domingo, 31 de agosto de 2014

Mi Ex, ¿Mi nuevo amigo?

Hace 7 años terminé con el que yo llamé “el amor de mi vida”, le lloré como una magdalena y mi inocente y primerizo corazón roto tardó varios meses en sanar,… jamás pensé que llegaría el día en que seríamos amigos, y no, de hecho nunca llegó, pasó el tiempo y cada uno hizo su vida, yo me casé y él tuvo un par de novias más. A finales del año pasado, mientras vivía, sin saberlo, mis últimas vacaciones como señora, mi ex esposo y yo nos fuimos a lo que era nuestra actividad preferida: compras en el extranjero. Solíamos separarnos y establecíamos un punto de encuentro luego de varias horas. Ésa vez en mi camino al tocador, me puse helada al reconocer frente a mí al “amor de mi vida”. Ahí estaba, tranquilo, vistiendo igual que siempre su gorra, jeans y playera, jamás me lo topaba en la ciudad y ahora frente a mí y en otro país. Sabiéndome segura de mí misma (y consciente de que ése día me había arreglado para salir) caminé hacia él y lo llamé por su nombre, él iba con su novia y se quedó sorprendido a un grado que ni siquiera me la presentó, decidí no hacer el momento más incómodo y me di la vuelta y me fui. Es verdad, ahora podía saludarlo sin dolor ni algún otro tipo de sentimiento pero, ¿será eso suficiente para que algún día seamos amigos y vayamos a la boda del otro? ¿Se puede ser amigo de un ex?
 
 
En lo personal siempre he sostenido que no, no se puede, porque para empezar necesitaríamos desmenuzar el concepto de “amistad”… ¿qué haces con un amigo?... Mi mejor amigo y yo, por ejemplo, nos juntamos en la hora de la comida y platicamos de nuestras citas (hacemos eso desde hace muchísimos años),… ¿Te sentarías a hablar con tu ex de tus nuevas conquistas?
Recuerdo hace algunos años fui a una fiesta de un conocido, ahí conocí a Sandra, una independiente y atractiva mujer, proyectaba mucha seguridad. “Juan (el cumpleañero) es mi mejor amigo” enfatizaba, “fuimos novios hace algunos meses pero no funcionó”. Me sorprendí pero talvez ella era la excepción, ¡sí podías ser amiga de tu ex!... Pasada la noche la noté nerviosa e impaciente, le pregunté si algo le preocupaba “es que Juan no ha abierto mi regalo”, respondí “¡Ah mira! ¡Que buen detalle!, ¿qué le compraste?”… “Le hice un marco grande con fotos nuestras para su habitación” (de esos cursidetalles que ya he hablado antes). Refuté mi teoría al observarla detenidamente: su manera de tratarlo, de intentar llamar se atención, de estar muchísimo muy al pendiente de él, se esforzaba demasiado y era bastante claro: ella aún lo quería.
Una cosa es que puedas topártelo en la zona de comidas del centro comercial  y regalarle una sonrisa, que te envíe un mensaje en tu cumpleaños o que si se topa a tu madre en la calle la salude, y otra muy distinta es que salgan a cenar solos y te preste dinero para completar la quincena.
Hace muchos años escuché en un programa de radio estas tres razones por las que no se puede ser amigo de un ex y desde entonces las sostengo:
1.       Es muy  probable que al menos uno de los dos aún tenga sentimientos por el otro: Un importante porcentaje de relaciones termina porque uno de los dos lo decide y el otro acata (o eso intenta), puede que quien terminó ya no sienta amor y ofrezca su amistad, pero el “cortado” es comúnmente quien lleva la peor parte al aceptar un trato distinto cuando aún tiene fuertes sentimientos por el otro, inevitablemente deberá alejarse si quiere sanar.
2.       A tu actual pareja no le va a gustar que seas amigo de tu ex:Ahí vengo mi amor, voy a cenar con Juanita a su casa”… ¡ajá!... a la mayoría de nosotros nos parecería completamente incómodo y antinatural pasar la noche pensando que nuestra pareja está departiendo con tragos junto a su ex, por más seguros que seamos.
3.       Los ex’s intimaban y están acostumbrados a ello: En una relación estable (e inestable) existía intimidad, por más mínima que fuese, ya existe la familiaridad con esa “zona”, ya hay una línea de confianza en ésa área y lo que puede empezar como una inocente plática de “te acuerdas aquella vez que tú y yo…” podría terminar en el acto en sí.
 
