martes, 28 de julio de 2015

Si él ya no me ama: Los horrores que cometemos (y debemos evitar) para recuperarlos

Un mensaje desconocido llegó al whatsapp de mi celular hace algunas noches; no tenía registrado su número pero la frase con la que empezó a hablarme, inmediatamente me hizo dejar lo que estaba haciendo y centré mi atención en ésa persona: "¡Ayúdame!". Luego de algunas preguntas, pude descifrar que se trataba de la novia de uno de mis amigos la cual yo jamás había visto ni cruzado una sola palabra directamente, pero sabia de su existencia. Mi amigo había terminado con ella (yo no lo sabía, tenía meses sin hablar con él) y por alguna razón ella sintió que era a mi a quien debía recurrir, así que consiguió mi número y no dudó en contactarme. Le llamé, intenté calmarla y le pedí me explicara qué había sucedido: "Me dijo que ya no me amaba". 

Nos pudieron decir en la universidad que reprobamos una materia y la llevaremos a segunda oportunidad, nos puede decir una amiga que ya no confía en nosotras o incluso nuestra madre que somos su hijo mas rebelde, y a pesar de que todas pudieran resultar dolorosas, muy pocas cosas en la vida amorosa nos hace perder tanto el equilibrio como un: "Ya no te amo" de nuestra pareja, que para colmo, nosotros aun amamos.

La respuesta que pude haberle dado a mi nueva amiga era muy sencilla de decir, pero tremendamente difícil de llevar a la práctica. "El ya no me ama, ¿qué puedo hacer?"... NADA. No puedes hacer nada.

Si tu estado actual de Facebook es "Oficialmente destrozada porque me ha dejado el amor de mi vida", con un terrible veredicto de "se acabó el amor" y estás seriamente considerando el irlo a buscar hoy por la noche para hacerlo cambiar de opinión, me gustaría darte algunas recomendaciones porque, si, todos, o casi todos, ya hemos estado ahí, y quizás algo de lo que diga te puede servir:

- Ruegos ¡tal vez así vuelva!. Mi primer consejo a mi llamada de aquella noche: "Por nada del mundo le ruegues". Quien se queda a nuestro lado porque milagrosamente logramos convencerlo, créeme, se irá la próxima vez (o la siguiente, depende de cuántas veces le quieras rogar). No tiene sentido semejante atentado a lo poco de autoestima que nos queda luego que nos digan que no somos lo que querían en su vida... ¡como si eso no fuera suficiente!

- Regalos para reconquistar ¿por qué no?. Imagina que eres tu quien tuvo que terminar con un sujeto por el que simplemente te diste cuenta que no es lo que querías (aunque él haya sido tremendamente bueno contigo)... Si él llega con un mariachi afuera de tu casa cantando "Amor eterno" ¿te hará cambiar de opinión?... ¡Por supuesto que NO!. Las películas de amor y telenovelas nos quisieron enseñar que estas cosas funcionan para que él diga: "oh!, es verdad, ella es el amor de mi vida, y acabo de descubrirlo, con esta canción que me vino a cantar a mi ventana", y aunque exista algún caso aislado que funcione, a la mayoría de nosotras solo nos hará que nos vean con un triste "ups!, que pena".


- Sexo, ¡nuestra última carta!. Ricardo Arjona tiene una frase en una canción que dice "... y como buen perdedor busqué en la cama las cosas que el amor no resolvía", y es en cierta forma verdad, aunque obviamente no recomendable. Cuando estamos desesperados y ya agotamos las dos anteriores alternativas (ruegos y regalos), buscamos recuperar a ésa flamante, única e incomparable persona, con nada mas y nada menos que con intimidad... y como esa persona no se resistió, "¡que alegría! ¿lo habré logrado? ¡en el fondo sabía que aun me amaba!". No, esa persona no te ama. Nada es mas sencillo que intimar con un ex y sobre todo si somos nosotras las que nos ponemos disponibles para ellos, obviamente el 95% nos dirá que si, pero eso NO significa que nos quiera de vuelta, esto aunque se duerman abrazados y tu creas que volverán después del arranque de pasión. A la mañana siguiente (si tuviste suerte de que pasara toda la noche) se irá y tu te sentirás PEOR.

