martes, 28 de abril de 2015

¿Bendita Ignorancia?

Me disponía a salir de viaje a mi tan esperada visita a la ciudad de Guadalajara una noche de martes, y mientras hacía mis maletas, mi amiga de toda la vida Janeth me llamó a la casa para tener una breve plática ya que, de otro modo, perdería mi vuelo. La puse en altavoz mientras continuaba haciendo el equipaje. "Lau, tengo que confesarle esto a alguien o moriré". No le di mucha importancia, podía ser realmente cualquier cosa... hasta que dijo: "Tuve una aventura con un compañero de la oficina". Janeth está por cumplir apenas 2 años de casada y aunque en su mayoría he ayudado a quienes sufren como víctimas del adulterio, esta ocasión me tocaba intentar orientar al victimario de la masacre a la confianza: mi amiga desde la escuela secundaria.

"No se si deba decirle algo a mi esposo, aunque sé que me odiará, no sé qué hacer, le romperé el corazón". Su pregunta me tenía en shock, más helada se quedó ella al escuchar mi consejo: "No digas nada". Casi me salió de la nada, así de pronto, sin pensarlo mucho y por impulso mi reacción inmediata fue recomendarle que NO DIJERA NADA... ¿habré yo perdido la cabeza?

Si algo tenemos que tener bastante desarrollado nosotros los Psicólogos es la tan famosa empatía, esa que es la que realmente nos da de comer, porque ponernos en el lugar de quien busca nuestra ayuda nos hace sensibilizarnos y dar las recomendaciones que, al menos, nos gustaría que nos dieran a nosotros. Y en esta ocasión, ponerme en el lugar precisamente de Jose Luis, su esposo, es el porqué dije semejante consejo el cual voy a desarrollar y el cual, sostengo, es mi muy personal punto de vista.

La mayoría de nosotros opinamos y tenemos respuestas a sucesos que no nos han pasado todavía (afortunadamente), y con una increíble seguridad sabemos exactamente qué haremos si nuestro cónyuge nos engaña, si un ladrón entra a nuestra casa o si tenemos un fuerte accidente automovilístico... pero para este tipo de situaciones de fuerte impacto, las emociones juegan un papel muy importante y solapan lo que en su momento teníamos "preparado" como una respuesta consciente. Eso quiere decir, se convierten en CONTINGENCIALES, ya que dependerán de la contingencia a la que nos enfrentemos para poder conocer realmente cómo actuaremos. 

Ahora, si yo me pongo en el lugar de Jose Luis, enterarme de la infidelidad de mi esposa va a desencadenar en un suceso que NO voy a olvidar toda mi vida, y aunque todos digamos odiar la simple idea de "vivir engañados", siento decirles que en grandes aspectos de nuestra vida, vivimos así. Nuestra pareja, por mas maravillosa que sea, tiene secretos que nosotros NO sabemos, y algunos con certeza ya tuvieron un "desliz" y quizás fueron muy listos y entraron en razón dejando dicha aventura de lado y retomaron el camino en miras de una relación fructífera... que es justamente lo que quería que Janeth entendiera.

Que yo haya tenido la fortuna o la desgracia de haber sido "víctima" de una situación de adulterio quizás me dio el panorama de lo que este tipo de casos dejan en nuestras vidas en donde, quien lo haya vivido no me dejará mentir, no vuelves a dormir tranquilo por meses y sin duda va a afectar diferentes áreas de tu vida quizás para siempre, porque queramos o no, estamos formados por nuestras experiencias, sobre todo las malas. Si el "problemita" de Janeth sale a la luz, está más que claro el sufrimiento que esto dejará en Jose Luis, independientemente si él la perdona o no... y por ende, en ella también, en la relación, en las familias, amigos, etc. Es una bomba con un radio de explosión más grande del que hoy por hoy, Janeth entiende. 