Habrá sus excepciones como todo en la vida, pero al menos yo no he tenido la suerte de conocer ningún caso.
Amigos son amigos,… los exs siempre serán (y seremos) exs.
Laura Franco

Enamorando a Hombres Adultos… ¿Las cartas de amor están obsoletas? (Parte 2)

Un día entresemana departí unos tragos con mi estimado excompañero de preparatoria Francisco, recordamos cómo en aquel entonces nos hicimos novios con nuestras respectivas parejas, la manera en la que sucedían las llamadas “declaraciones” en donde “¿quieres ser mi novia?” era la frase más linda y más esperada que podíamos escuchar. Si tenías suerte, un romántico beso en las bancas de un parque te hacían volver a casa con la sensación de ser la persona más afortunada del mundo, claro… estabas enamorada (o). Hasta hubo una temporada de “mantas” donde tu inocente novio te escribía con aerosol en unos cuantos metros de tela blanca, lo mucho que te amaba. Recuerdo la mía, rondaba el mes de octubre del 2004 cuando mi primer amor la colocó en medio de Av. Garza Sada… ¡yo era la adolescente más feliz del mundo! 10 años después y suponiendo que quiera conquistar al dueño de mis insomnios, no estoy segura que ésa técnica de enamoramiento funcione…  y volvemos a la pregunta de ¿qué aplica para nosotros ahora siendo solteros de casi 30?
 
Mi respuesta es: ¡TODO!
El adulto refiere muchísimo más que el adolescente; Crecimos y nos llenamos de experiencias muy buenas o muy malas que nos hace ser miedosos respecto a dejarnos caer en sentimientos y situaciones que salen de nuestras manos. Aprendimos a movernos en lianas, no soltamos una hasta que estamos bien agarrados de la otra… Nos da un pavor soltarnos porque conocemos el dolor de azotar el pavimento. Queremos aparentar que nos manejamos con más seguridad en esta jungla del amor pero la verdad es que por dentro estamos aterrados ya que conocemos las reglas del juego y sabemos que el que se enamora pierde,… y ya ninguno de nosotros quiere perder.
Ya no nos abrimos tan fácil por el miedo a parecer vulnerables; tenemos nuestros trabajos, nuestras maestrías, nuestros autos y algunos con más suerte hasta vivienda… además sumémosle que puedes tener una fantástica cita que termina en besos apasionados y ya no sabes si preguntar si es serio el asunto o no, por el miedo a parecer ingenuo y claro, vulnerable.
Pero a final de cuentas y lo que mi experiencia me ha enseñado es que a pesar de que todos tengamos una máscara de frialdad, libertad y orgullo, por dentro buscamos lo mismo: ser amados.
No tengo idea de si alguna vez volveré a hacer con mis manos un regalo cursi e idiota, tal vez Luis tiene razón, ya no aplican, pero las muestras de afecto clásicas siempre seguirán vigentes así tengamos 40 o 50: una llamada en la noche, un mensaje durante el día, un portarretratos personalizado para su oficina,.. y ¿porque no? una carta de amor.
Es probable que mi llenísima base de datos me advierta de las consecuencias de soltarme de mi liana y dar muestras cursis e idiotas de amor, pero debe haber un loco igual que yo que valore esas tontas cursiimagenes… y valga el riesgo de soltarme y dejarme caer por él.
“Aquella mujer que te dedica canciones, te manda mensajes por las noches, que se preocupa, es atenta, sincera, y fiel, que te dice que te quiere y que se traga su orgullo solo para jugársela por ti, no se llama chica fácil, se llama mujer, con quien vale la pena estar…”
¡Suéltate!
Laura Franco.