- Enfrentar la dura realidad: Él dejó de amarme. Yo trataba de explicarle a Coral que mi ex-esposo estaba buscando recuperarme porque me envió un mensaje de texto una semana después que se fue de casa. Y la respuesta fue "Y con eso... ¡ya está! ¡todo solucionado!... un mensaje de texto y te recupera". No tuve contraataque a eso, ¿la realidad es dura no?... pero los hechos hablan, aunque no los queramos escuchar. Y si alguien ha decidido irse, por mas que nosotros deseamos que mañana toque a nuestra puerta pidiendo perdón y queriendo solucionar todo, la verdad es que si ésa persona decidió terminarlo, es porque no tiene la intención de arreglarlo.

...Y si ya cometiste los errores anteriores, tranquila, si los aconsejamos es porque ya casi todos los cometimos (especialmente yo), y al final se puede salir de ello y reírse al respecto. 

Sé que es duro que nuestra pareja decida un buen día, terminar con nuestra perfecta historia de amor, y ¡todo de un solo golpe!... Conozco esas ansias de arañar el espejismo de amor que poco a poco se desvanece en nuestras manos y también he hecho hasta lo imposible por recuperarlo. Las llamadas, los recuerditos y hasta la intimidad, todos y cada uno con el único propósito de recordarle a ellos lo que yo era y lo significativa y valiosa que nuestra historia de amor era. Pero la verdad es que, si alguien nos dijo que ya NO nos amaba (o peor aun, que nunca nos amó), ¿Porqué tenemos que convencerlos de lo contrario? ¿No somos suficiente partido para ser amadas? ¿Es nuestro deber recordarles porqué valemos la pena?.... y esto, se lo estamos recordando a ellos pero... ¡quien debe recordarlo SOMOS NOSOTRAS! 

Es tan importante distinguir cuándo debemos luchar y cuándo debemos simplemente dejar los vidrios rotos en el suelo y salir de la habitación en una relación amorosa... y si se te complica hacer esta distinción ahora que sufres por esa persona que se ha ido, aquí te va una pista infalible: Si eres SOLO TU quién está luchando por todos los medios y de todas las formas, para mantener unida la relación... sal de ahí. Si alguien actúa como que no le importamos, es porque efectivamente NO le importamos. Pero no te desanimes... créeme, si hay a quien sí.

martes, 21 de julio de 2015

Relaciones con Hombres Mayores, ¿Cómo hacerlas funcionar?

Altos, bajos, rubios, morenos, delgados o de huesos anchos; todas las mujeres tenemos un estilo de hombre por el que nos inclinamos a lo largo de nuestras vidas. Por mi parte siempre ha sido mi preferencia el sujeto simple con un cuerpo no robusto pero tampoco atlético y de alta la estatura. Y aunque quizás alguno de los contenidos de mi lista del hombre ideal pueda ser prescindible, existe uno que no suelo pasar por alto: La edad

Mi madre siempre insistió que yo debía tener una pareja que mínimo me llevara 5 años de diferencia, así que, aunque tuve varios candidatos para entrar perfectamente en el rompecabezas de mi insaciable búsqueda del futuro señor Franco a lo largo de mis etapas de soltera, yo muy personalmente siempre he encontrado un atractivo fuerte en alguien que haya nacido bajo mi mismo año... ¿por qué?... Porque disfruto aun de la desnivelada espontaneidad de los veinteañeros y por ellos me dispongo a sacrificar el intelecto y experiencia basta de (la mayoría) los hombres en sus 30's. Por años creí que esa era la razón por la que yo prefería hombres de mi edad, hasta que Alejandra de 20 años apareció en mi bandeja de entrada para pedirme que tocara el tema de las diferencias de edades en una relación y, cuando me dispuse a entrar en investigación, vi que quizás había algo más. 

Ella me contó su historia con Alejandro de 34 años. Se conocieron en la oficina y empezaron a tener un tranquilo pero prometedor romance que empezó con pláticas habituales, salidas a comer y cafés después del horario laboral. Alejandro, a diferencia de Alejandra, tenía una experiencia en el amor propia de alguien que pasa los 30. Ya había tenido relaciones estables e incluso había llegado al matrimonio, mientras que Alejandra, tenía algunos pocos años en el campo en donde su ahora novio parecía ser un profesional,... sin embargo: "La pasamos muy bien juntos, somos muy felices, nos comprendemos, correspondemos en sentimientos y valores, comunicamos mucho lo que pensamos, soñamos y tenemos metas juntos".