Mi consejo, fue simplemente lo que yo hubiera preferido en su momento, pero reconozco que es muy complicado que el "victimario" entre en razón y por su propio pie deje de lado su aventura, aunque claro que es posible. "Janeth, tienes una bomba en tus manos, prendida, y se te está terminando la mecha. Esto tiene muchas probabilidades de acabar muy mal y créeme que te va a explotar en las manos tal como le sucedió a Alan, y ahí saldrá de tu control y el daño que le hagas a Jose Luis te costará una eternidad reponerlo. Dejémonos de tonterías y entra en razón, apaga la bomba, desaste de ella, arrójala lejos, termina con esta aventura, aléjate de tu cómplice y enfócate en tu matrimonio hoy que ESTÁS A TIEMPO".

Lo ideal es que este tipo de cosas no sucedieran y que ninguno de los dos miembros de una pareja cayera en las redes de las tentaciones, pero sería querernos tapar los ojos y pretender que vivimos en un cuento de hadas. Estas cosas pasan y mucho más seguido de lo que queremos aceptar, y en algunos casos, vivimos en esa bendita ignorancia. Janeth, como muchas personas actualmente, tiene en sus manos la posibilidad de ahorrarle un dolor muy grande a su esposo y trabajar en su matrimonio.

Confesarle o no a la pareja cuando ya se cayó en adulterio realmente no tiene un peso tan importante contra la verdadera solución que es ENTRAR EN RAZON Y RETOMAR EL CAMINO. ¿Qué caso tiene confesarlo o que lo descubran si no va a entender? podrían incluso perdonarlo y si realmente no 'agarra la onda', el resultado es el mismo.  La clave es y será siempre: qué hacemos con el problema que tenemos enfrente.

Jamás estaré de acuerdo con traicionar la confianza de la pareja, pero repito, ESTAS COSAS PASAN y en ocasiones, me parece que vale mucho más salvar una relación (obviamente dentro de los parámetros de respeto y compromiso entre los miembros) que conocer todas las ramificaciones, dudas, pensamientos y suposiciones que tenemos de nuestra pareja. Y si todas las parejas que tienen problemas se separaran, simplemente ya no habría ninguna.

... y al final, la confianza es siempre un acto de fe. 

Laura Franco

martes, 21 de abril de 2015

¡Tengo una aventura!: 5 consejos que pueden salvar tu relación

Hace un par de MARTES escribí acerca de lo que hacía la diferencia entre las personas que caían en temas de infidelidad, y quienes, a pesar de las tentaciones, podían resistirse. Sin embargo y si los porcentajes no se equivocan, un importante número de personas son, fueron o serán infieles a sus respectivos alguna vez en su vida. Si es el caso de que hoy estas metido en una situación de adulterio, antes que nada ¡excelente paso el leer al respecto!... significa que al menos estás abierto a buscar alternativas. Salirse de este tema no es sencillo, he visto quienes con lágrimas en los ojos y desesperación dicen frustrados: "No se que hacer, no puedo evitarlo, pero perderé todo", y aunque me muera por decirle "¡Déjate de... cosas y entra en razón!", cuando estás en medio de "dos amores" y te sientes atrapado, es evidente que ver con claridad resulta una tarea más que imposible, así que te recomiendo estos supuestos que espero puedan abrirte un poco los ojos:

La madurez y los beneficios a largo plazo
Uno de los puntos importantes que es pieza angular en las personas exitosas, es quienes aprenden a renunciar a los beneficios de corto plazo y los cambian por los de largo plazo. Por ejemplo quienes hacen ejercicio o una dieta, ellos renuncian a la satisfacción placentera que les traerá estar sin hacer nada viendo la TV (beneficio a corto plazo), y por el contrario, le apuestan a esforzarse en miras de un futuro de buen cuerpo, salud y autoestima (beneficio a largo plazo). Una aventura fuera de tu relación, es un beneficio a corto plazo que sabotea demasiado al de largo. Tu beneficio a largo plazo es esforzarte en que tu noviazgo/relación/matrimonio funcione a través del tiempo y a pesar de los malos ratos, irte por "lo sencillo" habla de un pronostico nada exitoso, como lo sería no ejercitarse, no ir al dentista, no estudiar.