Enamorando a Hombres Adultos… ¿Las cartas de amor están obsoletas? (Parte 1)

¡Ah, entonces la estoy regando!, la última vez que enamoré a un hombre tenía 21 años,… ya estoy bien oxidada”, platicas de whatsapp con mi buen amigo Luis un martes en la mañana, “Creo que esas cosas ya no van con nuestros tiempos” me dijo después de reenviarle una de las tantas cursilerías que me había puesto a escribirle al en ese entonces, dueño de mis insomnios… “ya tenemos otra edad Laura… lo que escribes está muy bien, pero muy ‘teen’”…. Bromeé diciendo “¿entonces lo de grabar canciones en un casete ya pasó de moda?”.
 
 
Ok, pasamos los 25 y los 30 están día a día más cerca… y yo me pregunto ¿Por hacernos mayores, experimentados (y un poco amargados) las cursilerías de secundaria terminaron? ¿Utilizamos ahora los “adultos” otras formas de enamorar que no involucren textos cursis con imágenes de corazones flotando en el cielo? ¿Dedicar canciones es obsoleto para nosotros?... estaba terriblemente perdida en éste tema, era como si me hubiera desconectado de los avances tecnológicos por años, quedándome en los teléfonos celulares de tapita y de pronoto desperté rodeada de Smartphones y tablets.
Coral, una amiga de la oficina que ya había pasado por el mismo caso que yo y había vuelto al ruedo del noviazgo después de un matrimonio, tenía que ser quien me diera la respuesta cuando le pregunté: “Cuando vuelva a tener pareja ¿el rollo de las cursilerías es el mismo que antes?” y su respuesta fue “No, ya no es igual que antes, ya es más maduro, más tranquilo… y un poco frío”… parecía que ella estaba en la misma idea de Luis, las cartitas de amor SI habían pasado de moda para nosotros los nuevos adultos, pero en aquel momento yo lo había olvidado al utilizar mis antiguos métodos de cortejo con un hombre de más de 30 años, empecé a pensar que podría haberle dado un ataque de “pena ajena” al leerme y por eso me dejaba en “visto” después de cada cursimagen enviada.
A fin de conseguir más testimonios, aproveché mi hora de comida para levantar opiniones: “mientras más tradicional sea el gesto, es mejor” me dijo Nestor, un compañero de 29 años y actualmente dentro de una relación estable… “es cierto que de entrada un detalle cursi nos saca de onda a nuestra edad, pero es generalmente un sentimiento positivo (como que te llegaran con una carta hecha a mano) sin embargo depende mucho más de qué tan interesado esté él en ti”… tal vez era un punto que había olvidado y ciertamente partir de ahí era la clave para delimitar si las cursimagenes funcionaban o no.
En una edad tan rodeada de libertades y donde un beso ya no significa que es tu novio… ¿Qué está vigente para nosotros los nuevos adultos en cuestiones del enamoramiento?
Continuará….

La Temida y Popular "FRIENDZONE”: ¿Nos mandan ahí o solos caemos?

Quien no recuerda durante los años de estudiante haberse “enamorado” de un amigo(a), ése que soñabas que un día se confesarían mutuamente su amor y mágicamente serían la pareja perfecta. Te veías a ti misma en un vestido blanco y diciendo en el brindis “y pensar que éramos los mejores amigos en la secundaria”.
 
