viernes, 29 de agosto de 2014

La Culpa del Engañado

It takes two sides of every story” me dijo mi ex esposo por meses antes de la disolución legal de nuestro matrimonio, y muchas veces ha pasado por mi cabeza la gran pregunta “¿Tenemos algo de culpa los engañados? ¿Tuvimos algo que ver para que ellos nos defraudaran? ¿o se trata de las últimas patadas de ahogado que los infieles dan para justificar sus actos?” Siempre es su misma razón: Los desatendimos. Dennise siempre me dijo en la universidad “a todos nos puede tocar estar en todas las posiciones en esta vida”  y esta vez, a los que por azares del destino nos corresponde la parte afectada, ¿es correcto que asumamos como nuestra la responsabilidad de haber desatendido a nuestras inocentes y puritanas pareja y se vieron tristemente empujados a los brazos de un alma comprensiva?
 
 
Ayer una persona me confesó haber estado de “novio” por años con una mujer casada, hasta que obviamente todo salió a flote. Aunque quise, no hice la obligada pregunta de: “¿Pero por qué lo hiciste si ya sabías?”, más lo que al final me sorprendió fue su comentario “Su esposo la desatendía”, sonaba totalmente como una vil excusa para justificar años de aventuras, “él también la engañaba”… y ahí va, otra excusa. Aunque por equidad pensaría yo: “De acuerdo, era mutuo el engaño, era justo” aun así no lo considero válido.
 
Buscando ser imparcial, creo que al final de cuentas terminamos igual que si la disolución de la relación fuese por cualquier otra cosa: hay que sentarse a recapacitar en lo que uno hizo mal y puede mejorar para la siguiente relación, sea cual sea el papel que desempeñaste en el rompimiento.
 
En mi caso, aunque mi ex quiso hacérmelo creer por meses, no logré nunca ni aunque quise (gracias a Dios) aceptar la responsabilidad por ése acto. Es verdad, no somos perfectos y vaya que si comentemos errores en las relaciones (con el tiempo subes un par de kilos, se te olvidan un poco los detalles y te vuelves un poco más frio), sin embargo la respuesta está en la madurez y los valores de cada uno de nosotros para saber cómo afrontar esas crisis: si te vas a portar como una dama/hombre y ves cómo arreglas lo que ya no te gusta (o terminas por lo sano) o si te vas por la salida fácil.
 
No somos responsables de las decisiones de los demás, por lo tanto no creo sea justo culpar a otro por algo tan personal como decidir involucrarse sentimental y/o físicamente con alguien más.
 
Yo me responsabilizo de mis decisiones y mis errores,… jamás de los tuyos”.
 
Aprende y… sigue
 
Laura Franco. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Enamórate de un Valiente

  Teníamos solo un mes juntos pero eso no era impedimento para las palabras, las promesas, las ideas, los sueños y las ilusiones. Me habí...