Definición de sentimientos
En absolutamente TODOS los aspectos de nuestra vida, el conocernos a nosotros mismos nos va a salvar de muchas situaciones complicadas y será una herramienta extremadamente útil para sacarnos adelante en varias ocasiones en las que nos encontremos frustrados o perdidos. Estar en una situación de adulterio es estar en una nube totalmente fuera de la realidad, es una fantasía de la que no se es consciente del alcance de sus actos. En esta etapa de hermosa irrealidad, ser consciente de lo que sentimos nos hace aterrizar de ideas fantasiosas de que nuestra relación fuera del noviazgo/matrimonio, es un sueño incomprendido que viene a salvarnos. Definir sentimientos nos ayuda a hacerlos conscientes y a poder actuar con inteligencia.

Rodearse de gente indicada
Desde que somos adolescentes nuestros padres nos repiten la importancia de las buenas compañías y de las repercusiones de las malas. Al crecer nos damos cuenta que siempre tuvieron razón ya que rodearse de la gente indicada es, a mi percepción y sin lugar a dudas, uno de los indicativos mas importantes de éxito en todas las áreas de tu vida. Si estoy en una situación en la que necesito orientación, lo mas lógico es que busque asesoría con alguien que de alguna forma, esté en donde yo quiero estar, jamás lo opuesto... suena lógico ¿no?, aún y así sea,  mucha gente que está en medio del adulterio no lo hablan, se esconden o se refugian con el cómplice del engaño y amistades que andan en las mismas prácticas, ya que ellos no los juzgarán y apoyarán sus actos. Todos hemos visto a alguien que se aleja de las amistades correctas porque saben que "los van a regañar".

Eliminar tentaciones (Alejarse de el cómplice del engaño)
Una de mis más fuertes medidas para intentar por todos los medios, no subir de peso, es JAMAS tener en mi alacena comida que saboteará mi intento de buen régimen alimenticio (galletas, frituras, refrescos), ya que, después de un largo día de trabajo, si llego a casa y veo en el refrigerador una botella de agua o una de refresco, obviamente voy a darle un trago a la bebida de sabor, simplemente porque sabe mas rica. Igual de efectivo es seguir de "amigo" con quien es o fue tu cómplice en aventuras fuera de tu relación. Alejarse de la persona con la que se engaña es VITAL para salir del circulo vicioso. Intimaste con esa persona, ya sabes cómo es y tenerlo cerca es tan eficiente como llenar tu refrigerador de paletas de nieve mientras estás a dieta. Si ya fuiste demasiado débil como para caer una, dos, tres veces... vas a volver a caer, y mas si la otra persona se presta o sigue insistiendo.

Cuestión de empatía
Una de mis frases favoritas de empatía, en este caso enfocada a los hombres, dice: "Sé el hombre que quisieras para tu hija". En este caso lo pongo general, nosotras también podríamos tener hijos varones y no nos va a dar ninguna gracia que una mujer lo engañe, traicione y lo haga romperse en pedazos. Cuando sé de alguna amante que se justifica y menosprecia a la esposa llamándola "vieja" o "bruja" o "no lo atendió y se hizo fodonga por cuidar a los hijos", yo solo puedo pensar "¿No se da cuenta que ella también será la esposa de alguien algún día y también se hará vieja y quizás fodonga... y probablemente también será madre?". No hagas lo que no te gustaría que le hicieran a tu hermana/hermano/madre/hijo/hija, ya que algún día te va a tocar estar del otro lado de la historia, y es mejor tener la certeza de que cuando pudiste ser el victimario, hiciste lo correcto 

El éxito, en todos los aspectos de la vida, esta fuertemente basado en la persistencia y el trabajo duro, nada viene así como así, y buscar salidas fáciles son espejismos de una realidad que NO quieres enfrentar, que solo harán el problema más grande y conforme somos mayores y el tiempo pasa, las consecuencias se agravian. Cuando tienes 17 o 18 años fallarle a tu novia(o) implica un muy triste e ilusionado corazón roto, en 10 años, hablamos de un divorcio, en 20, le sumamos a los hijos con tremendas repercusiones psicológicas. Uno decide dónde detenerse.