De vuelta a la realidad, a tu amigo no le gustas tú, le gusta otra persona, y qué haces tú… ¡Claro! ¡Muestras desesperadas de amor!... ¿Será que somos nosotros mismos los que por nuestras patéticas actitudes permanecemos en la temida “firendzone”? ¿No sería mejor mostrar un poco de estratégico desinterés y ver qué sucede? Claro, no hablo de ignorar a la o el susodicho, sino quizás ser un poquito más relajados y conocer nuestro valor como sujetos aptos para amar y ser amados, y si ésta maravillosa persona no desea voltear a vernos, ¿por qué esforzarse tanto en que lo hagan? seguramente hay alguien más que no requiere de las maromas que hacemos para llamar la atención de nuestro(a) “amigo especial”.
Hace ya varios años me encontré entre la más patética de las situaciones friendzoneras al estar en mi casa una solitaria tarde y buscando una brillante excusa para ver al amigo del cual estaba “enamorada”, lo llamé diciéndole que estaba en el drive-thru del Starbucks a punto de pedir y solo así, se me ocurrió preguntarle si querría uno. La verdad era que estaba en la sala de mi casa, acostada y con las llaves de mi carro en la mano por si me decía que sí, correr a donde se suponía que estaba. Cada cosa que hacía durante ésa época parecía gritar lo desesperada que estaba porque me volteara a ver, y siendo honestos y hablo por mi propia experiencia cuando digo que nunca me ha llamado la atención un sujeto que esté DEMASIADO desesperado por mí, me hace pensar: ¿qué no tiene un valor de sí mismo?... Claro, lo he dicho antes, “el interés tiene pies”,  pero un interés desmedido es raro y da algo de miedo. Quizás yo estaba haciendo eso mismo entonces y por eso no fui nunca del total agrado de mi amigo especial.
 Es cierto, es probable que sea simplemente incompatibilidad y volvemos al “no le gustas tanto”, pero considero que si tienes que hacer tantas y tantas cosas para que tu agradable amigo(a) te vea de otra forma y es más que evidente que no estás teniendo éxito, tal vez sea momento de darse un poquito de valor como persona y saberse totalmente capaz de ser amado y valorado por alguien más. "Si tengo que esforzarme tanto en demostrarte lo maravillosa mujer que soy, entonces no vale la pena, habiendo quien hasta con verme en mis peores momentos ¡me adoraría!"
Puede que tú no eliges caer en la “friendzone”,… pero evalúa si tus actitudes no te están haciendo quedarte patéticamente ahí.
 Laura Franco

viernes, 29 de agosto de 2014

Si no nos llaman, ¿Está bien si los llamamos nosotros?

Hay cosas que no pasan de moda aunque queramos: Andar en bicicleta una tarde de primavera en el parque, los zapatos de tacón muy muy alto, los minishorts en verano… y esperar a que el sujeto del momento nos busque (un mensaje por Whatsapp, Messenger de FB o la famosa llamada telefónica).

Hace algunas publicaciones... mi gran amigo Pablo expuso su punto de vista que en las mujeres ahora era 100% válido que tomaran la iniciativa de dar ése gran paso de llamarles primero, pero ¿qué no es bastante obvio que si un sujeto simplemente se aleja de nosotros es porque no quiere vernos, hablarnos o saber cómo ha ido nuestra vida? o ¿existen esas contadas excepciones en donde ellos en realidad están tremendamente atiborrados de trabajo de oficina y les es prácticamente imposible enviarnos un “hola, cómo has estado”?... o lo que es peor, ¿estarán utilizando alguna estrategia para mantenernos atrapadas? (tomen nota, sí funciona).

Tuve un intenso y fugaz romance con un amable foráneo el cual me mostró su interés sin impedimento alguno durante semanas. Por cosas del destino y un poco de incompatibilidades, la situación se volvió distante y de pronto no avanzó. Pasados los días me di cuenta de que lo extrañaba y en miras a seguir el Paradigma-Pablo, tomé la iniciativa de enviarle un mensaje para decirle “te extraño” (junto a otras 48 palabras que expresaban básicamente lo mismo)… solo para que me aplicara el temido: “leído”.

Por días estuve aguantando las ganas de llamarle y preguntarle qué había sucedido. Abría la conversación, releía una y otra vez mi mensaje de 50 caracteres sin respuesta, y me quedaba a un dedo de seguir escribiéndole… No lo hice, porque de pronto recordé la terrible pero famosamente conocida frase de: “A él no le gustas tanto”… y de paso, una frase que leí en el muro de Facebook de Lizz Fdz “Alguien le gustó más que tú”.

Es cierto que no está mal que nosotras hagamos algo del trabajo “sucio” al ser las que llamamos o enviamos alguna señal de humo que diga que estamos aquí, pero “el interés tiene pies” no pasa de moda para ninguno de los dos bandos, además, ¿no queremos parecer desesperadas o sí?... aunque lo estuviéramos un poco.

Creo que es válido que de cuando en cuando seamos nosotras las que hagamos ése movimiento de buscarlos primero, al menos para no quedarnos con la espinita del “y si…”. Pero nunca más de eso y nunca más allá… ¡DIGNIDAD, no orgullo!

