martes, 11 de noviembre de 2014

La Violencia en el Noviazgo y Cuando Las Mujeres Nos Defendemos



Un matrimonio violento, empezó siendo un noviazgo violento de alguna forma, alguna vez. Karen tenía 19 años cuando empezó su relación con Alejandro, él empezó siendo muy cariñoso, romántico, como lo somos todos cuando iniciamos el camino de las nuevas ilusiones de una relación, obviamente damos nuestra mejor cara. El problema empezó con celos, Alejandro no dejaba a Karen hacer casi nada:

"El no me dejaba ir a la escuela porque yo le hablaba a mis amigos, yo no podía salir, nada mas él, y si salía le tenía que pedir permiso primero y si no, me hacía pasar vergüenza con la gente, me decía estúpida, me empujaba, me dio dos cachetadas dos veces. Salí embarazada del él. No me dejaba que usara shorts y no me podía maquillar, le cambió la contraseña a mi Facebook. Nunca me quería dar dinero en el embarazo, la que me compraba cosas era mi mamá y ahora la niña tiene casi 7 meses y el, bien gracias."

Como dije en el articulo anterior, los maltratos dentro de una relación suelen comenzar con cosas bastante sutiles, a veces casi imperceptibles, y siendo adolescentes es muy fácil ser ingenuos y pensar que "así debe ser" y es normal. En este caso de Karen, como en el de muchas otras parejas, la violencia empieza con celos y restricciones: "no vas a salir", "no veas a tus amigos", "dame tu contraseña del Facebook"... ¿A cuántos de nosotros no nos pareció "normal" este tipo de actitudes en algún momento de nuestra juventud?, pero el problema es que en muchas ocasiones la cosa no termina allí.  Luego de los insultos y humillaciones, se pasa a las agresiones físicas que pueden empezar lanzando objetos, rompiendo cosas, golpes a la pared y mas tarde pasan a agredirte a ti, como las cachetadas que Karen recibía. Si la relación bajo esa dinámica continúa digamos, en matrimonio, es casi un hecho que los golpes incrementarán de intensidad y frecuencia, al fin que tu ya se lo permitiste. 

"A mi prima Isela su novio casi le saca un ojo, ella me contaba que primero era muy cariñoso, extremadamente cariñoso, empalagoso, después muy celoso, le quería dar órdenes y no la dejaba salir conmigo. Así paso el tiempo hasta que un dia me habló su papá, ella estaba en el hospital con golpes y le dio tan fuerte en un ojo que casi lo pierde." 

Podemos ver el caso de Karen y de Isela como algo muy aislado e incluso tenderemos a juzgarlas "por tontas", pero ¿la cosa cambiaría si Karen fuera tu hija? ¿o si Isela fuera tu hermana?... El silencio es el mejor amigo de la violencia doméstica, hay gente muy cercana a ti sufriéndola y te aseguro que ni te lo imaginas. Si la estadística nos habla de que 4 de cada 10 mujeres sufren este mal alguna vez en su vida... ésos son los casos que se conocen, ¿cuántos otros tantos no habrá? a mi nadie me ha preguntado ni me hizo parte del conteo, ¿conmigo seríamos 5 de 10? y ¿con tu amiga que su novio la maltrata y también se calla seríamos 6 o 7?

Ya hablamos de cómo influyen los ideales y la estructura con la que crecemos como mujeres y lo que, mal aplicado, nos podría hacer seguir la conocida frase de como 2 generaciones atrás: "Ni modo, es tu cruz". Pero en cuestión de cuando eres joven y permites que tu novio te someta, ¿qué sucede?... existen muchas falsas creencias, ilusiones, ingenuidades y "es mas fácil no hacer nada" como me dijo Octavio. La misma inexperiencia que tenemos a esa edad nos hace en algunas ocasiones, ser fácilmente influenciables en diferentes aspectos, juegan mucho las presiones sociales y el eterno deseo de ser aceptado y jamás rechazado. Buscamos mucho ese ser comprensivo que en muchos casos encontramos en las amistades, y solemos hacer lo que sea por permanecer ahí (por eso el popular caso de los niños que fuman o beben desde jóvenes por la misma razón de pertenecer a algo, aunque sea malo para su salud y su integridad). No pasa muy diferente con los noviazgos, pertenecemos a una relación, somos parte de algo, y encausarlo equivocadamente nos hace desarrollar un apego en ocasiones enfermizo, y a manera de sostenerlo, nos autosaboteamos con falsas ilusiones y éstas son alimentadas por el famoso miedo del que ya hablamos, creemos que a nuestro novio se le va a quitar lo violento algún día, y por alguna razón tener su "amor" a nuestro lado pesa más que lo que nos cuesta sostenerlo, la balanza cae en contra de nuestra autoestima y así permanece días, semanas, meses,... años... esto no termina hasta que una así lo decide.

Ahora, hablando de decidir terminar el círculo de la violencia, ¿qué sucede si tu como mujer quieres "defenderte"?... Violencia es violencia, si tu agredes a tu pareja/ novio/ esposo, estas dejando en claro que la violencia ESTA PERMITIDA. La violencia genera mas violencia. No voy a negar que mas de una vez le levanté la mano a mi ex, algunas con la finalidad de "no dejarme" y otras por el coraje de que me estaban humillando y rebajando a un grado que sentí que la única manera de ganarle era siendo igual que él y busqué imponer mi posición de la misma forma que vi que a él le resultaba, solo que obviamente mi fuerza física era muchísimo menor, y terminaba agravando la situación. Descarta el golpear tu también, si como mujer también agredes, estas alimentando el circulo vicioso de agresiones en tu relación, repito, estas enviando el mensaje de AQUI SE PERMITEN LOS GOLPES, todo lo contrario de lo que buscamos erradicar. La violencia siempre traerá mas violencia, es cierto que ninguna agresión debe ser justificada, pero levantarle la mano a tu novio, regresarle la cachetada a tu esposo, arrojarle objetos a tu pareja VA A EMPEORAR LAS COSAS. En reiteradas ocasiones busqué defenderme a golpes, pero el resultado fue aun peor, tu fuerza (en la mayoría de nosotras) no se compara con la de ellos, y repito VIOLENCIA ES VIOLENCIA. 

Si te encuentras dentro de un noviazgo en el cual te sientes humillada, maltratada, rebajada, recuerda que somos responsables de lo que permitimos que los demás hagan en nosotros, no puedes culpar a tu pareja por ser como es, y tampoco vas a poder cambiarlo. ¿Has intentado quitarte un mal habito? ¿Dejar de fumar? ¿Dejar de comer comida rápida?... Es muy difícil ¿cierto?, ahora, si quitarnos a nosotros mismos un mal habito es complicado, ¡imagina quitárselo a alguien mas!. No pierdas el tiempo, pon un alto desde ya y no respondas con violencia. Esto no se quita solo, ni se va a quitar si te casas o si tienen hijos, al contrario, la violencia luego los alcanza a ellos también. 
Vida solo tendremos una, y nadie, por ningún motivo, debería jamás resignarse a vivir infeliz. 


¿Te prometió que cambiaría y ahora te está consintiendo y es súper bueno?
¿Lo de ustedes no es violencia porque no te agrede físicamente? 
¿Te insulta pero, está bien mientras no te pegue?
¿Te da órdenes y para no hacerlo enojar, las aceptas?

El siguiente CM hablaremos de las etapas del ciclo de violencia y los tipos que existen, no solo con golpes te hieren.

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