo me estorbaba en el rostro, era una mascarilla conectada a un tanque verde y viejo de oxígeno. Vi que Paty sujetaba mis identificaciones y mi celular mientras algo comentaba con el doctor en turno. Estaba en la Cruz Roja por una crisis nerviosa severa... Hice una pausa y me pregunté a mi misma "¿Qué dejaste que te hicieran Laura Franco?"
Ese lo distingo muy bien como "mi fondo", la vez en mi vida en la que caí mas bajo. En cada uno de nosotros es diferente y puede darse por distintas causas, pero la verdad es que cuando caemos en él, y aunque al principio parece ser bastante patético, nos ayuda a darnos cuenta que no tenemos de otra, mas que subir. Un suceso así suele ser una situación reveladora. Yo juré que a partir de entonces, no habría vuelta atrás y que jamás permitiría tratos de ese tipo en mi vida.
Para mi fue bastante bueno haber llegado a ese punto, porque me obligó a ponerle punto final a 5 años de episodios de maltrato y dolor, pero desafortunadamente hay mujeres que nunca llegan a "tocar fondo", o ¿tal vez su "fondo" es muy profundo?, soportan por muchos años una vida rodeada de infelicidad, que como ya lo comenté, esta lideareada por el miedo, y dado el caso, resignándose a los tipos de violencia antes mencionados (psicológica, física, económica, etc.)
Si por alguna razón estas viviendo un hecho así y no encuentras la forma de romper ése circulo, te voy a decir dos cosas, créeme, yo ya estuve ahí:
La situación ni va a cambiar ni se va a arreglar sola y va a ser peor cada vez
Lo anterior aunque:
1. Sea tu esposo
2. Sea el padre de tus hijos
3. Sea tu novio de toda la vida
4. Te prometa que no lo hará de nuevo
5. Te llene de regalos y detalles para que lo perdones.
Sé de entrada que todo funciona como poner cosas en una balanza, hay mujeres que prefieren el maltrato a ponerse a trabajar, o a batallar para sacar adelante a sus hijos sin ese flamante apoyo que creen que tienen, pero tal como me lo dijo mi padre: "Vida solo vas a tener una, así que decide bien cómo la quieres vivir... ¿Con miedo o con libertad?"
Mi abogado me lo dijo cuando con uñas y dientes pretendí salvar mi casa, y dicho consejo luego se lo pasé a Luis: "¿Cuánto cuesta tu tranquilidad?"... Es verdad, no es sencillo salir de un ambiente de violencia, da miedo enfrentarse a un mundo sola, y muy seguramente tu economía, tu estatus, tu estilo de vida, van a cambiar, y si, vas a tener que trabajar mucho mas, y vas a tener que ser muy muy fuerte, pero de nuevo pregunto "¿Cuánto cuesta tu tranquilidad? ¿Qué precio tiene?".
Somos grandes mujeres, nos enseñaron a ser trabajadoras, tenemos maravillosas cualidades para hacer tanto con tan pocos recursos, somos amorosas y protectoras por naturaleza, inteligentes, astutas, nadie soporta el dolor como nosotras, aprendemos a llorar pero también nos levantamos, conocemos la agonía de soportar muy malas rachas y con madurez somos quienes mantenemos en orden un hogar a pesar de que por dentro estemos deshechas,... Pero... ¿en qué momento nos perdimos y permitimos que alguien mas nos diga que NO valemos tanto? y lo peor, ¡se lo creemos! ¿porqué le damos a otra persona el derecho de hacernos creer que no somos ni bonitas, ni inteligentes, ni fuertes?... La respuesta es porque nosotras lo permitimos, toda la vida va a aparecerse gente en nuestro camino que le va a molestar nuestro brillo, y siempre existirán los sujetos que a fin de sentirse fuertes buscaran rebajarnos, eso no lo vamos a cambiar, por esa razón hay mucho que trabajar dentro de cada una de nosotras para conocer nuestro valor, y ¡hacerlo valer!... YO SOY EL PREMIO... Si ésa persona no lo ve o no lo valora, te garantizo que hay hombres que sí, hay hombres que valoran tu inteligencia, tu fuerza y tu belleza.
Eres la única persona que va a estar contigo toda tu vida, cuida de ti porque nadie mas lo va a hacer.... Y levántate, todavía queda mucha historia por escribir.
Eres la única persona que va a estar contigo toda tu vida, cuida de ti porque nadie mas lo va a hacer.... Y levántate, todavía queda mucha historia por escribir.
25 Noviembre, día internacional de la NO violencia contra la mujer. Esta es mi forma de hacer diferencia,... ¿qué vas a hacer tu?
Laura Franco
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