 

 Laura Franco

Etiquetados y Descartados: Divorciados y Padres Solteros... ¿Estamos Como Apestados?

Soltera = Solitaria, feminista, liberal, promiscua, inmadura, fiestera
Casada = Establecida, aburrida, encerrada, gorda, fachosa
Y de las divorciadas y madres solteras mejor no digo nada.
 
Vivimos en una sociedad de etiquetas y más aún en nuestra cultura mexicana que a pesar de ir avanzando cada vez más a nuevas ideas, hay algunos conceptos que se niegan a irse, como las etiquetas.
 


Hace varios meses tramité mi pasaporte para un viaje a Nueva York, y cuando fui a recogerlo, un sujeto de la oficina gubernamental ya había sacado mis datos y había logrado contactarme por celular. Platicamos poco y me pidió tener una breve cita, no me fue indiferente pero estuve a punto de descartarlo cuando me di cuenta que tenía un hijo, nunca antes había pensado en tener siquiera una cita con una persona con pasado,… hasta que me di cuenta que TODOS TENÍAMOS UNO.
 
Es verdad, unos tenemos un pasado más fuerte que otros, pero estoy rodeada de personas igual de maravillosas sin importar que su letrero luminoso de la espalda diga “soltera”, “casada”, “madre soltera”, “divorciada”.
 
Casi lo ponemos como la carta de presentación de alguien: “Estaba saliendo con una chava, es madre soltera”… ¿en qué momento ésa etiqueta va antes de “Es ingeniero, vive en Monterrey, trabaja en Cemex”? Está claro que hay que ser honestos y decir las cosas como son en el momento debido, pero ésa etiqueta no es nuestra definición.
 
Detrás de ese fluorescente y brillante letrero que traemos en la espalda, existe una persona fabulosa lista para amar igual que cualquier otra, ¡y en muchos casos hasta mejor!
 
Si no fuera por ésa gente que deja las etiquetas en casa y sale a la calle solo siendo guiada por su corazón, hoy una persona tan cercana a mí no hubiera tenido ése final feliz que se merecía, y todo porque un buen tipo dijo “¿y por qué no?” cuando sobró quien dijo que una madre soltera no era una buena idea.
 
Quita la mirada del letrero luminoso y ve a la persona a los ojos, ¡te aseguro que es un ser fantástico!
 
Laura Franco

La Culpa del Engañado

It takes two sides of every story” me dijo mi ex esposo por meses antes de la disolución legal de nuestro matrimonio, y muchas veces ha pasado por mi cabeza la gran pregunta “¿Tenemos algo de culpa los engañados? ¿Tuvimos algo que ver para que ellos nos defraudaran? ¿o se trata de las últimas patadas de ahogado que los infieles dan para justificar sus actos?” Siempre es su misma razón: Los desatendimos. Dennise siempre me dijo en la universidad “a todos nos puede tocar estar en todas las posiciones en esta vida”  y esta vez, a los que por azares del destino nos corresponde la parte afectada, ¿es correcto que asumamos como nuestra la responsabilidad de haber desatendido a nuestras inocentes y puritanas pareja y se vieron tristemente empujados a los brazos de un alma comprensiva?
 
 
Ayer una persona me confesó haber estado de “novio” por años con una mujer casada, hasta que obviamente todo salió a flote. Aunque quise, no hice la obligada pregunta de: “¿Pero por qué lo hiciste si ya sabías?”, más lo que al final me sorprendió fue su comentario “Su esposo la desatendía”, sonaba totalmente como una vil excusa para justificar años de aventuras, “él también la engañaba”… y ahí va, otra excusa. Aunque por equidad pensaría yo: “De acuerdo, era mutuo el engaño, era justo” aun así no lo considero válido.
 
Buscando ser imparcial, creo que al final de cuentas terminamos igual que si la disolución de la relación fuese por cualquier otra cosa: hay que sentarse a recapacitar en lo que uno hizo mal y puede mejorar para la siguiente relación, sea cual sea el papel que desempeñaste en el rompimiento.
 
