“¡Ah, entonces la estoy regando!,
la última vez que enamoré a un hombre tenía 21 años,… ya estoy bien oxidada”,
platicas de whatsapp con mi buen amigo Luis un martes en la mañana, “Creo que
esas cosas ya no van con nuestros tiempos” me dijo después de reenviarle una de
las tantas cursilerías que me había puesto a escribirle al en ese entonces, dueño
de mis insomnios… “ya tenemos otra edad Laura… lo que escribes está muy bien,
pero muy ‘teen’”…. Bromeé diciendo “¿entonces lo de grabar canciones en un casete
ya pasó de moda?”.
Ok, pasamos los 25 y los 30 están
día a día más cerca… y yo me pregunto ¿Por hacernos mayores, experimentados (y
un poco amargados) las cursilerías de secundaria terminaron? ¿Utilizamos ahora
los “adultos” otras formas de enamorar que no involucren textos cursis con
imágenes de corazones flotando en el cielo? ¿Dedicar canciones es obsoleto para
nosotros?... estaba terriblemente perdida en éste tema, era como si me hubiera
desconectado de los avances tecnológicos por años, quedándome en los teléfonos
celulares de tapita y de pronoto desperté rodeada de Smartphones y tablets.
Coral, una amiga de la oficina
que ya había pasado por el mismo caso que yo y había vuelto al ruedo del
noviazgo después de un matrimonio, tenía que ser quien me diera la respuesta
cuando le pregunté: “Cuando vuelva a tener pareja ¿el rollo de las cursilerías
es el mismo que antes?” y su respuesta fue “No, ya no es igual que antes, ya es
más maduro, más tranquilo… y un poco frío”… parecía que ella estaba en la misma
idea de Luis, las cartitas de amor SI habían pasado de moda para nosotros los
nuevos adultos, pero en aquel momento yo lo había olvidado al utilizar mis
antiguos métodos de cortejo con un hombre de más de 30 años, empecé a pensar
que podría haberle dado un ataque de “pena ajena” al leerme y por eso me dejaba
en “visto” después de cada cursimagen enviada.
A fin de conseguir más testimonios,
aproveché mi hora de comida para levantar opiniones: “mientras más tradicional
sea el gesto, es mejor” me dijo Nestor, un compañero de 29 años y actualmente
dentro de una relación estable… “es cierto que de entrada un detalle cursi nos
saca de onda a nuestra edad, pero es generalmente un sentimiento positivo (como
que te llegaran con una carta hecha a mano) sin embargo depende mucho más de
qué tan interesado esté él en ti”… tal vez era un punto que había olvidado y
ciertamente partir de ahí era la clave para delimitar si las cursimagenes
funcionaban o no.
En una edad tan rodeada de
libertades y donde un beso ya no significa que es tu novio… ¿Qué está vigente
para nosotros los nuevos adultos en cuestiones del enamoramiento?
Continuará….
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