Todos en la vida debemos tener una visión, un propósito hacia dónde vamos y dónde nos vemos en 1, 5 o 10 años. De alguna manera todos buscamos un final feliz a nuestro estilo, donde de vez en cuando hay que cuestionarnos si nuestros actos del presente no están saboteando nuestros sueños y aspiraciones del futuro. Mientras haya vida, hay tiempo de romper el círculo vicioso y volver al camino.

martes, 14 de abril de 2015

Ser o No Ser Una Mujer Exitosa

Mi vecina Janet fue a mi casa una noche de martes dado los constantes problemas que estaba teniendo en su joven matrimonio que acaba de pasar su segundo aniversario (los terribles 2 años). Ella, con su carrera de Ingeniería, tiene un puesto de Gerente en una importante empresa manufacturera de la ciudad, y Daniel, su esposo, tiene ingresos más modestos que ella. No tienen realmente problemas económicos, pero el caso es que el hecho de que ella perciba una nómina más alta que la de él, recientemente comenzó a ser un problema de discusión entre ambos, especialmente del lado masculino: "Sería mejor que renunciaras y te dedicaras un poco más al hogar y cuidar a los niños (tienen dos muy pequeños en guarderías)" es una de las sugerencias que hace con frecuencia Daniel con un tono incluso buscando convencer a su esposa, a lo que Janet me dice "No se qué decirle, yo me esforcé mucho para llegar a esa Gerencia, y de pronto, él quiere que deje todo y me enfoque a los niños. La vez pasada, dentro de una discusión me lo volvió a decir pero en un tono más fuerte... ¿Qué esta sucediendo? Yo hago todo por no descuidar la casa, pero hace algunos días me dijo que parecía que yo no lo necesitaba".

En la situación de Janet, siendo una mujer independiente y donde casi puedo asegurar que no le echa en cara a su esposo su éxito profesional ni su ingreso, y que tampoco, hasta donde he sido testigo, ella descuida el hogar... y que a pesar de lo anterior y de que Daniel, siendo un buen empleado del área financiera de una decente compañía, ¿es posible que se sienta amenazado por un tema de roles del hogar?... y si esto fuera verdad ¿deberíamos sacrificar nuestro éxito y sueño profesional para no opacar a nuestros hombres, logrando que ellos no se sientan amenazados y continuemos felices con los roles pre-establecidos? 

En algún Cada Martes previo mencioné que la famosa cantante Katy Perry declaró que su divorcio con Russell Brand se debió a que, a sus palabras, él quería una mujer que estuviera a su altura, pero cuando la tuvo, ya no le gustó. Cuando empecé mi noviazgo hace muchos años con Alan, mi ex esposo, a él le fascinaba mi independencia y mi visión de un futuro ambicioso. Se enorgullecía al decirle a todos lo inteligente que yo era a sus ojos y que, de no ser por mi administración financiera, no tendríamos nada. Unos meses más tarde durante el divorcio me reclamó casi a gritos que todo esto se había venido abajo por una razón: "TU NO ME NECESITAS... y Rebeca (su entonces amante) SI"... ¿Hasta donde es esto cierto? ¿Me habré equivocado por haber sido yo misma y mi independencia lo espantó? ¿Debí haber actuado (fingiendo incluso) como una indefensa niña para que él no perdiera ese instinto protector? Rebeca, al ser mas tonta, ¿había sido mas lista que yo?... No pude evitar recordar todo este suceso de mi pasado cuando Janet me dijo su historia de los "parece que no me necesitas".

Hay un instinto protector masculino que aún mucha gente defiende su naturaleza, el cual sostiene que los hombres (por naturaleza), buscarán siempre ser el líder de la manada y proteger a sus familias, y si su compañera femenina también quiere ese sitio, entonces ellos se sienten amenazados y finalmente buscarán a alguien a quien proteger... No soy hombre y probablemente no entienda del todo ese sentimiento, pero creo que esas ideas (sostenidas en una naturaleza) suenan a estar fomentadas por el machismo... y si esta naturaleza es ley, entonces resulta lógico que Alan se haya ido con Rebeca por mi falta de dependencia, o que Daniel quisiera dejar a Janet por la misma razón, y todo por culpa nada mas y nada menos de que nosotras mismas por ser autosuficientes, independientes y en algunos casos,... profesionalmente exitosas... ¿suena extremo no? 