La historia de Alex y Alex parece ser sencilla y prometedora hasta ahora, sin grandes complicaciones ya que incluso sus familias han aceptado que la diferencia, no hace tanta diferencia. Pero no pude evitar pasar por alto el punto de que llevan apenas unos meses y dentro del enamoramiento la mayoría de los problemas aun no son problema (sin importar la edad), así que me dispuse a buscar a una de mis más confiables fuentes de información: Ivette... "¿Qué opinas de las diferencias de edades en la relación? ¿Porqué suceden?"... y mi mas grande duda: ¿Si nos gustan los hombres mayores es porque simplemente son mas maduros?... entonces ella soltó una bomba: "Energéticamente se dice que cuando mantenemos relaciones con hombres mayores que nosotros, buscamos inconscientemente llenar el vacío de un padre ausente" ¿Tendría razón Ivette? Ella había estado casada con un hombre 9 años mayor, a lo que continué con mi investigación: "¿Consideras que tuviste un padre ausente?" le pregunté. "Emocionalmente sí. Aunque mi padre haya estado físicamente con nosotros, en lo emocional no conté con él. Solo recuerdo de niña sus juegos conmigo, pero ya cuando crecí y avanzó su enfermedad, ya no". ¿Era posible que Ivette hubiera dado en el clavo?... y si fuera así ¿traería consecuencias?

Siendo ahora más mi interés en saber porqué elegíamos a cierto tipo de hombres, investigué un poco algunas teorías psicológicas que lo respaldan, dándome cuenta que, en efecto y como casi todo en la vida de nuestra psique, nos encontramos influenciados por la relación que tuvimos con nuestros padres, específicamente nosotras con la figura paterna (o la ausencia de ella). Es por ello que elegimos quizás a los mayores para sentir protección, o a los más jóvenes que parecen necesitar ser guiados porque tal vez nos impera el sentimiento inconsciente de matriarca y guía. 

Volviendo a la historia de Alex's, ¿qué tan probable es que su relación continúe aun después del enamoramiento sin importar que se lleven casi 15 años?... Sin duda se les presentarán factores a los que una vez vistos de frente, habrá que atacarlos: La familia, los planes del futuro, la diferencia en las amistades y los sentimientos de frustración que podría tener el miembro mas joven por quizás haber renunciando a algunas etapas por alcanzar a su pareja... Pero si las leemos de nuevo ¿no son estas las mismas cosas a las que nos enfrentamos en cualquier relación? La familia no siempre esta de acuerdo y los planes para el futuro podrían ser tan diferentes en una pareja que cursa el mismo año de la universidad. Es verdad, algunos temas serían de mayor relevancia por la diferencia de edades, pero una relación con una persona mas grande nos puede traer muchas enseñanzas también ¡y convertirse en todo un éxito!. Solo es cuestión de ponerse a trabajar (igual que en todas las relaciones).

Para este CM, me quedo con lo que me dijo mi mejor amiga anoche lo cual me parece, lo resumen todo: "Una relación funciona estando comprometidos los dos, no importa la edad. A veces si sentirás que dejas de vivir cosas, pero vives otras. Supongo que cuando andas con alguien de tu edad también dejas de vivir cosas que tal vez por la inexperiencia ni sabías que existían, así que igual nunca tienes todo ¿no?. Si tu sientes que él es 'the one', luchen por ese amor, nadie te debe de convencer de algo que no sientas. Si lo sientes, go for it!... y si no lo sientes, no culpes a la edad, tampoco se hubieran amado de jóvenes

martes, 14 de julio de 2015

¿Cómo Sobrevivir A Un Divorcio Legal?

Es por todos sabido que el índice de divorcios en nuestro país ha aumentado considerablemente en los últimos años. En los 80's, quienes pasaban por este doloroso proceso eran apenas 4 personas de 100, y hoy, ya subimos a 20. Es decir, estadísticamente 1 de cada 5 matrimonios no tendrá el 'felices para siempre' que anhelaron al cruzar por la multitud de aplausos saliendo de la iglesia.

En artículos anteriores he hablado de las posibles causas de este nada agradable pero hasta cierto punto lógico, incremento del fenómeno de romper una historia de amor, así que en esta ocasión escribiré para quienes ya han tomado la dura decisión de enfrentarse al proceso legal y definitivo de poner en un frío convenio tamaño oficio, lo que inició como el sueño de su vida. Esto, sobra decir, basado en mi muy personal experiencia y esperando al menos pueda servir un poco como guía.