En mi caso, aunque mi ex quiso hacérmelo creer por meses, no logré nunca ni aunque quise (gracias a Dios) aceptar la responsabilidad por ése acto. Es verdad, no somos perfectos y vaya que si comentemos errores en las relaciones (con el tiempo subes un par de kilos, se te olvidan un poco los detalles y te vuelves un poco más frio), sin embargo la respuesta está en la madurez y los valores de cada uno de nosotros para saber cómo afrontar esas crisis: si te vas a portar como una dama/hombre y ves cómo arreglas lo que ya no te gusta (o terminas por lo sano) o si te vas por la salida fácil.
 
No somos responsables de las decisiones de los demás, por lo tanto no creo sea justo culpar a otro por algo tan personal como decidir involucrarse sentimental y/o físicamente con alguien más.
 
Yo me responsabilizo de mis decisiones y mis errores,… jamás de los tuyos”.
 
Aprende y… sigue
 
Laura Franco. 

Enfermedades del Corazón Crónicas… ¿Por Qué Nos Descuidamos?


Me cuesta aceptarlo pero estar con el corazón roto es muy similar a cuando uno está pasando por una terrible enfermedad crónica.
 

Si nos dijeran que padecemos de una infección terrible que nos va a molestar por meses, pero es pasajera y las secuelas que ésa infección deje en nosotros serán fruto de cómo nos cuidemos, si tomamos o no nuestros medicamentos y guardamos el reposo necesario, ¿qué es lo que hacemos?, nos asustamos un poco pero a fin de cuentas descansamos e intentamos tomar lo que nos recetan a fin de que sea más llevadero el asunto… ¿Porqué con nuestro corazón hacemos todo lo contrario? por qué si estamos tan enfermos, primero no lo queremos aceptar y segundo, ni siquiera buscamos recuperarnos, no nos cuidamos. Hacemos cosas que nos enferman más como los vicios o nos envenenamos más el alma repasando en nuestra cabeza una y otra vez lo sucedido, visitamos lugares, oímos canciones deprimentes ¿por qué lo hacemos?... Acaso se nos olvida que también hay que cuidar de nuestro frágil estado de ánimo.
 

Es verdad, cuando se tiene el corazón roto estamos hablando de que algo dentro de nosotros está enfermo, está en efecto, roto… y si nosotros no nos cuidamos, nadie más lo hará, y las secuelas de esa “enfermedad” se verán más delante (como un esguince mal reposado, te duele cada invierno)… Es como tener una costilla rota, no se ve, pero te duele cada vez que respiras.
 
(Basado en “It's Called a Breakup Because It's Broken” G. Behrendt)


Laura Franco

jueves, 28 de agosto de 2014

El Poder del "Sancho" en la Infidelidad

Si estás pensando en ponerle el cuerno a tu pareja, quizás sea bueno que sepas lo siguiente que de entrada te diré no son rollos morales:
 
Le estas dando el poder a alguien de destruirte.
 
Estas literalmente poniendo en manos de una persona, que de entrada podemos dudar de su habilidad de ser alguien de fiar, lo siguiente:
Ella /el, de ahora en adelante, tiene en sus manos y a su total disposición las armas para, en el momento que ella / el desee, sacar a la luz toda la aventura; así que olvídate de romperle el corazón (si es que se enamora) o de intentar denigrarla o arrepentirte del amorío, porque en el despecho más mínimo que esa persona sienta, con la mano en la cintura destruye tu matrimonio/noviazgo (o de perdido te da un buenísimo dolor de cabeza).
 
Piénsalo dos veces antes de “caer” en las tentadoras redes de un affair. Todos conocemos que es un acto socialmente reprobado, pero muchos nos olvidamos de éste pequeñito papel que el “sancho” juega y de todo el poder que uno, en su insensatez, es capaz de darle… ¿o me vas a decir “yo confío en ella/el”?… ¿enserio?
 
Por algo dicen que los hombres y mujeres más inteligentes son más fieles.
 
Laura Franco

Duelo Amoroso,… TERMINARON CONMIGO ¿Ahora qué?

Las etapas del duelo las conocemos de memoria (negación, negociación, ira, enojo, tristeza, recuperación), pero se nos olvida que NO son lineales y la mayoría no tienen un tiempo fijo, así que no te desesperes si apenas vas o creías que estabas saliendo cuando tuviste una terrible recaída.
 