El último libro de Carlos Cuahutemoc Sanchez que leí hace un par de semanas menciona este mismo tema de la naturaleza de los hombres por ser los "Presidentes" de la casa y que la mujer debe asumir su papel de "Vicepresidencia" con inteligente estrategia, aparentando (incluso fingiendo) sumisión con tal de prevalecer la paz en el hogar: "No luches por tener más autoridad. Entrarás en una batalla cruenta. Si logras ganarla, sólo conseguirás que él se sienta deprimido, se vuelva hostil y eventualmente busque una amante que sí lo haga sentir -presidente-". Es uno de mis autores favoritos por su estilo digerible de escribir, pero en esta ocasión difiero, ¿Naturaleza protectora o cultura aprendida?... Al hablar de naturaleza decimos que ellos por omisión simplemente nacen así pero yo, a riesgo de ser juzgada, creo fervientemente que es una más de esas conductas aprendidas e impuestas por una sociedad o cultura, ya que eso explica por qué en otros países aun menos desarrollados el machismo impera de una forma que incluso aquí nos ofende. Es cuestión de verlo a nivel macro, en países menos desarrollados, la desigualdad hacia las mujeres es predominante y en los más avanzados, es mucho más equitativo. Así que, si seguimos con la idea de que los hombres tienen que ser los "Presidentes" de la casa, y que simplemente así es su naturaleza, ¿no nos estamos estancando en una cultura cerrada y que no acepta los ya tan necesitados, finales alternativos?

Al hablar, como dice C. C. Sánchez, de un Presidente y un Vicepresidente, me da la impresión de que hay alguien que "triunfa" sobre el otro respecto al poder y que nosotras, para no quedarnos solas, debemos dejarlos ganar... pero, en estos tiempos en los que cada vez más mujeres despiertan ¿poner por encima a cualquiera de los dos miembros sobre el otro no generará una fricción y frustración por esa sensación de sentirse inferior? 

Lejos de defender el feminismo y sobre todo aun mas lejos de promover el machismo, la verdad es que el tema de la equidad es un lujo primermundista, y si seguimos asustándonos por hombres que se quedan en casa y más aún si seguimos criticando a las mujeres que simplemente aman sus profesiones y las tachamos de desobligadas porque "ya no son como las mujeres de antes que sabían hacer tortillas de harina", es porque aún estamos muy lejos de salir de una cultura rezagada y justificada en la naturaleza de los roles.

En este mundo de nuevas ideas donde se están acabando las princesas que quieren ser salvadas y están naciendo valientes guerreras que prefieren un compañero de batalla a un príncipe que las mantenga toda su vida, me atrevo a pensar distinto y decir que, naturaleza o no, en una relación nadie debe siquiera pensar que es superior o inferior que su pareja... y en cuestión de roles, cada pareja podría (y debería) escribir sus propias reglas con el único propósito de trabajar en equipo para llevar EN CONJUNTO una institución tan próspera como lo es el matrimonio (o la simple unión)... ya que en una batalla de poderes, no hay ganadores, al final, ambos pierden.

"No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas" M. Wollstonecraft

Laura Franco

martes, 7 de abril de 2015

¿Todos Podemos Ser Infieles?