Primero y antes que nada, es importante puntualizar que llegar a la decisión de divorciarse debe ser LA ÚLTIMA alternativa que nos queda, jamás la primera ni la segunda sino la ÚLTIMA, ¿por qué?, por que el proceso es cansado y doloroso, y es importante que internamente estemos con la consciencia tranquila de que hicimos lo que pudimos (¡y hasta más!) para salvarlo, de lo contrario, es probable que durante el proceso una vez arrancado, o incluso ya cerrado y con los años, nos arrepintamos pensando "pude haber hecho más". Una conciencia tranquila será de mucha ayuda para subir la cuesta arriba.

Una vez aclarado lo anterior y si hemos llegado a la conclusión de que divorciarse es la mejor decisión, considera los siguientes puntos:


1. Prepárate mentalmente. Sé que estas en tu peor estado anímico, sé que quisieras arrancarte a llorar cada que vez a tu abogado, pero si hay un momento en tu vida en que tienes que ser fuerte y muy frío (a), es este. Una vez que se tomó la decisión, hay que prepararse para la tormenta de conflictos, discusiones y peleas. Busca por todos los medios posibles mantener la calma. Empieza terapia psicológica, grupos de la iglesia, grupos de amistades, ejercicio, yoga, lo que necesites, pero busca mantener tu paz interior porque la vas a necesitar. Se vienen tiempos muy duros pero te aseguro NO son imposibles ni permanentes, sales de ellos mas adelante, así que mantener la calma, pensar en que esto es una etapa y que VA A PASAR, te va a ayudar a ver con optimismo para adelante, por mas nublado que esté el panorama.


2. Planea tus movimientos financieros. Una amiga mientras su divorcio estaba en trámite, utilizó una parte de los ahorros de ambos para liquidar su tarjeta de crédito (tenía gastos de los dos) y así cuando en el juicio éste se dividió a la mitad (estaban por bienes mancomunados), ella ya había liquidado ésa deuda a su nombre. Tu situación económica va a cambiar, eso es un hecho, pero lo que quiero hacer hincapié es que debes estar sumamente consciente de que absolutamente todos tus gastos deben ser hechos de manera inteligente, NO NECESITAS MAS PROBLEMAS. Si te quedaste con los ahorros, úsalos de forma inteligente. Puede ser para liquidar deudas y que sean una preocupación menos en tu ya de por si exhausto repertorio de pendientes, o para pagar el proceso legal. Lo que quiero decir es que tengas mucho cuidado de cómo gastas porque tu economía luego de una separación y un divorcio, tarda al menos 6-8 meses en volver a estabilizarse.

3. La familia política va a cambiar contigo. Si tus cuñadas eran tus mejores amigas y tus suegros eran casi como tus padres, existe una muy fuerte probabilidad de que ellos ahora sean no solo unos perfectos extraños, ¡sino hasta tus enemigos! En la gran mayoría de los casos, al entrar en un proceso legal cada familia va a ver por los suyos, así que no te sorprendas si de pronto tu ex-suegro cambia de actitud contigo, ellos están viviendo su duelo también, trata de comprender que todos están sufriendo por el tema y simplemente apóyate con los tuyos,... bien lo decía mi madre: "¡La sangre llama!".


4. Vas a recibir amenazas. "Te voy a dejar en la calle", "Te vas a arrepentir", "No verás a tus hijos", son frases que escucharás mientras el proceso legal siga su curso. Recuerda que éste y todo el tema de los convenios y disolución de vínculos matrimoniales, asusta a cualquiera, por lo que es muy probable que tu ahora ex tenga una especie de comportamiento agresivo e intimidante. No caigas en provocaciones, no necesitas más desgastes emocionales, el procedimiento en si es bastante cansado. Por tu propio bien ignora todo lo que escuches y haz las cosas justas mediante tu abogado. Esta etapa  también pasará.

5. Evita todo lo que pueda ser usado en tu contra. ¡Prohibidos los 'reencuentros' con tu ex! Intimar con el o ella en medio del procedimiento de separación o peor aun, del legal, es un terrible peligro para tu salud emocional y un riesgo en el proceso legal. Así mismo, es preferible que no tengas citas u otras parejas, especialmente si estás en divorcio necesario (en juicio alegando abandono, adulterio o violencia). Lo repetiré: Evita todo lo que pueda ser usado en tu contra.