Respira y considera lo siguiente, aunque hoy no me lo creas:
  1. Pero era todo tan perfecto, ¿¡qué paso?!”… Hay que asumirlo, las cosas cambian y los sentimientos de la gente, también… por más frío que eso suene.
  2. Mi sufrimiento será eterno”… No no lo será, eventualmente te vas a recuperar, pero va a depender de ti cuánto tiempo quieres que dure la etapa de tristeza.
  3. No volveré a amar a nadie igual”… Y por tu bien que así sea porque si no no estarías avanzando,… vas a amar mejor y más sabio.
  4. Se va a arrepentir”… Quizás sí, quizás no, pero ¿acaso eso importa ahorita?... tal vez se arrepienta pero hasta dentro de 5 años ¿y tú lo vas a esperar?
  5. Tal vez si le recuerdo porqué nos enamoramos”… Si ya terminó contigo significa que él mismo (o ella) está decidiendo NO estar contigo.
 
No puedes controlar todo a tu alrededor toda tu vida y para tu desgracia, mucho menos en una relación, ya que no se va a hacer siempre tu voluntad porque juegan los sentimientos, deseos y sueños de otro ser igual de complicado que tú y que un buen día decidió ya no estar a tu lado.
 
Dejar ir a alguien es el primer paso para la reconstrucción interna de un golpe de desamor y abandono y el tiempo que te tardas en recuperarte es directamente proporcional al tiempo que te tardas en sentirte mejor contigo misma(o).
 
Volverás a amar, mejor, más sabio… pero hoy necesitas tener paciencia ¿o te queda de otra?
 
Laura Franco.

Quiero Una Mujer Que Esté a Mi Altura… No Mejor No: El Machismo del Mexicano vs la Mujer Actual.

Que sepa cocinar y que atienda la casa” me dijo mi mejor amigo durante nuestra breve hora de comida de trabajo; planea casarse en un futuro con una agradable e inocente jovencita la cual encaja perfectamente en su ideal, de hecho, algo así era mi propio ideal de mujer para mí misma hac...e unos años.

Me topé con un artículo fantástico del blog de “greeNLovers” que habla de que las mujeres libres no son para el hombre mexicano; me hizo entender muchas cosas y casos que han pasado junto a mí y en su momento parecían tan ajenos a mi forma de pensar.

En la universidad tuve una divertida compañera llamada Eliza, ella nunca fue como nosotros los demás, siempre parecía salirse del cuadro y de los estándares conservadores de nuestra sociedad, y lo mejor era que ¡ni siquiera le importaba! Tuve la fortuna de convivir con ella más de cerca durante unos meses por allá del 2007 en los cuales aprendí mucho a abrir mi mente a otro tipo de ideologías que estaban perfectamente válidas para cada quien. Ella ya ni siquiera vive aquí, encontró un fantástico irlandés con el que ahora vive en Montreal… y yo me pregunto ¿por qué se entendió tan bien con él y terminó incluso viviendo allá habiendo buenos candidatos mexicanos?... Talvez ella, como algunas otras mujeres que conocí con el tiempo, NO pertenecía a nuestra sociedad machista y cuadrada… demasiado libre para nuestras jaulas.
 
Con el transcurso de los años fui conociendo más mujeres así y encontré algo de eso incluso en mí misma al ser sustituida por la precisa razón de ser demasiado independiente vs alguien que sentía la fuerte necesidad de ser protegida por él: “Ella sí me necesitaba, tu no…”; me identifiqué con Katy Perry y su divorcio de Russel Brand, citándola “…muchas veces los hombres fuertes quieren a alguien igual, pero cuando lo obtienen son de 'no puedo con esto'…”.

Volviendo a los mexicanos y dado lo anterior, ¿qué debe suceder entonces? ¿La nueva y creciente generación de mujeres debemos buscar el amor en el extranjero donde no nos exigirán que seamos sumisas cocineras y por el contrario se deleitarán con nuestra visión de la vida? (a menos que nos encontremos con un Russel Brand), o ¿deben nuestros adorados mexicanos irse adaptando a las nuevas y un poquito más liberales ideas como GAD ya he visto muchos saludables casos?.