Estaba comprometida cuando lo vi por primera vez, era uno de esos hombres que te roban la mirada y que vislumbran a cualquier mujer, en especial a una de 22 años. Hasta ese día, nunca había sentido esa admiración a un hombre mayor que yo, y esa casi incontenible necesidad de tenerle cerca, aunque sea solo para trabajar en equipo. Era todo un caballero, incapaz de siquiera ser grosero y un sujeto sumamente fiel a su familia, lo cual lo hacía sin duda alguna, mucho más admirable a mis ojos. Nuestra relación fue totalmente de trabajo y algunas veces más amistosa que otras. Yo amaba a mi novio, pero ése hombre me vislumbraba y no era comparable contra mi entonces estudiante amor de jóvenes. Tan pronto empecé a notar que mi "sentimiento" podría crecer, me acerqué a la mujer más adecuada de todas: mi madre. "No te asustes por sentirte así, es algo normal y le pasa a casi todas las personas, pero usted hija, tomó una decisión y ésa fue casarse, y usted va a respetar esa decisión hasta el último día de su vida. A todos nos puede llamar la atención otra persona, pero la diferencia de quienes son infieles y quienes no, es los que llevan más allá esa simple atracción y quienes ponen un alto". 

No necesité oírlo dos veces y aunque al principio me costó, comencé a tomar una estratégica distancia con la otra persona y simplemente me enfoqué en hacer feliz a mi ya esposo, ya que él era el hombre que yo había elegido amar, y no podía imaginar siquiera su rostro de decepción si yo llegase a fallarle. Más tarde el otro admirable hombre tuvo una oportunidad de crecimiento en el extranjero y para mi fortuna, no volví a saber de él pero... ¿Pude haber caído? ¿Qué le pasa a toda la gente que sí cae? ¿Qué sentimiento hay detrás de quienes pueden engañar a su pareja?


Cuando se toca el tema de la infidelidad todos somos los perfectos jueces morales de lo que es correcto y lo que no, pero como he dicho en varias ocasiones, cuando eres tú a quien le brota la hormona al ver a la atractiva compañera de trabajo, o a ese apuesto y exitoso Jefe de departamento, las reglas tienden a cambiar un poco. Cuando estábamos en la universidad, Dennise nos dijo: "A todos en la vida nos va a tocar estar en diferentes posiciones", y siendo metafóricos, en alguna ocasión seremos el goleador estrella del equipo y en otro seremos el portero al que le pegan una terrible y vergonzosa goliza, y estar consciente de ello nos hace mas tolerables a los demás, aunque claro esto no significa que estemos de acuerdo con sus formas de actuar y menos si estas nos perjudican.

Repito lo que he dicho antes, una infidelidad NO está justificada bajo ninguna circunstancia porque no es mas que el actuar con egoísmo y el daño causado a la otra persona, créeme, es inmensurable... Más sin embargo hago esto público porque considero relevante que estemos conscientes de que la ocasión se nos presente y hasta nos cueste decir que no ES ALGO QUE NOS PUEDE PASAR A TODOS... pero entonces... ¿Qué es lo que realmente hace la diferencia? 

Muchos dirán que el esquema de valores, el respeto a la otra persona y no están equivocados, pero prefiero ir un poco más allá: para mi, es LA CONGRUENCIA CONTIGO MISMO. Realmente todo se trata del respeto A TI MISMO, a tus decisiones, a honrar tus propias palabras. Quien falta a ellas realmente se deshonra a sí mismo porque no es capaz de sostener los compromisos que él hizo y su palabra pasa a valer nada, y lo peor, para su mismo inconsciente esto se convierte un hecho y termina dando ligeros pero constantes golpecitos a su propia autoestima por ser incapaz de ser fiel a sí mismo, 
y toda su estructura emocional se daña terriblemente,... por eso en ocasiones tienen esos arranques de llorar y pedir perdón casi arrastrándose... pero luego vuelven a caer, y de nuevo esos golpecitos al autoestima y así, el círculo vicioso los atrapa.

Pero... ¿y si ya caí y no puedo salir?
No es sencillo escapar de un círculo que, además de dañar a otros, nos hace sentir cada vez peor con  nosotros mismos dada la serie de malas decisiones que hemos tomado, pero si ya hemos llegado hasta aquí en la lectura, hemos avanzado un paso importante que es el estar consciente que esto debe acabar y SI se puede lograr... ¿cómo?... Eso lo vemos en otro Cada Martes.

Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...