6. Mantente informado. El conocimiento nos da seguridad y esa sensación de control en situaciones difíciles en la vida. Conoce tus derechos, tus obligaciones y lo que implica legalmente todo lo que estas por pasar o ya comenzaste a vivir. De igual manera en el plano emocional. Asiste a terapia si consideras lo necesitas o lee libros o artículos al respecto. En la medida que estemos conscientes de los procesos que estamos atravesando, será mas fácil llevarlos con el menor daño posible. 

No podré decir jamás que este proceso es sencillo, bien nos han dicho toda la vida que es una de los eventos que, si nos toca vivirlos, más nos marcarán y más nos dolerán (muy parecido a la muerte según algunos autores), es por eso que hago un fuerte énfasis en que no lo atravesemos si no es LA ÚNICA opción que nos queda, y obviamente si ésta se encuentra atentando contra nuestra dignidad y/o integridad.

El llevar un proceso de divorcio es muy cansado y definitivamente por muchos momentos nos roba las ganas de volver a siquiera pensar en matrimonio, porque ya sabes en lo que puede terminar. Pero como bien me dijo David una tarde en Guadalajara: "Los matrimonios (y las relaciones) si sirven, pero hay gente que no sirve para el matrimonio".  Tus sueños son tuyos, y aunque por un momento decidiste compartirlos con alguien y esto no funcionó, éstos no se pierden, siguen siendo tuyos, solo ahora hay que llevarlos a otro lado. Cada día es una nueva oportunidad de empezar de nuevo. 

martes, 7 de julio de 2015

Hacemos cosas buenas, pero igual nos pasan cosas malas: Mi historia del Cáncer

Un reciente miércoles por la mañana se convirtió en el día que más había estado esperando, y no precisamente por que me fueran a depositar el fondo de ahorro o era el día que partiría a una playa motivo de la bienvenida al verano; era el día que me darían los resultados de mi última biopsia de piel por un desagradable lunar en mi pantorrilla. El año pasado comencé a notarlo, pero no le di importancia, quizás la edad o el mismo sol había hecho de las suyas; sin embargo la sensación de que algo no estaba bien no me tenía tranquila,  y aunque pasaron varios meses, me animé a quitármelo principalmente por estética. La cosa no podía ser buena cuando del consultorio me ponen al teléfono al mismo doctor (y no a uno de sus ayudantes) para darme el diagnóstico: "Encontramos melanoma". No supe muy bien como reaccionar, simplemente tomé nota del excelente oncólogo que me recomendó y agradecí su oportuno diagnóstico. No podía respirar, ¿tenía cáncer? ¿yo?... ¿Por qué yo?

La ley de la atracción, el karma, la justicia divina, el Dios justo, el universo que conspira a nuestro favor cuando perseguimos nuestros sueños, el poder de decretar y todas las teorías que respaldan que si hacemos el bien, nos irá bien y si por alguna razón nos va mal, es porque está escondida una explicación positiva que veremos al pasar los días. Todas esas creencias, todas y cada una de ellas por años nos hacen creer solo una cosa: La vida ES justa, y yo nunca tuve duda de ello, ni siquiera cuando comencé a aceptar que tendría que divorciarme hace mas de un año, hasta en mis momentos más tristes tenía la entera certeza de que saldría adelante y que no importaba nada del presente, el futuro era mío porque me lo merecía. Decreté con firmeza que cambiaría mi historia y la convertiría en una leyenda de éxito. Sin temer al futuro y a pesar de todo fui optimista con el porvenir porque sabía que tenía un camino entero por delante y que la vida nos ponía a todos en el lugar que merecíamos... ¿y de pronto tenía cáncer?. Después de mi divorcio trabajé duro para sacar mi casa adelante, dediqué mi tiempo y sin pedir ninguna remuneración, a orientar y escuchar a quien busca un consejo, un abrazo, o simplemente un oído. Es verdad, definitivamente no era merecedora de un monumento a la bondad, pero no me consideraba tampoco alguien mala... ¿Por qué me pasaba otra cosa mala a mi?... y lo que parecía peor ¡más dificil que la anterior!