Yo misma creía que el tipo de hombres jóvenes machistas ya estaban obsoletos y que los ejemplares vigentes tenían más de 50 años, pero no ¡aún caminan entre nosotros!

Tan tontos, que ignoran que deben casarse con una mujer que eduque a sus hijos, no solo que los cuide, con la que pueda compartir sus puntos de vista y juntos dejarle esa esencia a los hijos” GreeNLovers.

Laura Franco

¡Yo soy el premio!... El juego de ser seguro

Podía escuchar sus teorías todo el día aquella tarde de martes, era como un audiolibro de autoayuda, quería grabarlo y venderlo. Mi amigo Octavio, un hombre que para sus 30 ha sabido cómo vivir su vida de soltero: buenos estudios, buen empleo, viajes, autos, una casa, pero sobre todo, la increíble seguridad que derrochaba al hablar. Si, podría resultar algo arrogante, pero sin duda era alguien que, lejos de odiarlo, había que aprenderle muchísimo. Al principio pensé que era una versión masculina mía, pero luego sentí que me faltaban unos 10 pasos más para alcanzarlo en autoestima… y egocentrismo. Ésa tarde de martes me habló de algunos textos de seducción y la manera en que éstos funcionan en el mundo de la soltería y citas de una noche, cómo ellos nos atrapan y las técnicas que usan para llevarnos a “un lugar más tranquilo”.  Normalmente una mujer diría “malditos hombres” al escuchar cómo funciona el “sargeo”, pero esa tarde decidí quitarme el chip de feminista y jugué en favor de ellos, creo que debemos aprenderles muchas cosas en lugar de reprocharles otras tantas.   
 

De entre todo lo que me dijo, que se edificaba como oro en mi cabeza, absorbí lo que consideré crucial en sus palabras: “YO SOY EL PREMIO”… y viniendo de un hombre con tanta seguridad como él, era necesario considerar su punto de vista.

Sacando un poco la finalidad del término (lograr citas de una noche), lo aterricé al autoestima y el autoconcepto. ¿Cuántas veces no dejamos nuestra dignidad por los suelos porque simplemente se nos olvida que tenemos un valor muy alto y le ponemos al otro la corona del “premio”? ¡Él es el premio!... cómo aquella ocasión de mi llamada fingiendo que estaba en el drive thru del Starbucks, mi estimado friendzoner ¡era el premio!, y yo la personita corriendo tras él, yo tenía que ganármelo a él.  O mi ex que con su combo de cualidades negativas logró convencerme que era yo la que tenía que reconquistarlo a él, ¡él era el premio! Yo no... ¡él seguía siendo el premio!

Tenemos un valor enorme como personas y lo he dicho antes, tenemos todo para ser amados, valorados y respetados por un igual a nosotros, pero por alguna razón en algún momento nos olvidamos de eso, nos acostamos en el suelo y dejamos que la otra persona se limpie los pies en nosotros. Cierto, estar en posición vulnerable es normal cuando uno se enamora, pero que no se nos pierda de vista que merecemos un trato digno. ¡Por Dios que yo llegué a pagar por toda una cita (cine, palomitas y cena) con tal de que un sujeto pasara la tarde conmigo!... Fui un completo desastre. Tardé horas en arreglarme y pagué con dinero que no tenía (tarjeta de crédito) y todo para que la despedida fuera más fría que la cerveza que acababa de pagarle en el Cabo Grill, ¡apenas y me dijo “Bye”! Manejaba de vuelta a mi casa en estado de shock preguntándome qué diablos estaba haciendo, agarré el teléfono, lo llamé y le dije que se había terminado ¡de ninguna manera iba a darle un día más para que me tratara así!

Te compraste una hermosa y costosa camisa blanca Calvin Klein, y tu “premio” viene de correr en el lodo ¿se la vas a dar para que se limpie los tenis?.... ¡Plánchala y póntela tú!... es tu dignidad y no es barata.

“Yo NO tengo que convencerte que valgo la pena como persona y que podría ser una excelente pareja, ¡eso yo ya lo sé!... YO SOY EL PREMIO”

No es el físico sino lo que proyectas lo que te hace atractivo.

Laura Franco

Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...