Luego de mi cita con el oncólogo y mientras el día de la operación en radiología me inyectaban la pierna con un líquido radioactivo que me ardió hasta lo última hebra de mi cabello, me pusieron a reposar junto a otras dos personas con otros tipos de cáncer y al verlos a ambos con una risa nerviosa y la mirada perdida, no pude evitar pensar ¿Es realmente la vida tan justa como creemos? ¿Los malos siempre tienen su merecido y los buenos su recompensa?  

Todos conocemos a alguien o incluso somos nosotros mismos. Esa persona entregada, apasionada, buena con los demás y que de pronto sufre una tragedia, a nuestros ojos totalmente inmerecida. Con sorpresa nos preguntamos "¡¿Pero cómo?!"... y a nuestros adentros, aunque no siempre encontremos la explicación, con esperanza pensamos en que solo Dios sabe porqué hace las cosas y buscamos justificar dichos eventos en consecuencias favorables para  futuro "Era lo mejor para ella" y "Los tiempos de Dios son perfectos", porque quizás no nos gusta pensar que la realidad es mas cruda de lo que creemos y preferimos aveces perdernos en nuestro idealismo de justicia, porque nos da tranquilidad, saber que allá, muy lejos y donde no hemos visto nada, existe algo o alguien que nos cuida y que ve nuestras buenas acciones y en base a ellas, nos protegerá y al final del día, nos dará nuestra recompensa. Pero no es tan sencillo al tratarse de una enfermedad, accidente o incluso la muerte tuya o de alguien muy cercano en donde, aunque con desesperación intentamos mantenernos optimistas, seamos honestos, vemos en peligro nuestra fe.

Durante estos meses he escuchado muchas historias de personas que sufren en su mayoría por situaciones amorosas, donde un desamor reciente les estruja el corazón y los tiene caminando entre nosotros como zombies con nudos en la garganta al borde de las lágrimas. Puedo decir con certeza que la mayoría, al menos a su versión, no cometió grandes errores como para merecer semejante travesía por la que cruzan, pero sin embargo, ahí están, combatiendo día a día el deseo de no levantarse de la cama, pero que al final, lo hacen por sus hijos, por sus padres, por ellos. También en mi pasar por Starbucks, mi sitio preferido para platicar con una nueva persona que gusta abrirse a mis oídos, he conocido casos en donde tanto hombres y mujeres por igual engañan a sus parejas y se justifican bajo su naturaleza instintiva sin sentir por un segundo que hacen algo malo a los suyos. No han sido descubiertos en años y tampoco tienen intención de dejar sus gloriosos hábitos.

En cuestiones de enfermedades, accidentes y muerte, hay familias que pierden a uno de sus padres (o a ambos) cuando éste era un ejemplo para los suyos, sin cometer grandes faltas a la sociedad mas que quizás haber arrojado basura alguna vez al suelo, pero entregados a sus hijos hasta el último día, y de pronto una terrible enfermedad  los toma por sorpresa y en cuestión de unos días terminan por perder la vida. Y por otro lado, todos los días vemos a padres desobligados que malcrían a sus hijos o hasta que los dejan en el abandono. ¿Cómo es esto posible? Una de mis mejores amigas no podía tener hijos por problemas de fertilidad, y cada que veía un caso de una mujer que había recurrido al aborto, o lo que era peor, que abandonaba a su bebé en la basura, lloraba de coraje. ¿Por qué esa gente merecía mas que ella ser madre?

Existen muchas creencias religiosas, muy respetables, de que Dios tiene un plan para todas esas personas que sufren quizás sin merecerlo. Escuchamos que Dios le da a sus mejores soldados las batallas mas difíciles, pero también hemos visto a mucha gente no superar una crisis y perderse en incluso el suicidio. ¿Fue una mala decisión de un soldado no tan fuerte? ¿se trataba de una prueba no superada?

Otra de las frases mas usadas es: "Los tiempos de Dios son perfectos" y bajo ella decir que hay ocasiones en que debemos esperar un tiempo (no sabemos qué tanto) para que una crisis pase y ver el resultado final de dicho acontecimiento, en donde nos daremos cuenta que todo tenía un 'por qué'. Pero si me preguntan yo hubiera preferido no haber pasado el divorcio que pasé (aunque agradezco las enseñanzas) con tal de haberme ahorrado el dolor que me causó por el tiempo de sanción que conlleva. Toda la travesía pasada no siempre la justifica el resultado final.

La llamada del 'mas allá' de la que hablé hace un par de CM, incluía un "me está yendo de maravilla en el trabajo", y aunque no le deseo el mal a mi ex, era algo extraño escuchar eso en medio de mi diagnóstico de cáncer (otra razón mas por las que no debemos tomar las llamadas del 'mas allá', les deseamos lo mejor pero simplemente no las necesitamos).

Justo el día de mi operación regresé a casa de mis padres en silla de ruedas y molesta me fui a tomar una siesta, estaba tremendamente enojada con la vida, ¡yo no era merecedora de ese dolor!. Recuerdo entre lagrimas haber cerrado los ojos y perderme en mi sueño, cuando sin sentir el paso del tiempo, horas mas tarde un olor a flores me despertó, mi hermano menor había llegado y había dejado un hermoso ramo de lirios blancos justo a mi derecha. No pasó mucho tiempo cuando mi mejor amigo y mi primo llegaron para hacerme compañía con mas flores, cena y risas para esa noche. David llegó unos días después con los regalos que solo él sabe darme, un libro que me explicaba lo que estaba viviendo y en su primera página, lo que más me encanta, una dedicatoria escrita a mano por él. Amigos, familia, compañeros de trabajo y gente cercana que estuvo al pendiente le dio ese toque de tranquilidad que necesitaba a una situación en donde veía mi vida en peligro... Era cierto, quizás la vida no era justa, y quizás el que yo haya sido una buena persona la mayoría de mis 27 años no me eximia de traiciones, corazones rotos y ahora de una enfermedad, pero sí me había ganado el rodearme de gente maravillosa que me devolvía esas ganas de luchar ahora ante la nueva prueba que tenía frente a mi.

La enseñanza mas grande de todo esto es lo que mas me interesa compartir con todo el que se toma el tiempo de leerme: La vida No es justa. No importa que tan buenos o malos seamos, pudimos haber dado todo por esa persona que hoy nos traiciona, sea un amigo o el amor de nuestra vida. También quizás nos esforzamos demasiado en ese proyecto de trabajo y alguien no lo valoró y hoy estamos desempleados buscando el sustento económico para seguir adelante. Es probable que le hayamos demostrado todo el amor y apoyo a nuestra familia y ellos hoy nos dan la espalda. O incluso hemos sido la mujer mas entregada al amor y nadie desea como nosotras el cariño de un buen hombre y sin embargo seguimos solas en la búsqueda. Si tienes la fe perdida, está bien, no eres el único, todos alguna vez peleamos contra el deseo de tirar todo por la ventana y pensamos "¿qué sentido tiene esto?". Ninguno de nosotros está exento del dolor, de la traición, de un asalto, de un accidente y mucho menos de una enfermedad crónica que puede acabar con la vida. Puedes ser el más bondadoso ser de la tierra o el sujeto con la lista mas extensa de pecados, e igual puede ser a ti a quien le pase una tragedia. Pero la diferencia que hace el haber hecho las cosas bien o no, es la red de apoyo que tienes como premio a tu alrededor y la cual hace una enorme diferencia a vivir una tragedia tu solo. Nunca le quites mérito al poder curativo de un buen amigo con un buen oído. A la magia que obtienes de dormir abrazado de tu pareja aunque no sepas si despertarás al día siguiente. Al café por las mañanas, a las agradables risas de una reunión familiar, a tus hijos fascinarse con cosas tan simples y a lo maravilloso que es ver a tus amigas que una vez sufrieron de amor, hoy rehacer su vida al lado de buenos hombres. Nosotros no elegimos todas nuestras tragedias, pero sí elegimos en qué las convertimos y cómo las vemos. De todas formas, ¿realmente quién sabe con certeza cuanto tiempo nos queda?

El ganglio linfático centinela que me extirparon de mi ingle dio negativo días mas tarde, el cáncer no había alcanzado a hacer metástasis en el resto de mis órganos, así que solo me había costado ése ganglio y 20 centímetros de pantorrilla.  "Revisiones periódicas y... ¡Vuelta a la página Laura!" me dijo el oncólogo esa tarde. Por ahora todo estaba en orden, pero si algo me enseñó el mes de Junio fue que, quizás no merecía ninguna de mis 'tragedias' (o la mayoría), pero me había ganado un día mas de vida junto a la fantástica red de apoyo que tenía, y eso era suficiente por ahora. 

Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...